𝙉𝙚𝙫𝙚𝙧 𝙜𝙞𝙫𝙚 𝙪𝙥 | Oikawa T.

𝐸𝑠𝑔𝑢𝑖𝑛𝑐𝑒

Finalmente era viernes, estábamos en la cancha, casi terminando los entrenamientos cuando de repente el entrenador nos llamó a todos para que hiciéramos un círculo.

—Muy bien, chicos, tengo noticias.—Comentó mientras tenía un par de hojas en sus manos.—A petición de Oikawa les conseguí un partido de práctica con Karasuno, últimamente se dice que han mejorado como equipo y que los de primero son impresionantes.

Hubieron una par de murmullos al escuchar el anuncio del entranador.

—Ahora, hay dos puntos que quiero debatir con ustedes, primero, Oikawa me pidió que el armador en todo el partido fuera Kageyama Tobio, ¿Están ustedes de acuerdo?

Hubo un intercambio de miradas entre todos los miembros y pequeñas conversaciones.

—¡Sí!

—Bien, segundo, tengo entendido que hubo cierto mal ambiente entre este chico y dos de nuestros nuevos miembros.—Dijo observando de reojo a Kunimi y Kindaichi.—Chicos, ¿Tienen algún problema con la realización del partido de práctica?

—¡No, entrenador!—Respondieron a la par.

—De todas formas podríamos enfrentarnos en el torneo, no podemos estar escapando el uno del otro para evitar incomodidades, si hay que jugar con él lo haremos.—Respondió Kindaichi con firmeza.

—Además, ahora estamos en la preparatoria, no podemos dejar que los acontecimientos de la secundaria nos afecten y nos eviten jugar un partido que podría sernos útil para mejorar.—Acompañó Kunimi mientras miraba al entrenador.

Al escucharlos todos sonreímos con orgullo.

Muchos sabíamos que Kageyama se había vuelto muy demandante en la cancha, que ordenaba y ordenaba cosas a sus compañeros de equipo, de ahí su apodo de "el rey". Incluso los chicos nos habían contado que habían tenido cierto intercambio de palabras en el último partido que tuvieron juntos. Así que verlos aceptar sin dudar un partido con él era algo inspirador.

—Entonces bien, el partido será en un par de semanas, así que vayan preparándose.—Dijo el entrenador con una sonrisa en el rostro.

Después de que el entrenador se retirara los chicos fueron hacia los de primero para darles pequeños golpes en sus espaldas y molestarlos un poco por sus palabras tan inspiradoras.

—Kindaichi-chan, estabas bastante seguro y firme, me sentí conmovido.—Comentó Oikawa mientras posaba una de sus manos en el hombro del mencionado.

—¡Es verdad! Además, nunca había visto así a Kunimi.—Dijo Takahiro dándole un golpe en la espalda al de primer año mientras sonreía.

—Ahora me siento más encendido por jugar ese partido, todo gracias a las palabras de mis queridos kohais.—Oikawa mantenía una amplia sonrisa mientras elevaba un puño.—Será un partido bastante interesante.

Las semanas iban pasando, los entrenamientos eran como siempre. Desde la llegada de los de primero el ambiente se volvió aún más divertido ya que de a poco estos se iban soltando y comenzaban a seguir las bromas de sus mayores. 

—Realmente te veías como un tonto, Oikawa, ¿Qué clase de expresión es esa?—Dijo Iwaizumi mientras se reía.

—Kunimi-chan, dile a Iwa-chan que no me veía así.

—En realidad... Realmente tenía una expresión muy extraña, Oikawa-san.—Respondió mientras intentaba ocultar su sonrisa con una de sus manos.

En ese momento Iwaizumi estalló en risas seguido por los demás miembros de tercer año y algunos de segundo mientras que Oikawa se llevaba una mano a su pecho y mira muy ofendido a Kunimi. En ese momento Iwaizumi le extendió su puño al menor, lo cual sorprendió un poco al de primer año pero después chocó su puño con el de la estrella del equipo. Las risas nunca faltaban en los entrenamientos.