Algo nuestro |Larry Stylinson|

Extra 1: Como nos conocimos

Especial del 14 de febrero. Aquí les dejo como nuestra pareja que nos hace llorar cuando recordamos sus momentos tristes, se conoció en esta historia.

La familia de un Louis de 14 años había hecho un viaje a Italia por sus vacaciones de primavera y el castaño había invitado a su mejor amigo Niall.

Un día común y corriente iban ambos pasando con sus bicicletas por un parque no muy lejano del lugar donde se quedaban, que en realidad era la casa de la tía Lourdes de Louis.

Estaban dando vueltas por el parque hasta que decidieron descansar, pusieron sus bicicletas en unos lugares exclusivos para ellas, Niall estaba esperando a su mejor amigo pues Louis no podía ponerle la cadena y el rubio como buen amigo que es, decidió no ayudarlo y que el solo aprendiera.

Cuando por fin pudo ponerla decidió retroceder unos pasos para salir de ahí, pues la había puesto a la mitad del espacio para bicicletas, dio unos cuantos pasitos más sin mirar atrás de él primero.

El castaño al salir de ahí se dió la vuelta y chocó con alguien haciendo que estos cayeran en el pavimento Louis arriba de la persona con la que había caído.

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Un Harry de 16 años había refunfuñado cuando su mamá le dijo que fuera a la tienda que estaba junto a un parque no muy lejos de su casa a comprar algunas cosas que hacían falta para la cena de esa noche.

Llevaba los ojos puestos en su teléfono después de cruzar la calle para llegar al parque no miraba hacia adelante haciéndolo así caer junto a alguien quedando el debajo de esta persona.

Estaba a punto de insultarlo por no fijarse cuando miró unos ojos azules que lo habían hipnotizado en este instante. Lo mismo pasaba con el castaño arriba de el.

Y se preguntarán dónde estaba el rubio de su mejor amigo, pues el estaba muy ocupado regañando a un heladero que estaba un poco lejos de ahí por no tener el sabor de su helado favorito.

Louis reaccionó a los pocos segundos de quedarse embobado con los ojos de aquel chico se levantó muy rápido gateando hacia atrás para salir del cuerpo del rizado.

—Lo siento, lo siento, lo siento estas bien? —ya de pie el castaño le tendió su mano al rizado aún en el suelo.

—Em s-si si tú, ¿estás bien?—respondió aún un poco aturdido.

—Si, yo estoy bien lo siento de nuevo no te miré—el ojiazul ya estaba un poco sonrojado a estas alturas pues ¡acababa de chocar con el chico más lindo que había visto!

Harry miró las mejillas sonrojadas de Louis y declaró que eso era lo más adorable que había visto.

—Bueno yo tampoco miraba hacia dónde iba lo siento también, soy Harry— sonrió con hoyuelos .

—Soy Louis— sonrió un poco tímido pero aún así se formaron las arruguitas a un lado de sus ojos.

—¡Louis porque tardas tan-oh! —llegó de repente su mejor amigo interrumpiendo el momento.—Hola soy Niall

—Harry un gusto—respondió un poco seco el rizado pensando que el rubio podría ser algo más del hermoso castaño ojiazul frente a el.

—Igualmente, Lou porque tardas tanto? ya te compré tu helado pero como comenzaba a derretirse, y el heladero no tenía del sabor limón con chispas de chocolate me lo comí lo siento por eso pero estaba delicioso.

—Bueno es que choque con Harry por eso tardé Ni.

—Bueno no importa ya, lo qué pasa es que ya me habló tu mamá, quiere que hagamos las maletas para tenerlas listas en cuanto nos vayamos.

—Disculpen que me meta pero a donde se van a ir?—preguntó el rizado preocupado pues no quería dejar de ver al castaño aún.

—Oh somos de Doncaster en Londres y nos vamos en dos días—respondió el castaño con una pequeña sonrisa mirando a Harry a los ojos

—Bueno creo que en ese caso debería irme no quiero que tu mamá los espere por mucho tiempo y yo tengo algunas cosas que llevarle a mi mamá también, espero volver a verte alguna ves Louis.

—Y yo a ti Harry— se sonrieron mutuamente uno mostrando hoyuelos y el otro sus arruguitas, con ojos brillando antes de que el rizado se fuera de ahí

—Bueno creo que a alguien le gustó el italiano— dijo Niall buscando sonrojar a Louis y lo logró.

—No digas eso Ni, no es verdad. Además no tenía el acento como mi tía.

—Wow ¡hasta notaste que no tenía acento! Yo la verdad ni siquiera pensé en eso.

—Ya vámonos Ni y ayúdame con la cadena.

—Bien solo porque tardas mil años y nos esperan en casa.

Y así se conocieron este par de enamorados que pensaban que no se volverían a encontrar, pero el destino decidió que ese no era el fin para ellos.    

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