Capítulo 18

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La mudanza se dio inmediatamente al día siguiente, contrataron un vehículo que transportara sus cosas y antes del medio día ambos ya empezaban a desempacar todo para ponerlo en orden, con todo el ajetreo Horacio paso por alto el decirle a donde exactamente se mudarían el y su hermano, al final solo decidió sorprenderlo en cuanto acabaran de arreglar todo.

Trasladaban todo a sus respectivas habitaciones antes de pedir algo para comer, cuando el timbre resonó audiblemente por todo el departamento, Gustabo que estaba mas cerca del intercomunicador respondió rapidamente – señor Gustabo Garcia?

G – correcto

-venimos a dejarle las cosas que ordeno, las dejo aquí o quiere que las subamos

G – bajo en un momento – corto la comunicación dirigiéndose a la habitación de Horacio – cara nabo, llegaron las cosas, ayúdame a subirlas.

H – voy

Al llegar a recepción varias cosas estaban apiladas en la entrada, el repartidor les entrego un papel para que confirmaran el recibir conforme el pedido, ya todo en orden comenzaron a subir las cosas al asensor que eran básicamente 2 colchones, algunos edredones, sabanas, un televisor y algunos utensilios de cocina que habían pedido la noche anterior, el servicio de mensajería si que actuaba rápido.

Horacio se movía algo incomodo al sentir una mirada sobre el, suspiraba profundamente para calmarse y evitar meterle un golpe al repartidor, cuando todas las cosas estuvieron correctamente en el departamento el alfa fingió sorpresa al darse cuenta de que la factura la había olvidado en recepción, pidiendo con una sonrisa estúpida que Horacio lo acompañe a recogerla.

Con una sonrisa ladina acepto para dirigirse ambos al asensor, podía percibir las feromonas del alfa intensificarse, era asqueroso sentirse envuelto por un aroma como ese, al ser un omega dominante no sucumbía ante los estímulos de alfas normales, solo un alfa dominante podría tener una mínima posibilidad de doblegarlo solo con su aroma – hombre triste – se mofo cruzándose de brazos

- no te he escuchado bien preciosura

H – tu olor, da pena – declaro directamente con una mirada socarrona – acaso algún omega cayo solo por tu aroma asqueroso? – lo tomo por el cuello elevándolo un poco – déjame decirte que yo no soy cualquier omega alfita de cuarta – lo soltó bruscamente en cuanto las puertas se abrieron.

Los ojos bicolores y celestes se encontraron rapidamente como imanes, sin pensarlo mucho Horacio camino a paso seguro abrazando uno de los brazos de Volkov – conoce a un alfa de verdad – presumió al hombre que lo veía con algo de molestia – me darás la factura o ni si quiera eso sabes hacer bien? – el hombre bufo molesto para sacar un pedazo de papel del bolsillo y entregárselo, saliendo rapidamente del edificio.

V – que ha sido eso – pregunto divertido al ver las acciones del menor

H – un baboso mas en la ciudad – se separo para comenzar a jalarlo dentro del asensor y cerrar la puerta – ni siquiera un hola? – ronroneo aspirando el aroma a almendras y manzana que era como el aire mas limpio que sus pulmones podían respirar.

V – hola – saludo inclinándose para besarle, aspiro las feromonas de su omega percibiendo en pequeña cantidad un aroma extraño, mordió los labios del chico haciéndole soltar un suspiro – me dirás que paso?

H – un jodido alfa, libero sus feromonas – declaro en un susurro ahogado por los besos, sintió como el contrario se separaba, sin intenciones de terminar la sesión de besos lo jalo de vuelta profundizando el beso – ya le di su merecido – pasando sus brazos por el cuello de Volkov dio un pequeño salto para enredar sus piernas en la cintura, sintiendo el agarre de su pareja instantáneamente.

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