Ecos del Corazón (7ma novela de Todo lo que soy)

Capítulo XVI

Capítulo XVI

    Alondra se cubrió con su chal, después de levantarse de la cama y acercarse a la ventana de su habitación. No había podido mantenerse un momento en ese baile que había sido invitada su familia. No había podido fingir indiferencia, cuando veía al resto de las personas divertirse tras la tragedia de otros. No era cruel, ni tenia un corazón malvado, a pesar de que se lo hubiese herido aquel de quien se burlaban en esa temporada. Le había pedido a su padre que le permitiese marcharse al sentirse agotada, aunque en ese lugar se encontraba viejas amistades que no tenían culpa de lo que le hubiese ocurrido. Se había alegrado ver de nuevo a Audrey y a Christopher Wilson. Había compartido un poco con ellos, prometiéndoles que pasaría a visitarles en algún momento. Y aun más, cuando sabía que su amiga finalmente había conseguido ser cortejada y que finalmente, después de que terminase esa temporada, habría una boda en la familia Wilson, y no precisamente la de su prima Suzanne Wilson, quien aún no lograba conquistar a un aristócrata con título, después de haber perdido su oportunidad con Matthew.

   Ni siquiera había podido conciliar el sueño. Dormir le había sido negado después de conocer sobre que había sido de Terrence. Su propio hermano le había tenido que admitir que eran verdad los rumores, incluso confesarle todo aquello cuando él y su padre habían ido a visitarle para enfrentarse con él, por lo que le había hecho a ella. Llamándolo, así como justicia divina, después de todo.

—Prométeme que no cometerás ninguna locura al saber toda esta verdad...—le había pedido Matthew mirándola con suplica—. Mucho menos ahora que pienso regresar a mi hogar, después de haber cumplido mi breve compromiso en Londres. No puedo ni pienso dejar a Isabella por mucho tiempo a solas, sabiendo que está a pocos meses de tener a nuestro primer hijo.

—No soy de las que se golpea con la misma piedra, hermano mío...No tienes nada de que preocuparte... Desde ahora en adelante te tendré a ti y a padre informado de mis decisiones... Incluso si tuviese la intención de verle de nuevo...

—Él mismo se labró su camino... Y esta pagándolo. No es nuestro problema como haya decidido arruinar su vida.

—Eso lo sé, Matthew...

—Y conozco tu noble corazón... Eres capaz de querer perdonarlo.

—El perdón se gana... Y...

—Solo prométeme, que después de saber sobre los cotilleos que esta divirtiendo a Londres en esta temporada de nuevo, no harás lo que pienso... No irás a verle... No irás a querer comprobarlo con tus ojos. Y querrás ayudarle a sentirse perdonado. Tú no lo empujaste a vivir de esta manera. Lo hizo su tío y sus decisiones erróneas... Al querer lastimarse, se lastimo a sí mismo y es la culpa de sus propios errores quien lo corroe cada día. No tú, ni nuestra familia.

    Alondra miró al cielo y comprobó que no había otra verdad que ser honesta consigo misma. Y una parte de ella lo había perdonado al saber esa verdad, mientras otra le recordaba que amarlo le era imposible. No ahora y no sabía si podría volver a amarle, pero si que quería hacerle saber que le había perdonado. Que era más de lo que podía darle.

    Y había tomado una decisión, sabiendo que el único que podía ayudarle seria su propio hermano, a pesar de lo que le había pedido.

     Cuando el sol apareció en la mañana, corrió al comedor y se encontró con él, antes de que él partiera a Hampshire. No podía perder más tiempo. Era ahora o nunca.

—Necesito tu ayuda antes de que partas a Hampshire... Y te prometo que no volveré a pedirte un mismo favor. Será la última vez.

—Me lo temía... Aunque por un momento pensé que había logrado persuadirte, pero por lo visto, he fracasado.

—Necesito verle... No podre vivir el resto de mis días sabiendo que tuve la oportunidad de cambiar la vida de un hombre destrozado. Ahora soy más fuerte de lo que fui... Y sólo quiero hacerle saber que le he perdonado y que no deseo mal en su vida. Quiero que deje ese encierro... Y luego me marchare contigo a Hampshire. Quiero estar junto a Isabella cuando nazca el primogénito de su familia... Quiero estar a su lado, de la misma manera en que siempre han estado ustedes en mi vida.

—Está bien...—resopló resignado, comprendiendo que no había otra alternativa—. Pero debes informarle a nuestro padre que te marcharas conmigo. Recuerda que esta temporada nos hemos reunido toda la familia paterna, además de reencontrarnos con nuestro abuelo materno, y ver los resultados que dejan el saber perdonar... Une a familias que se creían rotas. Los lazos se fortalecen... Y calma nuestras heridas.

—Entonces, me entiendes... Entiendes porque necesito perdonar.

—Sí, lo veo en tus ojos... Y no puedo negártelo. Ve a hablar con padre. Te estaré esperando para partir juntos...

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Ayer después de publicar me hice muchas preguntas sobre cómo quería realmente que terminará esta historia. Me vino dos ideas, pero solo gano una. Al leer este capítulo habrán sabido cuál ha sido. Pero quiero calmarles, aunque por allí vaya esa idea, he tenido y he decidido que sí... Haré la 8va novela de esta serie. Con varios personajes, aunque mientras vayan leyendo sabrán cuales serán los protagonista principales. Quiero que estén los hijos de los primos de James y la hija del capitán que muchas amaron... Y que vuelva a aparecer. ¿No les parece una buena idea? Además con nuevos sucesos que puedan hacer que Alondra amé de nuevo a Terrence... Me gustaría conocer su opinión. Por cierto, un vez más gracias por su apoyo, comentarios, lecturas, votos... 

Aclaró para las que aman los finales felices: Aunque no queden juntos en esta. Ella no lo hará sufrir ni él sufrirá en el siguiente. Pónganse en el zapato de Alondra... ¿Le creerían a alguien tan rápido de que está arrepentido y las ama? ¿O prefieren ver como va actuando después de ese momento en que se ven y le perdonan? ¿No esperaría ver que el tiempo les de las respuesta y finalmente darse esa oportunidad sin miedo?... No escribiré un final triste. Va a ser como abierto donde se vea la posibilidad de que ella lo amé de nuevo. Se los prometo.