Capítulo 8

114 26 2
                                    

Flashback

Correr detrás de ella no era aburrido,porque la mejor parte de poder atraparla era escuchar sus pequeñas risitas y como hacía berrinche. Recuerdo incontables veces verme en el jardín buscando las famosas Lirios de agua, una fragancia un poco suave pero con un hermoso color azulado.

- Pequeña- comentaba mientras caminaba lentamente detrás de ella para evitar que se cayera. Para ser una bebé tenía demasiada energía.
Eran las 7 de la mañana y estábamos persiguiendo una mariposa. Que se encontraba encima de las flores.

- Ten cuidado, ven dame la mano - comentaba mientras escuchaba sus pequeñas rabietas y me miraba con el ceño fruncido para volver a seguir la mariposa.
¡Niños!
¿Me acaba de regañar una bebé?

- Yeh Shuhua - dije mientras me detenía y la observaba olvidarse de la mariposa para voltear a verme con sus labios temblando.

¡Oh no!
¡No! ¡No! ¡No!

Sus pequeños ojitos se empezaron a lagrimear mientras se acercaba a mi y me abrazaba pensando que estaba enojada con ella.
Nunca podré olvidar como estiraba su pequeña manito para darme una lirio. Mientras me miraba con tristeza.
- Bebé, no estoy enojada contigo. Solo no quiero que te lastimes ¿Dame la mano sí? Vamos a buscar la mariposa - comenté, dándole un beso en su frente.

El sol estaba en su máximo esplendor y una dulce brisa hacía danzar los hermosos árboles que nos rodeaban y acompañado de eso podía escuchar el dulce canto de las aves junto a la dulce risa de Shuhua.

- Lastima que este momento no pueda durar para siempre - susurré mientras veía las pequeñas heridas que mi bebé tenía por sus pequeñas piernas y su manito.

Hoy era el día que enfrentaría al desgraciado de mi tío y le haría saber que no se iba a salir con la suya, mientras yo estuviera viva lo haría sufrir como el perro que es.

- Mmm - empecé a escuchar mientras Shu jalaba mi hoodie.

- ¿Qué sucede honey? - comenté mientras me agachaba.

Su piel era tan blanquecina que a veces la molestaba comparándola con un tofu, su cabello negro ondeaba con el viento y su sonrisa con  dos dientes la hacía ver demasiadoo adorable.

Para ser una bebé tan pequeña poseía un carácter muy fuerte. A veces me sorprendía lo mala que podía ser o como tan de repente volvía a ser una dulzura.
-mmm- mencionó mientras señalaba la mariposa que se había colocado sobre mi flor.

Se acercó de manera lenta y se agachó para observarla pero por azar, estornudó asustando a la mariposa.

- No te preocupes bebé, otro día veremos más, vayamos a desayunar - le comenté mientras la tomaba en mis brazos y nos devolvíamos.

Antes de ingresar a la mansión se empezaron a escuchar los típicos gritos mientras se estrellaban platos - No te preocupes bebé, no dejaré que te hagan nada - llevándome la sorpresa de ver a mi tío golpeando a mi tía - vaya esposo - comenté pasando de largo con Shuhua hacía la cocina.

- No me provoques Miyeon- mencionó mientras se reía de manera burlona.

Recuerdos venían a mi mente pero gracias a una pequeña picando mi mejilla los olvidé. Trataba de atesorar todos estos recuerdos por si no salía viva de lo que se venía.

Después de un exhaustivo llegó la hora, caminé hacia su oficina con determinación. Sentía el enojo recorrer mis venas pero trataba de controlarme para no hacer una locura.

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora