No dejes que el miedo pueda contigo... (pt. 1) (C)

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No dejes que el miedo pueda contigo... (pt. 1)

Antes de juntarse de nuevo con el resto de invitados, Cass se pasó por la mesa, se bebió un vasito de agua para calmarse un poco y Luchia le pasó una servilleta para que se terminase de secar la cara de las últimas lagrimillas.

—Gracias... —susurró Cass.

Vio a su padre venir acompañado de Vin y Lucy. Respiro hondo y los recibió con una sonrisa enorme.

—Bueno chica, nosotros tenemos que irnos ya... —Dijo Lucy nada mas acercarse a ella abriendo los brazos para despedirse con un abrazo.

—Ha sido genial teneros aquí. Siento no haber pasado tanto tiempo con vosotros, ha sido un día de caos absoluto, ir y venir entre toda la gente... —se disculpó Cass antes de abrazar a su amiga. —Ha sido genial ver todas vuestras firmas en la tabla. Me ha hecho muchísima ilusión. Ahora os tengo a ambos equipos juntos para los restos. —Les dijo realmente contenta.

—Para eso estamos tía. Que te hayas mudado no significa que vayas a librarte de nosotros tan fácilmente. —Le dijo entonces Vin ofreciéndole un puño cerrado para que la chica lo chocase.

—Por supuesto. —Dijo la chica chocándole el puño sin vacilar. —De verdad que me he alegrado mucho de veros, chicos. Mi cumpleaños sin vosotros no habría sido lo mismo. Y abrazó a ambos con fuerza. —Espero que tengáis un buen viaje de vuelta, mas os vale escribirme cuando lleguéis ¿Eh? —Les dijo cuando se separaron y volvieron a chocar los puños.

—Por supuesto, cuenta con ello. —Dijeron antes de darse la vuelta y juntarse con el resto del equipo, que se despidió de la chica de lejos, haciendo el tonto con los brazos, consiguiendo que las nuevas amigas de Cass y la propia Cass se riesen.

Cass los vio marcharse y cuando perdió la cabeza de Vin, que era el más alto del equipo, de vista su padre le pasó un brazo por los hombros.

— ¿Qué te ha parecido tu día, cariño? —Le preguntó de nuevo.

—Ha sido una pasada papá. No sé como os las habéis arreglado, pero lo de hoy, ha sido una sorpresa tras otra... — Le dijo con tranquilidad. — ¡QUE ME HABEIS REGALADO UNA TABLA DE SURF PROFESIONAL, PAPÁ! Que le da como ochocientas vueltas a la que se rompió en el campeonato ¿Cómo pretendes que no flipe con semejante regalazo además de una fiesta sorpresa a la que habéis conseguido invitar a toda la gente que me importa? —Le dijo mucho más alegre dándole un abrazo.

—En realidad, tu madre y yo solo tenemos la culpa de haber tenido la idea de la fiesta sorpresa. —Confesó Charlie alzando la mano como si estuviese en un juicio. —Todo lo demás, tabla incluida, ha sido cosa de tus amigos, cariño. —Le dijo contento. —Y ver que ha sido semejante acierto, aunque ahora tengas los ojos como bollos mojados porque te has hartado a llorar de sorpresa en sorpresa, ha merecido la pena verte hoy tan feliz. —Añadió mientras se acercaban de nuevo a las mesas.

—En eso estoy absolutamente de acuerdo con tu padre, cielo. —Dijo Marina, que los había oído hablar. —Por cierto, tus amigas me acaban de pedir permiso para que te vayas a dormir con ellas al Hotel, quieren terminar de darte la fiesta allí. Y solo por la ilusión que le hace a Luchia y a Seira, no he podido decirles que no, así que si quieres ir a dormir con ellas hoy, puedes sin ningún problema cariño. —Le dijo contenta dándole un beso en la frente.

—Que guay mamá, muchas gracias. —Respondió la chica sorprendida. —Ahora hablaré con ellas, porque la verdad es que no sé qué hacer... me ha pillado muy de sorpresa. —Dijo mirando de reojo al grupo de sus amigas por encima del hombro de su madre.

{FANFIC} ¡VOZ NEGRO PERLA!: La Legendaria Princesa del Reino del Fondo del Mar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora