Prologo

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La ciudad se encontraba en un completo e incomodo silencio, ya eran las 3:00 Am  y Oriana se encontraba oculta en uno de los callejones de la ciudad. Aun no se podía creer que su madre la haya traicionado de esa manera y es que ella era uno de ellos. Jamás tuvo que decirle la verdad, jamás tuvo que revelarle que ella sentía, que tenía emociones. Debió de escuchar a Estefan cuando este le dijo que se mantuviera callada sobre su secreto.

Ahora por lo que más temía era por su hermana. Catherine. Ella solo tenía 13 años y aun no tenía idea de nada, debía advertirle sobre su madre de un modo u otro, solo rezo por que esta encuentre la carta que le dejo antes de que sea demasiado tarde. Antes de que cometa su error. Oriana sabia mejor que nadie quien era Catherine y sabia que el virus no había funcionado en ella. El viento helado sacudió su largo cabello negro al cual recogió en una cola de caballo. Oculta tras los muros de un edificio pudo escuchar todo el ruido ensordecedor al otro lado. Las sirenas comenzaron a sonar y la ciudad cobro vida, soldados corrían de aquí para allá buscándola a ella y a su equipo, pero principalmente a ella. Las grandes pantallas ubicadas en los edificios que normalmente contenían anuncios de bebidas y marcas, ahora en ellas se encontraba su rostro. Lo que más le aterro fue las letras debajo de este: Se busca muerta o viva. Debía salir de aquella ciudad de inmediato o acabaría sin vida. Era ahora o nunca.

Se abrocho su chaqueta de cuero negra y es que el aire estaba realmente helado, se fijo que los cordones de sus tenis estuvieran bien sujetos. Noto una gran adrenalina que se adentraba por su cuerpo y supo que era el momento de echar a correr. Del otro lado la aguardaba Thomas listo para sacarla de allí así que debía ser rápida y sigilosa. Se preparo para correr y salió despedida al otro lado de la ciudad, evadiendo soldados y luces, escabulléndose entre los autos y pasando por oscuros callejones. Estaba solo unos metros de distancia cuando escucho un ruido cerca de ella. El pánico la envolvió por completo y su corazón se acelero al ver reflejada una silueta en el suelo.

Se dio la vuelta asustada por lo que le podría llegar a esperar. Un chico de aproximadamente 17 años de edad se encontraba detrás de ella jadeando y asustado. Era alto, con pelo rubio y rasgos bien definidos. Tenía ojos marrones aunque con la poca luz se veían negros. Era Jason.

-         Tonto, me asustaste- tillo Oriana en voz lo suficientemente baja como para que solo ellos escucharan.

-         Perdón, debemos darnos prisa, vienen hacia aquí. De milagro me salve y logre llegar sin que me vieran- Dijo tratando de incorporarse.

Tras estas últimas palabras ambos se dieron una ligera mirada y sin pensarlo dos veces echaron a correr. Hasta  llegar a su destino. Sin embargo al llegar allí no había señales de Thomas y todo estaba muy raro, como si algo anduviera realmente mal. Desconcertada comenzó a repasar en su mente y preguntarse si ese era el lugar de encuentro. Pero en un abrir  y cerrar de ojos se encontraron rodeados de soldados perfectamente equipados. Aunque uno de ellos resaltaba de los demás. Era Thomas.

Y antes de que pudiera reaccionar o siquiera decir algo sintió un disparo y un ruido ensordecedor que la dejo básicamente sin capacidad de oír, luego un líquido espeso comenzó a deslizarse por pecho. Oriana cayó de rodillas y sintió como el mundo se callaba en un terrible y eterno silencio. De un segundo a otro todo acabó.

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