Puede que esté loca, puede que estubiese tan loca para hacer lo que iba a hacer por amor, e igual de loca me sentía por seguir queriendo al chico por el que estaba comentiendo aquella locura.
Y más loca aún, me sentía estando frente a aquella hamburguesa, de pollo, eso sí, pero ya era un animal, ¡y me lo estaba comiendo!
-Bueno, que tal te sientes comiendote a un animal, ¿es tan malo como pensabas?
La verdad esque no estaba nada mal, siempre he crecido comiendo verduras y con unas creencias muy marcadas, pero, ¿y que? Mi madre tambien había cambiado, ¿por que yo no?
-Sabes que sí no hace falta que me lo restrieges.
-¿Esto te ha hecho darte cuenta de algo más?
La verdad, sabía por donde iban los tiros, y no, una cosa es que haya comido una hamburguesa de pollo y otra muy distinta que hayan cambiado mis creencias sobre el toreo.
-Sigo pensando que los toros no son arte, es tortura, y ¿sabes que? Se me ha quitado el habre.
Normal, ya no había más nada que comer.
Llegamos a casa y nos encerramos en mi habitación a ver si nos "reconciliabamos" de nuestra pequeña peleilla respecto a los toros con unos mimitos sobre la cama. Pero no duraron mucho, mis hermanos volvieron a subir a mi habitación con ganas de fiesta.
Tras una tarde llena de juegos de pictureca, gestos, y muchos juegos más, nos fuimos a dormir. Luis se quedaba a dormir aquella noche, pero no se lo pusimos tan fácil, Miguel le bajó a dormir a la habitación de invitados, es decir, el cuchitril en el que intentaron meterme cuando legué. Apenas llevabamos unos minutos en la cama, estaban todos dormidos, ya no se oía la voz de Miguel en la habitación de mis hermanos, todo estaba en completo silencioby todas las luces estaban ya apagadas a excepción de la de mi telefono movil que marcaba ya las 11:47. Los mensajes de Samara me llebaban la pantalla de notificaciones.
-¿que tal con el noviete?
¿Como se llama? Era muy mono
-Sami no empieces, sabes que no te voy a contar nada
-Vale
-¡Bueno si insistes!
-No hay quien te entienda...
-Llevo un mes y medio ya con él, es todo tan raro, llevo un mes de escandalo, todos los días hago haciendo algo...
-Algo como que cerdii
-Nada raro. IDIOTA. Me refiero a que me lleva a un monton de sitios. Sesiones fotograficas, restaurantes, picknicks...
-¿Que vas a hacer para tu cumple? Que es mañana ya
-Lo se, dudo mucho que Luis lo sepa.
Miedo. Mi puerta se estaba entornando produciendo ese ruido tan raro que siempre me aterraba, rápidamente bloqueé el movil y me puse a rezar.
-No reces que no soy un dios.
-¡Que susto idiota!
-A que no te doy mimitos.
Que verguenza, y si nos quedabamos dormidos... ¿se darían cuenta de que emos pasado la noche juntos? Lo más seguro que si.
-Vete a tu cama.
-No seas borde, tengo algo que enseñarte.
No quería pensar mal, pero mi novio estaba en calzonzillos frente mi cama, hacía calor, por lo que yo andaba ligerita de ropa, repito, no quería pensar mal, pero me dió miedo ese "tengo algo que enseñarte"
-Ponte algo de ropa y sigueme
Respiré de nuevo y asentí. Me puse unos vaqueros cortos y una camiseta e hice lo que me mandó.
Pasando por el pasillo vimos a Miguel y los niños tirados el la cama, los tres roncando, y a mi madre espanzurrada en el sofá con el brazo colgando. Risas entre Luis y yo por aquella situación.
Luis me llevó hasta el edificio más alto y lo subimos, por las escaleras claro, y allí estubimos observando las estrellas y esperando al amanecer.
-Luis.
-¿si? Dijo mientras giraba la cabeza hacia mi.
-Tú, ya has, osea, que si ya... ¿me entiendes?
La cara de Luis era un poema.
-A ver que si tu ya has... "echo el amor"
-No
-¿No? ¡Y voy yo y me lo creo! Que tu ya tienes casi 18
-Pensé que te lo ibas a creer.
Me giré busque su oido y le susuré.
-Pues yo siempre he estado esprando a alguien que sepa para no sentirme rara.
Él se giró tambien. Nuestros labios rozaron de nuevo y esta vez hasta que salió el sol con quien nuestros cuerpos se aliaron, vestidos de nuevo conversavamos sobre lo que había pasado aquella madrugada.
-¿Que tal te encuentras?
-Bien, supongo
-Son las 6
-¿Son las 6 ya?
-Si ¿quieres que vallamos a por churros?
-Si, les daremos una alegría a los chicos.
Entramos por la puerta y el propio olor los despertó a todos que vinieron corriendo a por los churros.
-Las ojeras os delatan
-¿Que?
-Sandra hija que no soy idiota, yo tambien tuve 16, por cierto feliz cumpleaños.
Me sonrrojé por la pillada del 15 de mi madre pero me senté, intentando disimular, a tomarme el desayuno.

ESTÁS LEYENDO
El momento en el que me enamoré de un torero
RomanceSandra comenzó el verano con una mudanza a causa de la nueva pareja de su madre. Ella anti taurina y vegetariana nunca pensaría que lo primero que iba a hacer ese verano es ni más ni menos era enamorarse de un torero. ¿que mas sorpresas le esperan...