Capítulo 5

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Otro día más de mi interesante vida, a empezar mi rutina diaria. Me levanto, elijo un atuendo que sea cómodo y casual y me dirijo a la ducha, salgo y bajo a desayunar. Charlamos con mi madre de nuestra emocionante tarde del día de ayer, tomo mis cosas y directo al colegio. Esta vez estoy feliz porque mamá me presto Mi bebe, ahora es oficial, es MIO.

Encamine hacia el casillero para buscar mis libros de Lengua, otra horrible materia y esta vez voy a hacer que no me saquen. Estoy de buen humor para renegar con los profesores que tienen algún animal vivo entre los dientes.

-Hey Anna, hola-. Saluda Jes acercándose a mí para darme un gran abrazo.

-Hola Jesse, Adivina que!-. Dije emocionada esperando que me conteste.

-¿Alguna novedad?-. Respondió sonriendo

-Ahora mi bebe, es oficial ¡MI BEBE!-. Remarque la palabra "Mi bebe" y salte de la emoción y ella me imito.

-Wow Anna, te felicito-.Dijo parando de saltar.-Ahora es oficial, tenemos nuestra propia Chofer con Rossie - Dijo sonriendo

-Hablando de Rossie- La mire seria -¿Donde esta esa maldita perra? Desde ayer en el centro comercial no la veo, no me mando ni un mensaje, señales de vida, nada-. Dije caminando con Jesse al lado para ir juntas a la hora de Lengua.

Yendo a clases encontramos a Dakota y misteriosamente, sus perritos no estaban

-Hola chicas- dijo sonriendo Dakota

Con Jesse reímos y Dakota no entendía nada.

-¿Qué pasa? ¿Por qué se ríen?- Pregunto con curiosidad

Estaba por responder, pero Jes se adelantó -Preguntas ¿Qué pasa? ¿En serio Dakota?-.

-Si chicas, quiero amigarme con ustedes ¿No se puede?

-NO-. Gritamos Jes y yo al mismo tiempo.

-Vete, vete perra, no te queremos aquí- Le dije mientras ella se daba vuelta.

-¿Quien se cree que es para venir a hacerse la "amiguita”? La odio a la maldita-. Le dije a Jess mientras íbamos a la clase de Lengua, era la única materia que nos tocaba juntas, con Rossie, pero ella no aprecio en todo el día.

Entre a clases, mi primera vez en todo el año que llego temprano. Me senté en mi lugar junto con Jes, hago un paneo general a toda la clase y me encuentro con Frank Robinsson mirándome. Es muy intimidante e incómodo.

 Narra Frank Robinsson:

 La vi entrar y sentarse en su lugar junto con su amiga. Empecé a mirarla para incomodarla y lo logre. ¿Y que gane a cambio? Que me muestre el dedo corazón.-Pero si esta chica es muy sutil-.Pensé. La salude con la mano y me dio vuelta la cara y me ignoro.

Terminamos la clase de Lengua, mientras todos salían, inclusive ella me acerque lentamente y por atrás. -Nadie ignora a Frank Robinsson-. Le susurre en el oído. Ella no se dio vuelta.-¿Así que nadie eh? Mira cómo te ignoro-. Dijo Anna mientras giraba para verme.-Acuérdate de las tutorías, idiota- dijo, se dio vuelta y caminó a su próxima clase.

Oh, esta chica me está empezando a volver loco. Pero si ella juega que me ignora ¿Por qué yo no? Y no entiendo porque me insulta siempre. Tengo que averiguar qué está pasando.

Era hora de darle clases de matemáticas a Anabelle, me dirigí al cuarto de tutorías y allí estaba ella esperándome, concentrada con su celular y sonriendo mientras mandaba textos.

-Bueno cielo, tienes que dejar ese maldito celular si quieres aprender-. Le dije sacándome el abrigo y acomodándola en el asiento.

-Si jefe, como usted diga-. Guardo su celular en la chaqueta y saco el material que usaríamos mientras yo me sentaba al frente de ella.

Empecé a explicarle los temas que no entendía, es terca, pero la hice entender. No me costó mucho ya que ella es muy inteligente, sacando la parte que siempre la sacan de todas sus materias. Bueno, la mayoría. A los profesores no les cae muy bien ya que no presta atención, pero tiene buena memoria. Empezó a guardar sus cosas. Puso sus manos en la mesa, me acerque y le sostuve sus delicadas manos, nos miramos y lentamente nos paramos, hice que se acercara a mí, solté mis manos y una la puse en su cuello y otra en su cintura, la atraje hacia mí y ella obedeció. Lentamente, me acerque a sus hermosos labios y la bese.

Se soltó de mi despacio.- ¿Que fue eso?-pregunto sonrojada.

-Te dije que me darías un beso para que sea tu tutor, preciosa-. le respondí.

Me dio una gran bofetada, recogió sus cosas y salió del cuarto de tutorías.

Lo que no entiendo, es que me gustó mucho ese beso, daría cualquier cosa para volverlo a repetir y eso nunca me paso con otra chica. 

Mi fuerza©[En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora