ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟛.- ℕ𝕠 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕠 𝕠𝕕𝕚𝕒𝕣𝕥𝕖

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[NARRA MAKO]

Abrí los ojos lentamente. Intenté mover mi cuerpo, el cual se sentía increíblemente pesado, pero no fui capaz de hacerlo.

Intenté incorporarme de la silla en la que me encontraba, pero tampoco pude.

Bajé la mirada y vi que mis manos se encontraban amarradas con correas a la silla en la que me encontraba. Sentí en mis tobillos la misma presión, al igual que en mi cabeza.

Miré a mi alrededor presa del pánico y pude ver a Kabuto y Orochimaru conversando detrás de una máquina sin prestarme atención.

De aquella enorme máquina salían varios cables que se dirigían hacia mi silla.

-Mako-chan, despertaste - dijo el peli blanco con una sonrisa.

-¿Qué significa esto? - pregunté molesta con la mirada puesta en el sannin, el cual se acercó con una pequeña sonrisa.

-Es tu castigo por ser tan malcriada con tu sensei, Mako-chan. Pero no te preocupes, nosotros arreglaremos esa actitud.

-Le prometiste a Sasuke que no experimentarías en mí.

-Yo no haré nada - el sannin soltó una risa -Kabuto por otra parte se muere por probar esta máquina y tú eres la candidata perfecta...

-No soy un maldito conejillo de indias serpiente asquerosa - gruñí furiosa. Claro que estaba muerta de miedo, pero ni loca se lo iba a demostrar.

Orochimaru soltó una risa mientras Kabuto se acercaba a mí y comenzaba a conectar algunos de los cables en mi cabeza.

Lo maldecía con todas las palabras insultantes que se me ocurrían, lo amenacé de muerte de mil maneras, una más dolorosa que otra, pero parecía no escucharme, o en todo caso, divertirse con mis palabras, ya que su pequeña sonrisa jamás se borró de sus labios en todo el tiempo qué pasó conectando esos cables a mi cuerpo y cabeza.

-¿Terminaste? - le preguntó el sannin a su aprendiz.

-Sí - dijo éste aún con su pequeña sonrisa -conecté los cables de extracción en sus puntos de chakra y los de electricidad a su cabeza.

-¿Qué mierda me van a hacer? - gruñí con los ojos llenos de lágrimas de desesperación. No podía zafarme de esto, no podía moverme ni siquiera un poco para hacer un pequeño jutsu.

-No llores, Mako-chan - habló el sannin con una sonrisa mientras se acercaba a mí y acariciaba mi cabeza suavemente - mi pequeña máquina funciona con chakra, por lo que necesitamos que nos ayudes con esa parte... pero todo esto es para que puedas seguir progresando.

-¿Qué es lo que hace la máquina? - pregunté siguiéndolo con la mirada aún llena de lágrimas.

-Para que puedas progresar debes convertirte en la asesina desalmada en la que estás destinada a convertirte desde tu nacimiento. En Konoha te echaron a perder, te hicieron blanda y débil... así que los borraré de tu cabecita.

-¡No puedes hacer eso! - grité mientras luchaba contra las correas que me aprisionaban. Tenía que salir de ahí rápido.

-Tienes razón... no puedo borrarlos, sería demasiado complicado. Pero puedo hacerte creer que los odias, que te odian, que lo único que hicieron fue maltratarte, que siempre estuviste sola, que nunca recibiste apoyo o una palabra de cariño... puedo hacer que lo único que desees para Konoha sea su destrucción.

Lo miré con los ojos bien abiertos y aterrada mientras empezaba a caminar hacia la puerta. Antes de abrirla volteó para darme una última mirada.

𝕊𝕨𝕒𝕝𝕝𝕠𝕨𝕖𝕕 𝕓𝕪 𝕕𝕒𝕣𝕜𝕟𝕖𝕤𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora