Si pudieras volver el tiempo atrás ¿Qué cambiarías?
Celos, mentiras, engaño y dolor, corromper un alma pura puede ser un arma de doble filo. Shin deberá enfrentar un arduo camino de dolor, en el que sus sentimientos se verán puestos a prueba.
Keng d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Dónde está? —El padre de Keng exclamaba enérgico —¡Dónde está el causante de este problema!
Sin embargo los oídos de Keng se encontraban desconectados, sus sentidos estaban desconectados. Parecía como se el tiempo dentro de sí se hubiese congelado y el mundo exterior se sumergiera en una pausa.
—¿Por qué no apareces? —La madre de Keng susurró para sí misma deseando que la persona clave de este asunto apareciese, si tan solo pudiera tener frente a frente a quien considerara el destructor de lo que alguna vez fue perfrecto, la imagen de Keng.
Contrario a eso, Keng mantenía sus ojos en Shin y este hacía lo mismo, pero Keng no entendía el por qué de esta acción ¿Qué hace Shin en ese lugar? ¿Por qué está ahí?
Todo era muy confuso, todo era muy complicado, sin embargo, y con dolor, entendió que por el bien de ambos Shin debía permanecer alejado, quizá en ese momento.
—No fue nada —La voz sería y apagada de Keng se hizo escuchar.
—¿Qué? —El padre le devolvió una mirada fulminante.
—No es nada, no es nadie —Keng devolvió una mirada menos desafiante, pero igual de seria.
—¿Nos haces pasar por esta locura y juegas con nosotros? —La voz chillona de su madre se hizo escuchar uniéndose en lo que ya era una discusión bochornosa —¿Tratas de molestarnos?
—Trato de hacer que todo siga como está —Keng respondió bajando el tono de su voz —¿A caso no es eso lo que quieren? —Le dirigió su mirada a ambos —¿No es más fácil dejarlo todo por la paz?
—¿Paz? —Su padre se aproximó tomándole por el cuello —Gracias a tu paz nuestra reputación se fue a la basura.
Los ojos de Keng volvieron a llenarse de dolor, realmente sabía lo que significaba el problema, sin embargo escucharlo era muy distinto —Siempre supe que era eso, no se trata de mí, se trata de ustedes.
—¿Qué tratas de decir? —Su madre se acercó y junto a su padre le interrogó.
—Que nunca se trató de mí… siempre se trató de ustedes —La voz entrecortada de Keng, producto de la fuerza de su padre, ahora resonaba imponente —Siempre quisiste que fuera un ingeniero ¿Para qué? ¿para presumir lo en sociedad? —Los ojos de Keng se voltearon a su madre —¿Y tú? Nunca te importó qué fuera, sino que tan importante soy, tu problema ahora no es una fotografía con un chico, no es que haya golpeado a otro chico, tú problema es que me destituyeron y eso te duele, te duele haber perdido lo único que te hacía sentir orgulloza… un falso Keng que nunca hizo lo que deseó, sino lo que ustedes quisieron ¡Un Keng que los complace en todo!
La mano fuerte de su padre chocó contra su mejilla de una manera muy violenta, el golpe fue tal que pudo percibirse en el ambiente de una manera cruda.
