Mi fuerza©[En edición]

Capítulo 12

Narra Frank Robinsson:

Faltaban diez para las siete, lo había visto en el ordenador que estaba en la sala de  entretenimiento. Sí, tengo una. Estaba ahí para matar el tiempo hasta que sean las siete y pasar por casa de Annie. Fui a mi cuarto para ponerme perfume, buscar mi celular y llaves.

Encontré una chica revisando mis cosas en mi celular, era Emma.

-¿Qué demonios haces aquí criatura?-dije mientras me acercaba a ella

-Dije que vendría aquí a terminar nuestra charla pendiente- dijo mirando directo a mis ojos

-No seas idiota y vete, que tú y yo no tenemos nada de qué hablar, adiós- dije mientras señalaba la puerta para que saliera de inmediato de mi habitación

-Está bien, me voy, pero volveré-dijo saliendo de mi cuarto-ah y cierto, llamó una chica hace unos veinte minutos y en su voz sonaba enfadada- dijo mientras sonreía y desapareció de mi vista

¿Qué? ¿Una chica? Revise mis llamadas y Anabelle había llamado, y tenía dos llamadas perdidas de ella y la tercera había atendido…. Pero yo nunca hable con ella.

 EMMA, DIABLOS, ELLA ATENDIÓ

Tomé mis llaves y fui directo para su casa. Necesitaba explicarle esto

Narra Anabelle Connor:

Mis lágrimas ya habían cesado, estaba cansada de llorar por amor. Soy una idiota por pensar que alguien como Frank podría estar conmigo. ¡NO ANABELLE! NO VA A PASAR. Primero fue el gran amor que tuve hace tres o más años atrás, después Trevol, nunca lo había mencionado porque es un completo inútil, nadie sabía mi relación con él, la única que lo sabía era Jesse, pero nunca lo mencionamos en nuestras charlas. Él siempre quiso que lo mantuviéramos en secreto, y ahora, se cuál es la razón. Acostarse con cualquier cosa que camina y que tenga tetas, lolas, busto, pecho como le quieran llamar. Y ahora, FRANK ¿Por qué? Tal vez si la directora no me lo hubiera presentado como mi nuevo tutor de matemática, nunca me pasaría esto, jamás había sentido lo que siento por Frank, con Mark teníamos una relación seria que había durado dos años, pero por problemas de distancia nos separamos y nunca volví a saber nada de él, yo lo amaba y hasta lo que yo sabía, el también a mí. Con Trevol solo nos veíamos a menudo, nos declaramos novios para no estar a las vueltas y para ponerle un nombre a lo nuestro, pero nunca lo amé, solo lo quería pero como amigo.

Un grito me sacó de mis pensamientos

-¡¡¡Anabelle, aquí está un tal “Frank Robinsson”, dice que quiere hablar contigo. Baja ahora mismo!!!-Gritó mamá desde la sala

-¡Dile que no estoy!-grité mientras ponía un almohadón en mi cara

-¡Ya te escuchó! Baja ahora Annie

Ya debe saber que lo llamé y me contestó la Barbie oxidada. No quería hablar con él, solo merecía que le pegara por todo lo que habíamos pasado. El solo estaría jugando conmigo y eso no me gustaba para nada.

Saqué mi almohada de mi cara, con resignación baje lentamente, MUY lentamente las escaleras arrastrando mis pies. Quería que este momento fuera eterno, pero un pié ya tocaba la sala, por nada en el mundo quería bajar y que me vieran  con los ojos rojos de tanto llorar, despeinada y con la voz ronca. Y que empezaran un interrogatorio de preguntas del por qué estaba así.

Mi madre ya no se encontraba en casa, unos minutos antes gritó desde abajo que saldría a comprar unas cosas para la casa, estaríamos solos con Frank.

-Vete- dije mientras refregaba mis ojos

-A caso… ¿Estuviste llorando Anabelle?-dijo alzando una ceja