Si pudieras volver el tiempo atrás ¿Qué cambiarías?
Celos, mentiras, engaño y dolor, corromper un alma pura puede ser un arma de doble filo. Shin deberá enfrentar un arduo camino de dolor, en el que sus sentimientos se verán puestos a prueba.
Keng d...
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Desde que la madre de Keng había entrado el ambiente de afuera, que debía ser liviano, se tornó pesado y desgastante, como si el viento se llevase toda la buena vibra y dejase lamentos y tristeza.
La escena se repetía una vez mas, Shin frente a Keng ¿Cuántas veces no habían estado así?
Ambos se miraban, sin embargo las miradas eran completamente diferentes. Shin mantenía una mirada latente, temerosa y a la expectativa, con temor en ella. Keng por su parte le miraba sereno pero podía percibirse el dolor en sus ojos, pero sobre todo, el cansancio de llevar tales males desde la situación en su fiesta de cumpleaños, donde Man había aprovechado el momento y desquitarse de Shin.
Esta escena no era nueva, sin embargo los roles solían cambiarse en algunas de ellas. A veces Shin miraba frío mientras Keng esperaba una respuesta, otras veces ambos eran serios, esta vez Keng era el frío y tranquilo mientras Shin el expectante y temeroso, pero la verdadera pregunta era el por qué de esto.
—Shin... —Keng miró hacia atrás serciorándose que su madre ya no estaba ahí —Dime... ¿Por qué?
—¿Por qué? —Shin no comprendía la interrogante de Keng.
—¿Por qué estás aquí? ¿Por qué haces esto? —Keng mantuvo su mirada tranquila, pero esto poco podía ocultar el cansancio de la misma.
—Yo... —Shin quería tomar la salida fácil y decir que no sabía el por qué, pero pronto supo que esa misma respuesta a veces le hacía daño a sí mismo —Yo solo quiero estar aquí... yo solo quiero estar contigo.
—Pero... —Keng replicó con evidente dolor —El que estés aquí me hace daño.
Al escuchar esto Shin se paralizó, dentro de sí solo pensaba en lo que fue su mayor temor... lastimar a Keng.
El pensar que todos podrían destruirlo, pero él se mantendría fiel a Keng, pero de pronto el miedo lo hizo alejarse provocando que Keng cayera víctima de la soledad. Sabía que su actitud había sido mala, sabía que había actuado sin pensar, pero escucharlo de Keng era muy doloroso.
—P'... Por favor... —Shin susurró muy dolido —No me permitas hacerte daño, sé que también te hice daño al alejarme...dime que debo hacer y lo haré.
—Debes alejarte —Keng respondió de manera instantánea haciendo que Shin se tensara aún más —Sabes... Hablé con él de lo sucedido —Keng dirigió su mano hacia la clínica.
Shin estaba a punto de hablar, pero la seguridad con la que Keng le pedía que se alejase lo desarmada por completo, sabía que no importaba lo que dijera, Keng ya había tomado una decisión.
—Mi estado actual se debe a la presión que todo ejercía sobre mí, tuve un colapso —La voz de Keng era tan tranquila que Shin temía que eso fuera solo una mascara y que ocultara algo triste —Había tanta presión sobre mis hombros, pero yo nunca pude notarlo, pero a pesar de ello hay algo que mantuvo mi espíritu a flote... Tú.
