Extra 4 - Cachorro

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Horacio caminaba con tranquilidad hacia casa, el camino estaba algo resbaloso por la nieve derretida así que solo daba pequeños pasos cuidadosos para no caer, aun no se acostumbrara por completo a ese clima frió y mas por toda la ropa que debía llevar, parecía una especie de muñeco rechoncho con tantas capas de tela encima pero era lo único que podía hacer para salir, sus defensas no eran muy buenas en este tipo de clima y lo que menos quería era enfermarse, apenas podía pasar un par de horas en casa antes de salir a explorar e imaginarse a si mismo en una cama con dolores durante días a consecuencia de un resfriado y no era algo agradable ni siquiera imaginarlo.

Era un pequeño pueblo a las afueras de la pequeña República de Chechenia, se habían mudado allí a pedido suyo ya que debían perder el rastro de su paradero y que mejor que irse a un pueblo a tomar por culo donde solo habían menos de 1000 habitantes, solo debían durar allí un par de meses hasta decidir su próximo hogar que a pedido de Viktor seria con un clima mas cálido, uno en el que no tuvieran la constante de preocupación de que Horacio llegue a enfermarse ni con un calor abrasador que Viktor no llegase a soportar.

Llego a la puerta de su casa comenzando a buscar en sus bolsillos las llaves mientras observaba a su alrededor, era una vivienda alejada del centro del pueblo, casi a las afueras, perfecta para mayor privacidad, dejo las llaves y las compras sobre una pequeña mesa antes de comenzar a quitarse las capas de ropa y sacudir la poca escarcha que le cubrió durante el camino, adentro de casa era cálido gracias a la calefacción y podía andar en boxers y camiseta sin problema - Mika - llamo vaciando una lata de comida en el pequeño plato de la felina que no tardo en aparecer con la cola levantada, a pesar de que la pequeña esta próxima a cumplir 14 años seguía moviéndose con agilidad, aunque solo por un momento antes de caer dormida en algún lugar mullido, suave y caliente.

Vio satisfecho como la felina comenzaba a devorar su comida antes de  caminar hacia el segundo piso para tomar una ducha caliente rápida para luego hacer algo para cenar, Viktor no tardaría en llegar de su "trabajo" sabia de antemano que el ruso no se quedaría quieto y lo demostró después de algunos días de su estadía allí, el alfa se puso en contacto con el comisario de la ciudad y este no dudo mucho en darle la tarea de entrenar a los nuevos reclutas durante algunas horas del día, era bueno en eso sin duda, Horacio no rechisto y solo le dedicaba sonrisas y besos cuando lo despedía, ese día no fue diferente, el alfa tomo una chaqueta gruesa para el frió y salio rumbo a comisaria prometiendo volver en un par de horas. 

La ducha duro un poco mas de lo que planeo, con el agua corriendo por su cuerpo y con el cabello húmedo salio hacia la habitación para comenzar a secarse, abrió algunos cajones buscando ropa y antes de que se inclinara para ponerse los boxers lo sintió, un calor abrumador que comenzaba desde su nuca comenzaba a extenderse por todo su cuerpo llegando a concentrarse aun mas en su vientre bajo, suspiro profundamente y se apoyo en una de las paredes para evitar caer, comenzaba a marearse un poco y sentía que la habitación estaba atiborrada con sus feromonas - vaya lió - balbuceo acercándose a la cama y cayendo en ella - Vik - llamo, podía reconocer claramente los síntomas de un celo a pesar de los años y también podía reconocer claramente que esos síntomas no eran suyos, eran los de su mate que enviaba fuertes señales a través del lazo, sentía el calor del alfa y el deseo que se elevaba con cada suspiro, sintió su llamado y el correspondiendo emitió un chillido bajo, su cuerpo consiente de las circunstancias comenzó a dar indicios de su propio ciclo, serian días largos al parecer y Horacio aun en la bruma que comenzaba a nublar su mente agradeció haber comprado ya los suministros necesarios para no salir en los siguientes días, con ambos indispuestos y territoriales no podrían dar ni un paso fuera de casa.

Sintió un tirón en el vientre, comenzaba a sentirse totalmente necesitado, su entrada ya estaba lubricando y las ganas de autocomplacerce mientras esperaba la llegada de Viktor fueron inevitables, comenzó a bombear constantemente su pene intentando llegar al clímax pero necesito ayuda de tres de sus dedos en su entrada palpitante para correrse, sintió la liberación suficiente para calmarse un poco, observando el techo de un color blanco recordó las palabras de su medico, el cual al estar informado de sus deseos de concebir les recomendó dejar de tomar los supresores y anticonceptivos regresivamente de manera que sus cuerpos asimilen mejor el cambio y todo vuelva a la normalidad, sus feromonas fueron el primer cambio, los demás ya podían percibir sus emociones como un aura cubriéndoles revelando sus estados de animo y ahora sus ciclos regresaban, el medico había previsto que Horacio seria el primero en tener algún ciclo pero después de casi un año Viktor era el primero en manifestar su Rut de manera sorpresiva para ambos y ahora Horacio se encontraba recostado en la cama con el calor volviendo a subir y mas cachondo que nunca.

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