¿La Cura De La Petrificación?

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     Con muchas uvas que el buen Taiju había recolectado, y con un entusiasmo al diez mil millones por ciento, ambos chicos se pusieron a trabajar en hacer vino, claro que, mientras Senkuu exprimía poco a poco las uvas en un recipiente, Taiju aplastaba cientos con su pie, solamente por eso Senkuu decidió dejarle ese trabajo a su fuerte compañero. Al tener toda uva hecha líquido y con moverlo diariamente durante tres semanas el vino estuvo completamente listo.

-Esto...- El menor llevo un poco del vino a su boca, tan solo con probarlo unos segundos y tragarlo no pudo evitar sonreír un poco. -Nada mal, aunque...- Cambió drásticamente su cálida sonrisa a una burlona, casi rozando lo psicópata. -¡Es muchísimo peor que el vino barato que puedes conseguir en cualquier supermercado, eso es seguro!-

-¡Increíble!- Exclamó Taiju al terminar de tragar un poco de aquel líquido. El no era de beber mucho en el pasado, pero debía admitir que le gustaba el vino que había preparado con sus manos. -¡¿Y de aquí en cuando el vino es tan fácil de hacer?!, ¡No tenia la menor idea!-

-Cualquier idiota puede hacer vino, pero claro que...- Volteo a ver a Taiju mostrándole una dulce sonrisa. -¡Hacer vino de esta manera era super ilegal!~-

Taiju dejo caer su cabeza un poco de lado con algo de decepción en su rostro. -¡Con razón!-

-No pongas esa cara tan tonta, el verdadero trabajo empieza aquí...- El castaño abrió un ojo mirando a su amigo. -¡Este es el primer paso hacia la cura de la petrificación!, ¡El vino!...- El menor alzo un dedo al aire. -Ahora vamos por el segundo, ¡La destilación del vino!- Alzo un segundo dedo.

-¡Si..!- El tono de voz del castaño empezó siendo alto y alegre, aunque fue decayendo poco a poco hasta finalmente guardar silencio. Poso una mano en su nuca observando apenado, y un poco sonrojado, a su mejor amigo. -No tengo ni la menor idea de lo que estas hablando-

-¡Pues no me sorprende, tu, pedazo de..!- Senkuu se giro para ver furioso al contrario, más el puchero que hacía Taiju le hizo casi imposible al rubio el terminar la oración, cerro su boca observando casi hipnotizado al mayor, parecía un cachorrito regañado con esa jodida cara. -No importa- Desvió su mirada retirándose a buscar lo que necesitaban para comenzar con el segundo paso de la cura.

-...- Taiju parpadeo varias veces incrédulo de lo que vio, el gran Ishigami Senkuu... ¿No le gritó muy a pesar de que se merecía un regaño?, el castaño le causaba mucha curiosidad el porqué el rubio se detuvo a media oración... Pero decidió solo alzar los hombros, aunque quisiera preguntarle a Senkuu lo que le pasaba en ese momento tenían prioridades... La destilación del vino.

Ese día comenzaron el largo proceso de destilar el vino que prepararon, Senkuu, ya con un recipiente de barro listo para hacer el trabajo, trato de iniciar la tarea, pero en cuanto dijo unas palabras el recipiente reventó ensuciando completamente su ropa. Después de muchas palabras de aliento y un sincero pésame por su recipiente de barro destrozado, Taiju y Senkuu, ahora si, comenzaron con el segundo paso para la milagrosa cura de la petrificación.

Aquel proceso duro un buen tiempo, los meses pasaron volando, entre la destilación del vino y los numerosos experimentos que tuvieron que realizar en distintas aves petrificadas, ambos chicos continuaron juntos lado a lado por todo el arduo camino.

Claro está que Taiju continuaba con su rutina de buscar comida en el día, la única diferencia era que regresaba más temprano para acompañar a Senkuu en los experimentos, estaba decidido a estar al lado del rubio en cuanto consiguiera la aclamada cura, quería ver la cara de felicidad de Senkuu en cuanto eso pasara, quería ser el primero en abrazarlo y felicitarlo por todo el trabajo que realizó.

¡Protégelo! (Senkuu x Taiju) (TaiSen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora