ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟜.- 𝕊𝕚𝕟 𝕚𝕞𝕡𝕠𝕣𝕥𝕒𝕣 𝕟𝕒𝕕𝕒

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[NARRADOR]

(Un año después)

El joven Uchiha caminaba molesto por aquel salón de la guarida.

Un año sin verla, pensó para sí mismo. Ni siquiera sabía el lugar en el que tenían a Mako. El día que Mako se fue acompañando a Kabuto fue la última vez que la vio o supo de ella, ya que nunca pudo encontrarla en aquella guarida, a pesar de que recorría casi todo el lugar en sus ratos libres. No para desobedecer la orden de Orochimaru, sino para asegurarse que estuviera bien.

Ese día, Sasuke se encontraba particularmente ansioso, ya que Orochimaru le había dicho que ese día volvería a ver a Mako, ya que ella ya había completado su entrenamiento.

Cuando Orochimaru entró al salón seguido por la chica los ojos del Uchiha se abrieron con sorpresa. Esa no era su Mako.

La chica que caminaba detrás del sannin tenía mirada salvaje, un aura oscura, fría e incontrolable, sin embargo caminaba detrás de aquel hombre en completa obediencia.

La cintura de la chica se encontraba bastante definida, prueba de la pubertad que la alcanzaba, eliminando los vestigios de infancia del cuerpo de la joven Tamashi, su pecho, el cual ya había empezado a desarrollarse, se encontraba cubierto por vendas que cumplían la función de top. Se podía notar de lejos que la muchacha realizaba arduos entrenamientos ya que su cuerpo se veía esbelto y tonificado, dejando ver la hermosa figura de una mujer.

Su cabello castaño caía hasta el final de su espalda, y también llevaba vendadas ambas muñecas hasta casi cerca del codo.

El rostro de la chica también había cambiado, ya quedaban sólo algunos vestigios de los rasgos infantiles que lo caracterizaban. Sus ojos celestes miraban perdidos a un punto fijo en algún lugar de la habitación.

Se veían carentes de vida, completamente fríos y amenazantes. Los ojos de un depredador, pero había algo más. Algo que aquella mirada transmitía a gritos, ¿un pedido de ayuda?. En ese momento, Sasuke no logró definir qué era lo que aquellos ojos suplicaban, pero estaba seguro de algo; el aura salvaje y la completa obediencia no encajaban en absoluto, si había algo que aquella chica ansiaba, era libertad.

-Mako-chan ha completado su entrenamiento, por lo que hasta que consiga abrir las puertas de su sello entrenará contigo, Sasuke-kun.

Mako pasó los ojos por la habitación con velocidad buscando al Uchiha. Cuando sus ojos se encontraron con los del azabache parecieron recobrar un poco de brillo, pero a Sasuke le pareció que sus ojos estaban manchados de algo que no sabía distinguir.

La joven Tamashi le sonrió de lado al Uchiha.

A Mako le pareció que su amigo estaba más guapo de lo que recordaba. Había crecido, puesto que ahora era bastante más alto que ella y su cuerpo se encontraba bastante marcado. Caminó hacia él y se posicionó frente a él.

-Uchiha - dijo ella sin desviar la mirada.

Por unos segundos, a Sasuke le pareció a la chica que amaba.

-Tamashi.

-Mako-chan te demostrará lo mucho que ha progresado, Sasuke-kun - dijo Orochimaru con una sonrisa macabra en el rostro.

Ambos jóvenes asintieron y siguieron al sannin en silencio.

Por las cabezas de ambos pasaban demasiadas cosas, preguntas que querían hacerse, cosas que querían decirse, sin embargo caminaron en completo silencio uno al lado del otro. El Uchiha no comprendía qué era lo que había hecho el sannin para cambiar de manera tan radical a la joven que caminaba a su lado.

𝕊𝕨𝕒𝕝𝕝𝕠𝕨𝕖𝕕 𝕓𝕪 𝕕𝕒𝕣𝕜𝕟𝕖𝕤𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora