Capítulo 05

114 6 0
                                    


Una semana, solo una semana faltaba para irnos a New York, mamá andaba más sensible de lo normal porque me iría, me abrazaba todo el tiempo y trataba de consentirme en todo lo que podía, papá estaba igual o peor, me repetía todo el tiempo lo mucho que me extrañaría y que ya no tendría con quien jugar Just Dance.

-Vendré los fines de semana, solo estamos a 3 horas de distancia-. Les repetí por décima vez.

-Después de unos meses ya no querrás venir a vernos los fines de semana y eso se convertirán en meses-. Dijo mamá triste.

-No digas eso mamá-. La abracé.

-Paren que me harán llorar-. Dijo mi papá.

-Ven aquí-. Dije abrazándolos.

-Bueno ya, hay que apurarnos, necesito terminar de comprar mis cosas-. Dije separándome de ellos.

Nos dirigimos al área de higiene, tomé las cosas que necesitaría y las puse en el carrito de compras.

-¿Qué más les falta?-. Preguntó papá.

-Yo sólo ocupaba mis lápices-. Dijo Ron.
Él también estudia en New York junto a Blaise, solo que Ron comparte apartamento con otros 2 compañeros de su área.

-Entonces vámonos, tengo antojo de un helado, ¿qué dicen?-. Dijo papá.

-También quiero uno, y sé que mamá y Ron están de acuerdo-. Dije sonriendo.

-No se diga más-. Dijo papá entusiasmado, a veces era como un niño pequeño.

Una semana había pasado.

Era el gran día, mis cosas ya las había mandado junto con las de Lía en un carro de mudanza.

-Mamá, basta, ya no llores, me harás llorar-. Dije viendo cómo se le caían las lagrimas.

-Perdóname, te prometí que no pasaría esto-. Dijo limpiándose la cara.

-Mi niña-. Dijo papá igual que mamá.

-Pá-. Dije viéndolo sabiendo que en cualquier momento se pondría como mamá.

-Ven aquí-. Dijeron abriendo los brazos.

Estuve abrazada a ellos unos minutos, los extrañaría tanto.

-Ve con cuidado, cuando llegues márcame, come bien, no se te olvide tomar agua y si tienes alguna duda de cualquier cosa, lo que sea, llámame-. Dijo mamá.

-Sí mamá, no te preocupes-. Le sonreí tratando de tranquilizarla.

-Te veremos en unos días-. Dijo papá.

-Está bien, ya me tengo que ir-.

Los abracé por última vez y salí de la casa antes de que mamá volviera a llorar.

Dentro del auto decidí llamar a Lía.

-¿Bueno?-. Contestó.

-¿En dónde estás?-. Pregunté.

-Estoy llegando, acomodaré algunas cosas y después avanzaré con las tuyas-.

-Está bien, ya voy en camino-.

-Aquí te espero, ven con cuidado-.

-Sí Grey, no te preocupes-. Dije y colgué.

Siempre tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora