ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠𝟚.- 𝕃𝕒 𝕡𝕣𝕦𝕖𝕓𝕒 𝕕𝕖 𝕤𝕒𝕟𝕘𝕣𝕖

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[NARRA MAKO]

- Me sorprende tu control de chakra, Mako, haces que todo el entrenamiento avance más rápido de lo que tenía planeado - dijo Hirou con una sonrisa al ver de reojo cómo me concentraba en que la sangre de aquel conejo no saliera de su cuerpo.

Habían pasado tres de los seis meses de mi entrenamiento y ya estaba por concluir con el último de los jutsus de control de sangre.

-Lo hiciste muy bien, Mako. Es suficiente.

Suspiré cansada y deshice el jutsu, por lo que el conejito comenzó a desangrarse nuevamente hipnotizando mi mirada por unos segundos.

-Me pregunto, ¿qué animal lo podría haber dañado? - dije al fin quitando mi mirada del agonizante animal para caminar de regreso a la guarida acompañada de Hirou.

Había eliminado los resentimientos en su contra y lo había empezado a ver como un sensei, sin embargo, aún no era capaz de tratarlo como lo que en realidad era; mi padre.

A pesar de eso, él respetaba mi decisión y jamás presionó porque lo viera de otra manera, por lo que su compañía me empezó a resultar bastante agradable con el paso de los días.

Sin mencionar que, gracias a nuestros entrenamientos podía salir de esa lúgubre guarida y tomar algo de sol y aire fresco de vez en cuando.

-No tengo idea, Mako, pero fue una suerte que lo encontráramos para que pudieras entrenar sin lastimar a nadie.

-Su muerte era inevitable, ¿no? - dije pensativa.

-Inevitable sin una intervención quirúrgica y, honestamente, no imagino la cara que pondría Kabuto si llegamos a la guarida pidiéndole que opere al conejo.

Solté una carcajada al imaginar al cuatro ojos gritándonos que es un ninja medico, no un maldito veterinario.

Siendo honesta, cuando Hirou me habló de los poderes del clan, creí que no podría entrenar todos aquellos jutsus sin lastimar a nadie. Para mí sorpresa, ningún ser humano habia sido herido durante mis entrenamientos. Por lo general salíamos a buscar animales moribundos al bosque o, en el peor de los casos, había practicado en ardillas.

Cuando llegamos a la guarida Hirou cambió su expresión tranquila por una mucho más seria.

-Ve a descansar. Mañana por la mañana deberás probar tu control de los jutsus de sangre. Si pasas la prueba comenzaremos a entrenar invocaciones. Si no la pasas... bueno, si no la pasas no estarás viva para seguir entrenando así que no tiene mucho sentido que lo explique.

-¿Cómo será la prueba? - pregunté sería.

-Lord Orochimaru nos mandará a uno de sus hombres. Para pasar la prueba deberás derrotarlo.

Asentí seria. A juzgar por lo que Hirou había dicho, sería una batalla a muerte.

Me despedí con un leve asentimiento de cabeza leve y me dirigí a mi habitación pensativa.

Sabía que ganaría, no me preocupaba demasiado por mí misma. Sin embargo, no me sentía feliz por saber que le quitaría la vida a alguien.

Me recosté pesadamente en la cama y dejé salir un suspiro.

Me sentía mucho más fuerte que cuando vivía en Konoha y, por ende, mucho más cerca de alcanzar mi sueño, sin embargo, me hacía demasiada falta mi hogar, mis amigos, mi hermano...

La imagen de Neji apareció en mi cabeza repentinamente. Me preguntaba cómo estaba.

Si bien había logrado que no muera desangrado en el bosque, lo había dejado muy lejos de estar a salvo.

𝕊𝕨𝕒𝕝𝕝𝕠𝕨𝕖𝕕 𝕓𝕪 𝕕𝕒𝕣𝕜𝕟𝕖𝕤𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora