Overlord: La niña y el nigromante

Parte 31

La declaración congeló a todos en el cuarto, desde sirvientes hasta el propio rey

-INSOLENTE MOCOSA!-

Uno de los generales estalló en cólera tras escuchar a la niña hacer una declaración derrotista tan a la ligera, aunque Tanya ya esperaba esta reacción

-General...guarde silencio-

La voz amigable del rey había desaparecido para dar paso a un tono serio y autoritario, que hizo al colérico hombre silenciarse.

-Por favor, continúe comandante-

-Bien, como le decía, para este punto solo se encuentran retrasando el avance enemigo, sin embargo no poseen una fuerza ni numerosa ni bien entrenada o equipada, en algún momento la línea del frente se romperá y volverán a verse superados sin oportunidad de reorganizar sus filas...jaque mate.-

El ánimo se volvió sombrío, no porque se considerara que la niña mintiera o hiciera comentarios inapropiados, sino porque, a diferencia de los generales y oficiales aún operativos de la milicia, ella dijo la cruda y dura verdad.

-...ya veo...-

-pero esto no significa necesariamente que debamos asumir la derrota-

Esta vez inclusive los reacios generales se vieron interesados

-Solos no lo conseguirán, pero por eso estamos aquí, para mostrar el interés de nuestro gobierno en respaldar a su majestad en el conflicto, por ello, solo debemos resistir 2 días a partir de hoy hasta el arribo de refuerzos-

Las palabras alentadoras de Tanya iluminaron la mirada de aquellos presentes...todos menos los ancianos a cargo del ejército

-Insinúa que, en nuestro precario estado, resistamos dos días más?-

-Es correcto-

-Y su rey enviará a todo su ejército en nuestro rescate, pasando por las naciones hostiles a su alrededor y arriesgándose a iniciar una guerra con sus vecinos?...sin mencionar su actual guerra contra el imperio baharuth?-

-no se enviará al grueso del ejército, sino a una fuerza expedicionaria reducida para apoyar ataques precisos-

Todos los presentes alguna vez habían sido testigos del poder descomunal del rey hechicero, sin embargo...podían confiar en que sus fuerzas militares ostentaran tan siquiera una milésima de aquel poder? La respuesta era clara

-Es ridículo, una fuerza suficientemente pequeña como para no causar conflictos políticos ni siquiera podría contener el avance de una división enemiga bien entrenada, sin mencionar las fuerzas de elite del sur que continúan avanzando como punta de lanza, también debemos considerar las maquinas de asedio, los hechiceros y aventureros contratados por el sur...-

Tanya guardó silencio, en verdad era algo que no podía refutar del todo, desconocía la fuerza del enemigo, pero no podía dar resultados negativos, no tras el fisco con nabe...su única salida era salvar la precaria situación a cualquier costo.

-Entiendo que pueda sentirse incomodo ante esta estrategia tan banal, por ello mi batallón y yo realizaremos ataques constantes para liberar presión en la línea del frente, de esta manera veremos cómo reacciona el enemigo mientras recopilamos inteligencia sobre su número y fuerzas-

Los ancianos se miraron mientras murmuraban, parecía que el discurso de Tanya no había logrado convencerlos, aunque afortunadamente el rey intervino apoyando a la comandante.

-Bien comandante...no es como si tengamos muchas opciones ahora, confío en el juicio del rey que luchó por nuestro reino una vez...así que hoy confiaré en usted-