✵━━━━ 002. kapitel zwei

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Ladrón de gatos,

no puedes quedártelo, es mio, mi madre me lo regaló hace dos años ¿Cómo puedes ser tan malditamente insensible? ¿Acaso eres un Slytherin? Bueh, eso fue muy prejuicioso de mi parte. ¡Y eso que yo soy Slytherin!
── Jules M.


Querido chico de los gatos,

te equivocas, Jules, nadie de mi familia podría ser relacionada con esa casa. Aquí va una simple pista, soy de Gryffindor y no suelo robar gatos, pero Caos es adorable, como tú
── anónimo

Ladrón de gatos,

Gryffindor, debí de suponerlo. Los de tu casa siempre son fríos y desagradables con nosotros.
¿Desde cuándo se juzga por el color de tu corbata?

Por cierto, no olvides que puedo ir donde el profesor Snape y decirle que mi gato ha sido robado. Tengo las cartas como prueba, además, tu caligrafía puede delatarte.
── Jules

Percy leyó la carta con sumo cuidado, él sabía que eso era posible. Su caligrafía podría dejarlo al descubierto, pero el pelirrojo no era estúpido. Había cambiado su letra por una más desordenada y sin pulcritud.

ㅡ ¿Aún no has devuelto esa cosa? ¡Es repugnante!

ㅡ ¿Cómo te atreves? Caos es adorable ¿A qué sí? ㅡ el muchacho le sonrió al felino con ternura.

Oliver por su parte, se echó a reír casi quedándose sin aire pues la escena para él era muy cómica.
ㅡ Lo tratas como si fuese un niño ¿En serio crees que por secuestrar al gato más preciado del chico que te gusta, él te hará caso? Mínimo te va a golpear e insultar.

ㅡ Sí todo sale según mi plan, terminaré por adoptar al gato como mi hijo ㅡ Oliver negó con un gesto de cabeza, él no creía que Jules Morgenstern iría a perdonar a Percy, no cuando aquel animal parecía ser mucho más importante para el Slytherin que cualquier otra persona ㅡ: ¿Ya viste lo lindo que se veía hoy Jules?

Wood se golpeó la frente con la palma de la mano ¡El amor era una cosa que te hacía actuar de manera irracional! Bah y miren quien lo dice, el idiota que siempre aprovecha los partidos más clásicos de quidditch ── Gryffindor vs Slytherin ── solo para poder ver a Marcus Flint.

ㅡ Percival... el chico tenía ojeras muy visibles, si en realidad lo quisieras como dices, le darías a su gato. Tú no eres así, idiota ¿Dónde quedó tu inteligencia?

ㅡ Bueno... quizás la perdí cuando conocí a Jules... ㅡ Oliver estaba perdiendo su poca paciencia, se suponía que Weasley era el más racional y no al revés ¡Wood era el de las ideas estúpidas!

ㅡ Perce ¿Sabes que él no tiene ni la más mínima idea de quién eres? ㅡ el pelirrojo asintió desanimado.

ㅡ Por lo menos no me gusta un idiota que siempre se burla de mí al perder en quidditch ㅡ masculló sin mirarlo ya que se veía más entretenido acariciando a Caos. A Oliver le seguía pareciendo muy extraño que el gato no lo hubiese rasguñado como a él.

ㅡ Pero yo tengo la ventaja de que Flint si sabe de mi existencia y de que... ㅡ pero se calló de golpe al darse cuenta del desliz que casi llegaba a cometer. El pelirrojo lo miró acusatoriamente pero no dijo absolutamente nada. Ya se imaginaba lo que le estuvo a punto de confesar ㅡ. Oh, mira la hora... ¡Tengo entrenamiento!

El castaño se despidió rápidamente y salió de la habitación dejando a Percy con dudas ¿Cuánto tiempo llevaba ocultando a ese gato? ¿Dos días? Durante ese lapso el pobre Jules Morgenstern moriría de tristeza si no volvía a ver a Caos, sí, tenía a Tiger, Smoky y a Pericles ── de acuerdo, tenía pésimas ideas para nombres ──, sin embargo, aquel que se había perdido tenía cierto valor sentimental que ningún otro gato podía igualar. Caos había sido el primer y único felino que su madre le había regalado ¿Y quién iba a pensar que cuatro días después jamás la volvería a ver con vida? Lucinda Morgenstern fue a trabajar como todos los días, con sus precauciones y su varita encima, pero pese a ir decentemente y sin nada que la pudiese convertir en un blanco fácil, nunca más volvió a casa. Su familia quedó destrozada, los maullidos de todos los gatos de la casa Morgenstern se oyeron en la noche como ese aviso de muerte que según dicen los muggles, los perros hacen cuando fallece una persona de noche.

Era por eso que Jules era muy insistente con la persona anónima, era todo lo que le quedaba de su madre. Así que Percy se decidió por enviarle una carta contándole todo y quedar en un lugar apartado para devolverle a Caos y pedirle disculpas por su insensible, cruel e irracional comportamiento, sin embargo, cuando estuvo a nada de coger el pergamino, una lechuza de las del castillo entró bruscamente por la ventana. Y sí, la carta que traía era para él o bueno, para la persona anónima.

Ladrón de gatos,

espero Caos esté en buenas manos y que pronto tu vil corazón se apiade de mí, perdón si ves que el papel está medio húmedo, no pude contenerme. Sólo quería sacarme de dudas ¿Eres chico, cierto?
── Jules

Querido Jules,

no era mi intención hacerte llorar, espero puedas perdonarme. Sí, soy un chico. Yo... ¿Podrías dejar que Caos se quede conmigo más tiempo? Me he encariñado con él y repito, yo no lo robé, a mí solo me lo entregó una persona y me hice cargo de él
anónimo

Envió rápidamente la respuesta con la misma lechuza ya que Errol seguía durmiendo y no podía esperar. Tenía intenciones de decirle la verdad, pero tampoco quería desaprovechar la oportunidad de hablarle sin que los nervios lo matasen por dentro. Jules era un chico muy adorable y sensible como para estar en Slytherin, quizás por eso se fijó en él.

Concretamente a principios de su tercer año cuando chocó con él causando que su gato bengala se asustara y quisiera atacarlo, pero el chico lo evitó colocando su brazo antes que la cara de Percy.

« Tu... tu brazo dijo Percy al ver las heridas sangrantes que el animal le había causado : lo siento, fue mi culpa
No pasa nada, estoy acostumbrado. Tiger es algo agresivo, pero puedo soportarlo. Me gusta tu cabello, los pelirrojos suelen ser vistos como bichos raros de vez en cuando, yo creo que son geniales.
Ouh... gracias»

Realmente Jules había sido muy amable y considerado con él por haber evitado que su felino le rasguñara la cara, pero después pareció haberlo olvidado ya que nunca más se toparon o se hablaron. Pero al pelirrojo ese día le seguía haciendo ruido, lamentablemente para suerte o desgracia, sus pensamientos se vieron interrumpidos por la misma lechuza que había ingresado minutos atrás.


Querido chico,

me he tomado el atrevimiento de llamarte así ya que no sé quién eres. Sobre quedarte a mi gato más tiempo... de acuerdo, pero debes de prometer que lo devolverás. Es todo lo que me recuerda a mi mamá, nuevamente perdón por lo humedecido del papel.── Jules

DEAR CAT BOY, percy weasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora