||🌸|| Lord ||🌸||

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Su unión fué extraña para todos.

Nadie le pensó si quiera, por mucho tiempo juraron que era un tipo de broma de mal gusto, pero no era así, juntos destruyeron todo a su pasó por su enfermizo amor, corrección unilateral era la palabra correcta uno más que otro.

Pobrecillo.

Los primeros en caer fueron sus enemigos mutuos de baja estima, dominando sus ciudades así fué que se conocieron.

El inicio de una bella historía diría él de cabello verde. Un payaso psicópata que sólo tenía ojos para un murciélago, dejó de lado su obsesión por notar a cierto muchacho retorcido que trabajaba en sus mismos términos.

Curioso.

Captó su atención, al instante él lo llamó curiosidad y sucumbió ante ella.

Así que él deseo su atención. Lo cuál le fué negada por su amiguito de colores abominables.

Eso merecía un castigo. Niño travieso.

Sin recibir un no por respuesta, se tomó la molestia de correr tras él, su familia misma lo había abandonado, era un peligro para la humanidad.

Con más razón le deseaba conocer.

Él joker poco a poco le siguió y obtener su atención fué su nuevo vicio, ya Batman fué dejado de lado.

Aburrido.

Aburrido.

Aburrido.

Había perdido su toque, ya no era divertido hacerlo rabiar era tan predecible. El clásico juego del gato y el ratón pero esté ratón se había cansado del gato viejo. Necesitaba uno nuevo. Una buena distracción más fresca que una loca enamorada de él. No no, si no un bello cachorro.

Batsy perdió su encantó. Lástima le echaría de menos.

Aburrido.

Aburrido.

Aburrido.

La magia había acabado, la chispa la encontró en alguien más, era más interesante seguir al niño de poderes del sol siendo malvado con todos, eso le prendía esa cruda manera de asesinar a inocentes con una sola mirada eso. Tssss era fantástico él muchacho le mojaba los pantalones de emoción.

Literalmente. Y algo más.

Intento pasarse de la raya varias veces, día con día, noche tras otra ideo planes para atraparlo hasta que uno si dio resultado, lo logró le tendió una trampa, quién diría que él súperchico gustaría de ver peleas clandestinas al aire libre.

Él sólo verlo a metros de él con un cuenco de palomitas mientras sangre, gritos y extremidades eran desmenuzadas por los aires eso fué un flechazo instantáneo. Su sonrisa convertida en carcajadas que achinaban sus ojos, arrugando sus facciones en un gesto de deleite del dolor ajeno. Era tan encantador.

Lo admitió.

Había caído en los brazos del amor. Y una jaula de Kriptonita era la cereza del pastel. El combo completó, era un excelente servicio. Todo estaba en su lugar al tiempo y forma.

Aunque.

Lástima que no todo resultó tan bien. Su chico era resistente a la roca alienígena. ¿Desde cuándo? ¿Y porqué nadie se lo había dicho antes?

Pronto se liberó y una mirada escarlata se dirigió con odio puro en su dirección una pared rota después con costillas clavando sus órganos una oleada de extraños sentimientos atravesó el cuerpo del terrible payaso de cabello verde y lo hizo llorar de dolor y felicidad. Creyó oírle gritar su nombre, fue la gloria ser nombrado por sus labios cuándo esté apretó más fuerte cortándole el oxígeno su propio dolor lo ahogó. Sin embargo, tan rápido como comenzó el dolor, cambió en intensidad y forma, lo que hizo que abriera los ojos diciendo. - Eres perfecto... - Con dificultad volvió a parlar al ver confusión en él hijo del sol. - Lo tienes todo... un psicópata genocida que me vuelve loco. - El agarré fué aflojado al punto de dejarlo caer mientras esté lanzaba carcajadas combinadas con lagrimas reflejando felicidad en cada una de ellas.

Desconfiado Lord Superboy bufo. - ¿Sabes que no ganarás nada con halagarme?. - Miró de arriba abajo al pobre diablo que sobaba su garganta y le dirigía una mirada oscura en sus ojos.

Gritando con más ánimo dijo. - Lo sé, pero... - Recuperó la compostura su voz era ronca y dudaba que alguien pudiera escucharlo, pero lo intentó de nuevo. - Podría intentar hacer más por tenerte. Para siempre. - Le sonrió muy cansado.

- ¿Cómo lo harías? ¿Cómo me convencerías infeliz?. - Se burló en su cara con suma indiferencia.

Lamiendo sus labios ante la cercanía del veinteañero volvió a fijar su vista en los penetrante ojos cual sangre, con adoración continua su declaración. - Déjame enseñarte cómo. - Rozó sus labios secos con los jovenes contrarios volviendo al instante a su posición original.

Tan patético pensó él más joven.

Jonathan se acercó al tipo, a una distancia prudente roso sus narices en un beso esquimal, la ayuda de esté malparido le sería útil en venganza de ciertos miembros de la liga, seguramente tenía contactos con demás villanos de la peligrosa Gotham con él de su parte todo sería pan comido en hacer pagar a su maldita familia de traidores, con una sonrisa vacía Jon le puso una mano en el hombro. Apretó el hombro del hombrecillo con fuerza en un consuelo que fué en vano porque podía sentir todo su toque. - Aceptó querido.

Su oportunidad le fué dada, no podía desperdiciarla. Sería suyo en cuerpo y alma y viceversa.

...Fin...


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One Shots: JON KENT BOTTOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora