5. Capitulo 12

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Contemple las gotas de agua caer del cielo con atencion, antes, cuando era humana, no me habia percatado de lo bonita que puede ser la lluvia. Sonrei al pensar en la forma en que las cosas cambian por completo despues de la transformacion, hasta la cosa mas insignificante puede convertirse en algo verdaderamente hermoso. Mire las rosas blancas y el como las gotas se deslizan entre los petalos para despues caer y colapsar en una pequeña explosion.

Observe la tumba frente a mi, el lugar donde esta el cuerpo de Verónica. Cada vez que vengo a Forks, este es mi primer destino, claro que en esta ocasion fue necesaria mi llegada a casa de los Cullen.

No me movi del lugar en que estoy parada, la lluvia no me molesta en lo mas minimo y mis piernas no se cansan.

Despues de mi conflicto con Bella, vine aqui. No fui capaz de entrar nuevamente a casa de los Cullen, no despues de que Renesme me viera diciendole algunas cosas a su madre, que aunque fueran ciertas, la pequeña no debio vernos asi. Y, por increible que parezca, este lugar me trae paz.

De repente, la lluvia dejo de caer sobre mi. No necesite levantar la mirada, puedo sentir a alguien justo a mi lado, puedo escuchar su respiracion y el movimiento de sus dedos sobre el mango del paraguas.

- Sabia que estarias aqui.

Su voz sono con suavidad, como si no quisiera romper el momento, la burbuja entre nosotros dos y el lugar de descanso de Veronica.

- Me da tranquilidad. -conteste de igual manera.- Aunque parezca extraño.

- ¿Sentir tranquilidad en un cementerio? ¿Extraño? -pregunta con algo de burla en su voz, sonrei un poco, y solo por un par de segundos.

- No te burles, Fred. -le reñi haciendolo sonreir.

- Le trajiste flores. -dice despues de unos segundos, suspira con cierta pesadez.- En esta parte, como tu hermano mayor, deberia decirte que debes superarlo y seguir adelante, dejar de venir aqui y permanecer horas sin moverte.

- Pero no lo haras. -dije adivinando, el nego con la cabeza.

- Odio la hipocresia, asi que no. -admite sin mas, me mira un par de segundos antes de regresar la mirada a la tumba de su esposa.- Tambien me gusta venir, es como si... no lo se, solo... me reconforta.

- Es increible como ella puede hacer sentir mejor a la gente que la rodea.

Fred me dio la razon. Verónica siempre fue alguien increible, especial. Una persona digna de admirar e imposible de olvidar.

- Lamento no haber podido salvarla, -murmure pensando en ese dia, cuando la encontre.- no hay dia en que no piense en ella.

- Dijiste que ya no te culpabas.

- No lo hago, se que ella no querria eso. -conteste.- Pero aun asi, me hubiera gustado poder hacer algo.

- En ese caso, yo tenia que protegerla. -lo mire tan pronto pronuncio esas palabras, mi hermano me regalo una sonrisa triste.- Era mi esposa, la madre de mi hija, ese era mi deber, asi que si alguien tuviera la culpa seria yo. Pero no lo fue, los unicos culpables estan muertos.

Ambos miramos la tumba en silencio, no teniamos que decir nada mas, los dos compartimos el dolor de la misma perdida.

Mire tras nosotros, el motor de su auto esta encendido.

- Dime que Bella no vino contigo.

- No pudo, esta muy ocupada siendo regañada por nuestro padre.

Bueno, un buen castigo no le hara daño, aunque dudo que sirva de mucho. La ventana del auto fue bajada y me encontre con dos pares de ojos mirandome, mire a Fred en busca de respuestas.

Hasta el amanecer ~CREPUSCULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora