San Valentin

7 0 0
                                    




14 de febrero, es el día de los enamorados. 

Creí que lo pasaría contigo pero odiosamente no lo logramos. El 'no puedo' fue más fuerte que el 'quiero'. 

Me hubiese gustado regalarte una rosa levemente roseada de agua, aunque no me guste recibir o dar por el simple hecho de que lo encuentro tonto. Se marchitan en un frasco de agua como si quieran enseñarte que 'te amo, pero solo por este rato, solo hasta que la flor deje de alimentar mi deseo por ti, porque pronto me aburriré, dejaré de regar nuestras flores y me iré'. 

Aún así lo hubiera hecho, porque eso significaría que por lo menos, hasta que la rosa ya no pueda vivir sin tierra, y el agua podrida deje de darle vida, podría haberte amado. No hubiese sido por toda una vida, pero hubiese sido por un pequeño infinito de días calidos y sonrisas bobas.

Sin embargo, esos días no nos pertenecen. Ni mucho menos este en específico. No nos pertenece ni en deseos, ni en suspiros, ni en sueños. 

O quizás el día de los enamorados no nos merece. Tal vez al ser capas de querer tanto como para no funcionar es otro nivel, uno que queda demasiado grande como para el día de los enamorados. No lo sé. 

De lo que estoy segura es que no sabemos amar bien. O tal vez yo no sé y tú no puedes. Tampoco estoy segura de eso. 

El no saber nada es muy mío, cómo verás. Y lo tuyo es rendirte fácil, rápido. Por que eso hiciste, me prometí que esta vez no me rendiría, pero tu tomaste la molestía de rendirte por las dos.

De todos modos, no tengo de qué culparte, en cierto modo yo también me rendí.

Si lo piensas bien, podría decirse que este día si me pertenece en cierto sentido, podría decir que es un día que podría festejar, o lamentar, cómo decidas verlo, pues en términos de etiquetas; sigo enamorada de ti.

Sigo enamorada de ti, tengo que aceptarlo sin ataduras en los labios, pero sé que no puedo hacerlo conscientemente. Y no es lo mismo amar, poder amar, que hacerlo sin querer aceptarlo, temiendo, o haciendolo a plazos, como si pagaras una deuda que en vez de alimentar al banco de tu ciudad, alimenta a tu subconciente. Algo así cómo: Subconciente:'La amas,dejate amarla', Yo: 'Esta bien, la amo, listo, ahora dame un descanso, y luego volveré a hacerlo por un rato más, solo quedate callado un rato'. 

Y el subconciente se quedara en silencio, porque no maneja tu consciente al cien porciento como para obligarma a amarte todo el tiempo. Le basta con que te ame a ratos. Y a mí me basta con no amarte siempre, para no morir de miedo al compromiso y el centenar de inseguridades que poseo.


En fin, lamento no poder con lo nuestro. Lamento que tú tampoco puedas. 

Aún así, te quiero.

Feliz mediocre 14 de febrero.


Pd: Una parte de mí ama estar enamorada de ti, y esa misma parte te extraña, aún si casi no conozco tu risa.










overthinking and others feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora