Capítulo 49

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Rest - Elijah Bossenbroek

Danielle corría por los pasillos de aquella gran casa, buscando alguna salida o alguien que pudiera ayudarlo a salir de esas inmensas cuatro paredes, según la noción de tiempo que su pequeña mente podía procesar ya llevaba semanas allí y esta era la primera vez que se decidía por huir, el aura de aquel lugar era tan sombrío que temía que alguno de los rincones oscuros se lo tragara y lo volviera parte de aquellas paredes color vino, corría desesperadamente sintiendo que los pasillos se hacían cada vez mas largos, sentía que daba vueltas en círculos sin llegar a ningún lado pero no tenia otra opción mas que seguir corriendo todo lo que sus pequeñas piernas le permitieran, llego al final de un pasillo en el que se ubicaba una gran puerta de roble escuro y sin nada que perder se puso de puntillas para alcanzar el pomo que abrio lentamente, evitando hacer algún ruido que revele su ubicación. 

Se escabullo cuidadosamente dentro observando los detalles de la habitación que tenia una iluminación tenue al igual que toda la casa, olía a humedad y solo habían muebles con aspecto antiguo ordenados por todo su alrededor, al examinarla detalladamente logro dar con un gran ventanal tapado con cortinas ubicado detrás del escritorio, sus instintos le gritaban que huyera por allí así que jalando una de las sillas atravesó la cortina pero para su mala suerte la ventana tenia barrotes estrechos que aun con su pequeño y delgado cuerpo no podría travesar - con que aquí estas - una voz, áspera y gruesa le hizo dar un respingo, bajo de la silla para intentar buscar un escondite pero era inútil el hombre estaba delante de el, no pudo hacer otra cosa que levantar la vista atemorizado pero la imagen que vio le heló la sangre, era un hombre con algunas canas en el pelo y una barba perfectamente delineada, pero lo que mas le llamaba la atención eran sus ojos, uno poseía un iris verde intenso y el otro tenia una gran cicatriz que le impedía abrir el parpado, intento correr a la salida pero fue tomado por el brazo - me tienes miedo pequeño? - comenzó a patalear intentando safarse pero su fuerza era insuficiente - esta herida es culpa de tu padre, no me temas a mi, solo soy una victima mas de los actos que tu padre hace siguiendo ordenes como un perro...

Horacio volvió de su pequeño flash de recuerdo al sentir ser abrazado por las suaves feromonas de su alfa, se apego a el y hundió su rostro en la ropa del contrario intentando buscar refugio.

S - bueno, debo dormir a Mathi, si necesitáis algo llamadme estoy un piso abajo - y sin mas salio de la habitación.

Volkov se encargaba de acurrucar a su omega, de calmar lo que sea que estuviera molestándolo - quieres hablar de ello cariño? - pregunto casi en un susurro y para su sorpresa Horacio se separo de el con el ceño fruncido parecía buscar las palabras correctas - estas bien?

H - he si, solo es... el hombre tuerto, yo y Gustabo le decíamos así al jefe de la mafia de la cual huimos - levanto la vista atento a los cambios de expresión de su pareja pero este solo dio un asentimiento en señal de que debía continuar - perdón por no haberte dicho nada

V - todo a su tiempo querido mio, cuando estés listo

H - mi verdadero nombre es Danielle Conway Evans - comenzó, con lo mas relevante, le contaría todo, sin tapujos o mentiras - mi hermano es Mathew Evans Conway, cuando cumplí 5 años y el 7 fuimos secuestrados por algún enemigo de mi padre, no sabíamos bien su nombre así que lo llamábamos el hombre tuerto porque le faltaba un ojo, después de algunos años comenzó a entrenarnos en muchos aspectos, armas, pelea, defensa, transformación y eso, era una especie de mafia así que los fines para los que fuimos entrenados no eran buenos - suspiro pesadamente antes de continuar - asesine por primera vez a los 10 - dijo casi en un susurro sin atreverse a volver a levantar la vista - no sabia quien era pero no tenia otra opción, era el o Mathi, después de eso siguieron mas personas, no recuerdo el numero exacto y para ser sincero tampoco quiero hacerlo, luego de eso al cumplir 15 comenzamos con los viajes es en ese entonces que aprendí Ruso y algunos idiomas mas, de allí todo fue en peor así que con la ayuda de algunos amigos huimos, ambos salimos de allí solo con algunos billetes encima, deambulamos por muchas ciudades para que nos perdieran el rastro hasta llegar aquí fueron muchos meses pero al final decidimos quedarnos hasta que nos encontrasen... y al parecer lo hicieron y no nos dimos cuenta - Tal vez su relato era corto pero no tenia la fuerza para detallar todo, ademas si los habían encontrado tenían el tiempo limitado para poner todo en orden antes de que mas inocentes muriesen, conocía la actitud de su ex-jefe y recordando los hechos se dio cuenta de que si era el, tan cruel y frió como siempre, una de sus manos fue apretada y algo temeroso levanto la vista econtrandose con los irises plateados que lo miraban aun con amor en ellos.

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