Capítulo 35

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Perspectiva Emilio:

Luego de dejar a los hermanos en un hotel para que pasaran la noche, volvió a la casa que tenía a las afueras de la ciudad, en ella también vivió Pablito, su aroma a romero ahora era inexistente convirtiéndose en un recuerdo.

Camino lentamente hacia su habitación acercándose a la mesita de noche y de ella saco una fotografía, una en la que salían el, su hermano y su familia, aunque habían quedado huérfanos a la edad de 10 años y fueron entregados a la mafia de Roy por sus tíos a cambio de dinero lograron establecer una pequeña familia fuera del alcance de los ojos de Roy, lograron enamorarse o por lo menos él lo había hecho, en una de sus tantas entregas y recepción de mercancía.

Durante 20 años sirvió fielmente para el tráfico de armas, drogas y personas, además asesinar a un gran número de personas, al igual que su hermano su vida estaba teñida de un sinfín de crímenes que debería pagar algún día, pensaba que presenciar la muerte de su hermano solo era el inicio, un amargo inicio, pero el volver a ver a los niños que su hermano decidió salvar fue un pequeño rayo de felicidad para él.

Salió a la cocina y tomo una botella de tequila, camino hacia el patio y observo los agujeros que aún estaban sin tapar, sacar los restos de allí fue difícil y deshacerse de ellos le tomo varias semanas, pero ni el soportaba el horrible hedor que desprendían, quejándose a su hermano muerto desenterró los más recientes y los puso en jaulas pesadas que luego lanzo al mar para que la naturaleza hiciera el resto y los desapareciera por completo.

Camino rumbo a la pequeña montaña  detrás de la casa subiendo hasta la cima para observar la ciudad y su caos, se sentó en una roca y destapo la botella.

- salud hermanito, supongo que ahora es mi misión protegerlos – levanto la botella hacia el cielo y le dio un sorbo, el sabor picante y ardiente bajo por su garganta, esperando la sensación de adormecimiento para seguir – ni estando muerto dejas de darme más trabajo wey – dio un suspiro y observo la foto – tu hija está bien, le envié dinero ayer, su madre dice que le está yendo bien en el preescolar y que tiene amigos, mis hijos también están en la escuela, sacan buenas notas, y no hacen enojar tanto a su madre – tomo otro sorbo de la botella y limpio la lagrima que se le escapo – serán buenas personas, no como nosotros, y me encargare de que no les falte nada, también cuidare de los jotos que regresaron a la ciudad – soltó una risita y volvió a beber, la sensación de adormecimiento y alegría empezaba a surgir – algún día... algún día, no sé como pero te vengare hermanito, le daré un tiro en la cabeza mientras lo miro a los ojos y are papilla a su mafia de mierda, ahora ya no me controla el culo y estoy bien con eso por mientras – suspiro pesadamente y soltó una risita – pero luego lo agarrare a madrazos, mientras le digo que me vale verga a ese malnacido y me meo en su pinche cuerpo... SALUD – grito y empezó a beber sin parar.

No paso mucho hasta que se terminara la botella completa, su mareo era mas que evidente por los pasos erráticos y constantes tropezones con los que regreso a casa.

Sancandose apenas ambos zapatos se lanzo contra la cama cayendo dormido rapidamente, hace tiempo que no bebía de esa manera, se prometió a si mismo dejar de hacerlo pero de vez en cuando no hacia mucho daño verdad?

Sancandose apenas ambos zapatos se lanzo contra la cama cayendo dormido rapidamente, hace tiempo que no bebía de esa manera, se prometió a si mismo dejar de hacerlo pero de vez en cuando no hacia mucho daño verdad?

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