Capítulo 33

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Los días siguientes a su llegada pasaron sin inconvenientes la paz que transmitía el lugar rodeado por naturaleza les hacia dejar de lado las preocupaciones o situaciones futuras que rondaban por sus cabezas.

Sus salidas no se limitaron para nada, con su ultima vista de la montaña completa a través del helicóptero pudieron ir a zonas mas alejadas y lograr llegar a la gran cabaña abandonada en la cima de la montaña, por mas que la curiosidad los embargaba no irrumpieron dentro de la propiedad y simplemente la observaron desde fuera.

Tampoco le preguntaban a Michelle o Fredy al respecto por que los veían muy ocupados últimamente, sobre todo a la alfa que iba y venia en la camioneta perdiéndose por algunos días y llegando totalmente agotada.

Ambos tenían la sensación de que se preparaba una nueva misión para ellos y debido a lo mismo la mujer caminada de un lado a otro, pero al preguntarle ella los despreocupo diciéndoles que las asignaciones de nuevas misiones solían tardar algunas semanas o meses y que ella también hacia lo posible para retrasar o asignar a otros agentes a la tarea asignada por el FBI.

Eso los calmo hasta cierto punto para resolver los conflictos mentales que aun les carcomían la cabeza.

Regresaban de su rutina diaria de salir a correr por las mañanas hasta que el cuerpo les implore parar y regresar a casa en medio de juegos y empujones compitiendo por quien llegaba antes, se detuvieron al ver la camioneta negra llegar nuevamente,...

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Regresaban de su rutina diaria de salir a correr por las mañanas hasta que el cuerpo les implore parar y regresar a casa en medio de juegos y empujones compitiendo por quien llegaba antes, se detuvieron al ver la camioneta negra llegar nuevamente, observando rapidamente antes de entrar a casa a un segundo acompañante ¿seria alguien del FBI? Se preguntaron ambos, y justo cuando terminaban de cambiarse el teléfono de la casa sonó, liberando el aire contenido y rogando que no se los fueran a llevar a rastras como la ultima vez Horacio contesto respondiendo un simple si antes de colgar.

Algo nerviosos se acercaron a la puerta de roble y la atravesaron persiviendo inmediatamente las feromonas a flores y durazno en el ambiente pero había otro mas, uno completamente familiar para ambos, como el café recién hecho sin una pisca de azúcar.

H – Papu – dijo al entrar y divisar a su antiguo jefe apoyado en una de las paredes, llevaba un traje y abrigo color negro con sus características gafas oscuras.

G – viejoooo

C – Como me llamaste anormal? Te voy a meter unas hostias que se te va a reiniciar el cerebro

G – venga que ya empezamos con la violencia, hace mas de medio años que me fui de los santos y lo primero que quiere hacer al verme es querer darme de golpes

C – pero si tú empezaste gilipollas

G – súper ya tiene que aceptar que tiene sus años

C – ya y tú eres un niñato

H – respeta a tus mayores Gustabo

M – venga, dejad de pelear que ambos parecéis niños – miraba la escena desde un rincón de la cocina, le causaba felicidad y nostalgia verlos interactuando de esa manera.

MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora