ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟙.- 𝕋𝕖 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕠, 𝕡𝕒𝕡𝕒

273 40 12
                                    

[NARRA MAKO]

Me encontraba caminando de regreso a la guarida a paso lento. Mientras una fina lluvia caía sobre mí.

Los últimos días había estado entrenando sola, ya que Hirou no se encontraba bien.

Luego de cambiar mi ropa de entrenamiento mojada por algo cómodo y seco, fui directamente a la habitación de mi padre. Lo encontré profundamente dormido, por lo que me acerqué en silencio y toqué su frente con suavidad para asegurarme de que no tenía fiebre.

Lo miré por unos segundos, su rostro, a pesar de estar demacrado y pálido se veía pacífico. Su respiración era regular y calmada.

Con suavidad, me recosté a su lado y lo rodeé con uno de mis brazos en un pequeño abrazo.

Cerré los ojos con suavidad y dejé que el suave latido de su corazón me confortara hasta quedar dormida.

{...}

Me encontraba entrenando en medio del prado, blandía mi katana con destreza, practicando los movimientos que Hirou me había enseñado.

La brisa suave jugaba con mi cabello y el sol acariciaba mi piel con suavidad, mientras me movía con agilidad por el prado.

-Veo que ya no me necesitas más para entrenar, pequeña.

Giré a verlo. Su sonrisa era resplandeciente y ya no tenía el aspecto demacrado que había tenido desde que lo conocí y se había agravado con el paso de los días.

-Vaya, papá... te ves bien - dije con una amplia sonrisa.

Sus ojos adoptaron un brillo divertido sin dejar de mirarme.

-Te dije que tomando toda tu sopa te pondrías mejor.

Fue en ese momento en el que dejó salir una carcajada melancólica.

-Quisiera que hubiera sido cierto, mi niña.

Lo miré confundida mientras se acercaba a mí, era claro que se encontraba mucho mejor, por lo que no entendía a lo que se refería con aquellas palabras.

-Nuestro camino juntos nunca estuvo destinado a ser demasiado largo, pero disfruté cada minuto de él.

-¿De qué hablas, papá? -dije preocupada.

-Verte progresar cada día y ver la manera en la que comenzaste tu camino hacia tu sueño ha sido el más dulce de los privilegios. Ten por seguro de que seguiré observándote, y que, cuando al fin alcances tu objetivo, estaré a tu lado, aplaudiendo cada uno de tus logros con orgullo.

-¿Papá? -sentí como mis ojos comenzaban a humedecerse debido a aquellas palabras que sabían a despedida.

-Promete que no confiarás en Orochimaru, que te guiarás por tus instintos y que no dejarás que tu esencia sea absorbida por la oscuridad. Que seguirás sonriendo y que te esforzarás por alcanzar tus sueños. Prométeme que serás feliz.

Las lágrimas caían como cascadas por mis mejillas. Corrí al encuentro con mi padre y nos fundimos en un cálido abrazo.

-Ya no puedo estar a tu lado como me gustaría, pero nunca dejaré de estar contigo.

-Papá- balbuceé entre lágrimas- te quiero, papá.

-Yo a ti, mi niña-dijo con suavidad mientras me abrazaba con más fuerza - te he amado desde el primer segundo, y lo seguiré haciendo aún cuando mi corazón deje de latir.

𝕊𝕨𝕒𝕝𝕝𝕠𝕨𝕖𝕕 𝕓𝕪 𝕕𝕒𝕣𝕜𝕟𝕖𝕤𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora