Un Rayo De Esperanza (Primera Versión)

Epilogo

Una hermosa mañana de septiembre, Harry Potter fue despertado por insistentes golpes en la puerta de su habitación. Su amado esposo ya se había levantado, mientras Draco abre la puerta Harry se incorpora. Dos toberllinos entran con rapidez, demasiado emocionados, entonces Harry recordó que día era.

-Llegaremos tarde.

-Buenos días, chicos -Draco estaba cruzado de brazos, pero divertido.

-Buenos días, Padres -dicen los gemelos al unisonó. Aunque interrumpieran su sueño, amaban a sus hijos.

Físicamente James era la copia de Harry, a excepción de los ojos que eran igual de grises a los de Draco, Scorpius por su parte era un digno Malfoy.

-Aún es temprano -Harry observa el reloj en la mesita de noche para confirmar-, solo son las 7:30, el tren parte a las 11, hay tiempo de sobra.

-Padre sabes que eso no es cierto, ya es costumbre llegar tarde -Adhara a quien no habían visto aparecer habla desde puerta-. Trate de impedir que los despertaran, pero ya saben cómo son.

-Vamos, bajemos a la cocina, Harry nos preparara un delicioso desayuno. -Habla Draco mirando a Harry quien asiente y se levanta.

-No es necesario ya nos encargamos de eso, ¿verdad James? -Scorpius se escucha orgulloso.

-Oh, cierto -responde un poco nervioso.

-Le hable a Elissa, iré a desayunar con ella. -Adhara suelta un pequeña risa al decirlo. Draco se pregunta que desastre hicieron sus hijos.

-Saluda a Luna y Theo -dijo Harry.

-Claro, regresare a tiempo para ir King's Cross. -Es lo último que dice antes de salir de la habitación.

Al entrar a la cocina pudieron observar lo diferente que estaba, masa y mermelada por todas partes era la nueva decoración. Costaba decidir si reían o se molestaban, optaron por la primera opción, Draco se encargaría de que los gemelos no volvieran a intentar cocinar.

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El día era fresco, el cielo sin una sola nube. La familia Potter Malfoy cruzaba de prisa las calles repletas de personas, efectivamente llegaban tarde. Los gemelos empujaban los carritos que se tambaleaban de forma peligrosa, Adhara y Draco caminaban de forma elegante, Harry llevaba el otro carrito.

-Aun no puedo creer que sea tu último año -Harry le hablaba un poco melancólico a su hija.

-Terminare la escuela, no me iré de casa -respondió Adhara con una sonrisa.

La gente que había en la estación lanzaba miradas de curiosidad a la inusual familia. La voz de James alcanzó a Harry por encima del bullicio que los rodeaba, los gemelo continuaban la discusión que habían iniciado en el coche.

- ¡Yo seré quien entre al equipo de quidditch! -Hablaba James. El capitán de Slytherin tendría una difícil decisión que tomar.

-Yo vuelo mucho mejor -Le seguía Scorpius.

-Pueden callarse los dos, están llamando mucho la atención -Adhara mucho más tranquila que sus hermanos los regañaba, pero los chicos la ignoraron.