¡Nunca Nos Rendiremos!

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(Capítulo muy largo)

Los tres adolescentes con un paso apresurado lograron llegar rápido al campamento entrando en este, Yuzuriha guio a Taiju y le pidió que se sentara en el suelo cerca del lugar donde siempre hacían las fogatas, el castaño le hizo caso sin responderle nada, tenia la mirada baja y parecía estar cansado y algo decaído.

Senkuu le indico a Yuzuriha buscar una cosa en la casa del árbol mientras él se dirigía al laboratorio a buscar el alcohol que tenia guardado, la menor escalo rápido hasta la casa del árbol y busco una delgada, pero larga tela de color gris claro la cual, además de ser muy suave, podía estirarlo sin problemas, así que se la llevo abajo.

La menor cayó a un metro de Taiju ya cuando Senkuu se encontraba parado delante de el con el recipiente con el alcohol en la mano, el rubio se arrodillo frente al de cabello castaño mirándolo por unos segundos y frunciendo un poco el ceño por la expresión tan vacía que tenía Taiju en la cara.

-Grandulón, abre la boca...- El contrario no dudo ni un segundo en acatar la orden, Senkuu se quito el brazalete que le había regalado Yuzuriha ante la curiosa mirada de esta, colocó el brazalete en la boca de Taiju ganando ahora la mirada confundida de este. -Muerde el brazalete y destápate el pecho-

El mayor asintió un poco, se retiro la parte de arriba de su vestimenta dejando ver su pecho y las enormes heridas en este que aun sangraban un poco, Taiju tuvo que cerrar un poco al sentir un punzante dolor al sentir el viento chocado contra la carne de su herida expuesta.

-Muy bien, respira profundo...- El castaño acato una vez más la orden del rubio, este empapo rápido un trapo con el alcohol que había traído, y, sin darle tiempo a Taiju de reaccionar y a Yuzuriha de decir algo, Senkuu colocó la tela empapada sobre las heridas de su mejor amigo.

Los ojos de Taiju se abrieron como platos y su mandíbula se cerro fuertemente sobre el brazalete al sentir el alcohol tocar y penetrar sus heridas provocándole un agudo y horrendo dolor, sus manos apretaron con fuerza la hierva fresca que tenia debajo arrancando varias partes de esta, no tuvo ni tiempo de soltar una lagrima ya que el profundo dolor no le permitía reaccionar, solo retorcerse y sufrir soltando algunos jadeos ahogados por el brazalete de Senkuu.

El rubio apretó un poco más la tela sobre las heridas antes de finalmente retirarla dejando al castaño finalmente respirar. -Eso será suficiente... Yuzuriha...- Se volteo a ver a la chica quien tenia sus dos manos tapando su boca mientras veía asustada como Taiju gemía de dolor y se retorcía en su lugar. -¡Yuzuriha!-

-¡Ah!, ¿S-Si, Senkuu?- Contestó la chica volteando a ver al rubio.

-Cubre la herida de Taiju con la tela, no quiero que nada de la herida quede sin cubrir, además, busca un poco de agua y haz que se lave la cara, sobre todo esas dos heridas que tiene en su mejilla...- Apunto con un dedo haciéndole ver a la castaña de lo que estaba hablando. -Y cuando termines haz que descanse un rato, que tome una siesta o lo que sea, pero quiero que descanse, ¿Entendiste?-

-Yo...- La fría mirada que le dirigió Senkuu ante su indecisión hicieron que la menor se sobresaltara un poco y asintiera un poco nerviosa con la cabeza. -¡S-Si!, ¡He entendido todo!-

-Bien-

El menor dio media vuelta, camino unos pocos pasos antes de detenerse y darle una ultima mirada a su mejor amigo, Yuzuriha pudo notar que los ojos de Senkuu reflejaban una tristeza profunda, tan profunda que ni ella podía en su totalidad de que se trataba, ¿Preocupación?, ¿Inquietud?, ¿Tal vez un poco de pena por lo que le paso a su mejor amigo?, la menor no lo sabía y tampoco pudo adivinar más ya que Senkuu decidió continuar su camino al laboratorio dejando a ambos amigos completamente solos.

¡Protégelo! (Senkuu x Taiju) (TaiSen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora