¡Protégelo! (Senkuu x Taiju) (TaiSen)

El Lugar De Yuzuriha

     La noche en que llego Yuzuriha fue una de las más movidas para Senkuu y Taiju en meses, horas y horas explicando y conversando sobre algunas cosas hacía que el ambiente fuera uno muy relajado y divertido, mayormente gracias a Taiju quien era el que más hablaba. Senkuu tuvo que terminar la conversación ya que sentía que era muy tarde y tenían cosas que hacer al siguiente día.

Justo como había dicho, a la mañana siguiente este se dirigió a la cueva del agua milagrosa a buscar más y tuvo que dejar a Taiju acompañarlo ya que el mayor no dejaba de molestarlo con que estaba preocupado de que se fuera solo, en cuanto el castaño le prometió a Yuzuriha que nada malo le pasaría en el campamento cruzo por el atajo junto al rubio saliendo de la vista de la menor.

Yuzuriha terminó rápido su desayuno de deliciosos hongos cocinados y se dirigió directo a la casa del árbol, entro a esta empezando a darle un vistazo a las pieles de animales que había allí, estaba muy impresionada con la suavidad de algunas de estas, incluso unas tres pudo estirarlas sin ningún problema.

Encontró unos trajes de invierno en una de las cestas que había en el lugar, el más grande, el cual sospechaba que era el de Taiju, se le había descocido un poco el lugar del cuello, rebusco entre las cosas hasta que consiguió una aguja y una bola grande de hilo, y así fue como la castaña comenzó a coser y coser mientras escuchaba a las aves cantar afuera brindándole una linda tranquilidad.

Cuando escuchó a Taiju gritando su nombre termino con su trabajo y dejo el traje doblado en el suelo para luego salir de la casa del árbol donde ambos chicos la esperaban. Ella bajó siendo recibida por Taiju quien pensaba que había desaparecido y algo peor.

Por si se lo preguntan, Yuzuriha ya esta tan acostumbrada a la exageración de Taiju sobre todas las cosas que ya incluso lo ve como algo normal.

-¿Consiguieron lo que buscaban?- Pregunto ella mirando a ambos chicos, estos asintieron al unisonó.

-Casi lleno...- Senkuu alzó la pequeña vasija que tenía el agua milagrosa, la castaña sintió mucha curiosidad, ¿Cómo un agua podía deshacer la petrificación?, ni ella podía creerlo todavía. -Haremos un poco de alcohol y empezaremos a traer a más personas, no creo que tardemos mucho, ya tenemos la receta que funcionó con Yuzuriha, en tres meses o menos despetrificaremos a otra persona-

-¡Genial!, ya quiero saber a quien traeremos ahora-

-¿Qué tal a nuestros padres?- Pregunto nuevamente Yuzuriha ganando la atención de ambos chicos. -No dudo que mis papás nos serán de mucha ayuda, mi papá trabaja en la construcción y mi madre es enfermera-

Taiju desvió incomodo la mirada, no dudaba que revivir a los padres de Yuzuriha sería muy bueno, se llevaba excelente con ellos y también con el papá de Senkuu el cual era casi tan listo como Senkuu, ¡No por nada se había convertido en astronauta!, pero, ya hablando de sus propios padres, ni siquiera recordaba en que trabajaban, lo único que sabía era que eran trabajos que les exigía viajar mucho dejándolo completamente solo en casa.

Sonaría muy mal si lo dijera en voz alta, pero...

-No los quiero devuelta...- Se dijo así mismo haciendo que su mirada se volviera fría, ni Senkuu ni Yuzuriha se dieron cuenta de ello.

-No suena mal, pero mejor enfoquémonos en revivir a las estatuas que están más cerca, será mejor por el momento- Explicó brevemente el rubio sacando a Taiju de sus pensamientos, este sonrió muy agradecido, otra vez se había salvado, no tendría que dar explicaciones de nada.

-Si tu lo dices, Senkuu, por mi está bien- Respondió la menor brindándole una sincera sonrisa al rubio.

Después de esa pequeña conversación, Taiju quiso invitar a Yuzuriha a cazar con él ese día, más todo lo que recibió fue una avergonzada Yuzuriha que decía que no podía, parecía que quería hacer algo importante, el mayor no le dio más vueltas al asunto, fue a buscar una cesta y su arco y flecha y salió a hacer la cacería del día.