Parte 6

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"Solo hay dos cosas infinitas...el universo y la estupidez humana...y no estoy seguro de lo primero...creo que aquel que lo dijo fue Einstein...pero lamentablemente nunca pude memorizar adecuadamente nada relacionado con historia...en cualquier caso...yo le agregaría un extra a esa frase, el universo, la estupidez humana...y el ingenio para matar al prójimo..."

Un páramo de muerte y sangre, sería lo más adecuado para nombrar aquel llano en medio de la nada cubierto por tierra calcinada y ceniza.
Las trincheras recorrían el paisaje, como una compleja red de carreteras que se perdían en el horizonte.
El suelo había sido total y completamente esterilizado por la artillería y el gas, nada crecía en kilómetros a la redonda y, pese a que los cañones y ametralladoras cesaron sus disparos, la bruma de los casquillos vacíos aún se esparcía como una neblina fantasmagórica que daba un aire aún más miserable al lugar.
Alambre de púas, cadáveres a medio enterrar, casquillos usados y cantidades demenciales de munición sin utilizar se esparcía como los únicos objetos crecientes en el lugar
El olor de la sangre, la pólvora y la miseria humana llenaba el lugar hasta el punto en el que muchos dudaban si aquel hedor desaparecería algún día

Definitivamente...no era un buen lugar para hacer turismo...

Ains miraba el único punto relativamente intacto en aquel paramo, un árbol calcinado por las bombas incendiarias soltadas a diario sobre él.
Sus ramas habían desaparecido, dejando nada más que un palo sobresaliente en el suelo obscurecido por el fuego y el barro.

Entre un aire nostálgico, el overlord se acercó lentamente hasta el tronco, mirándolo fijamente sin realmente importarle el desolado panorama que lo rodeaba, como si la única perdida que afligía su corazón fuese aquel árbol

-has aguantado demasiado...no es así...?-

La mano de Ains se extendió desde su cuerpo hasta tocar el tronco sin vida, acariciándolo tiernamente como un padre acariciaría las cicatrices de un hijo.

-pero ya pasó todo...-

"un mundo verde y azul, tan bello que ni siquiera ulbert-san tendría ganas de quemarlo....y ustedes lo desperdician así..."

Ciertamente blueplanet-san estaría furioso de ver esa escena, fue el único momento en el que Ains agradecía que sus compañeros no estuvieran junto a él, pues posiblemente al ver semejante destrucción la guerra contra el imperio sería inevitable.

-Ains-sama...me temo que esté no es un lugar adecuado para un rey-

La voz provenía de Tanya, que miraba con nostalgia como el sol se ocultaba más allá de los campos de la muerte, llamaba con delicadeza a Ains mientras llenaba sus pequeños pulmones con el aire hediondo que respiró durante tanto tiempo en su servicio.

Por un momento, la imagen del rey lamentando la muerte de ese simple árbol pareció incluso conmover a la misma Tanya, quien entendía lo que significaba una perdida tan valiosa como recursos naturales en algo tan inútil como una guerra, seguramente Ains-sama también entendía el alto costo que esa batalla había cobrado en vano
Hacía cuánto que no pisaba ese lugar...hacía cuanto Tanya había dejado de ser un perro de trinchera para volverse un ave de presa?

-perdone señorita Tanya, pero...me gustaría brindarle descanso eterno a las almas que aquí yacen...-

Su naturaleza de undead prevalencia sobre su conciencia humana y su cuerpo se sentía extrañamente cómodo entre la muerte y la podredumbre, pero no podía dejarse llevar por su deseo de producir no muertos, debía aparentar ser un rey sabio y misericordioso que se compadecía del sufrimiento ajeno.

-espero no le importe-

-para nada, es más, creo que muchos agradecerían que brindará una plegaria por los que aquí yacen...-

Overlord: La niña y el nigromanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora