overthinking and others feelings.

Océano y otros campos.

Me gustaría caminar entre paredes color piel, y dios, se que sueno estupida, pero una voz eternamente familiar me pidió esto al tocar con sus, para nada inseguros dedos, las teclas en la pantalla de su teléfono, exactamente a la media noche. 

Sos la persona más “rosa-negro” que vi en mi vida, tan dulce y santa para el resto, con su capa de polvo blanco, capaz de convecer a cualquiera de sus maestros, y tan rock n roll con cualquiera que quiera imponorle la mas minima palabra. 

Susurros, eso sería demasiado como para ser combatido por ansiolíticos, demasiadas llamas para cualquier océano.

Eso, ella es el eterno y misterioso océano.
Capaz de tragar cualquier barco marinero que ose desafiar a alguna de sus sirenas.

Resguardada por tiburones en lo que consta a su egoísmo resultado de la fórmula en la que se mezcla el miedo y la avaricia.

Destacando por su principal característica, el misterio. Ningún ser humano ha terminado de descubrir cada rincón de éste sin morir en el intento, y está claro que yo jamás podré conocer cada gota de sus pensamientos.

Ganaste. Porque de seguro yo sí te diré cada uno de ellos. 

Somos muy distintas. Tu eres negro, yo soy blanco (tengo tu apellido marcado en mi forma de ser por si no te haz dado cuenta).

Tu eres gato, yo soy perro.
Tu eres fisica, yo quimica.
Soy sentimental, tu incomprendida.
Tu eres océano y yo soy campo. Creeme, este campo tiene demasiado miedo en lo que al océano consta, pero como si de una película de terror se tratase, la curiosidad le gana al miedo, adueñándose de él y matando al gato. Que suerte que no soy un gato.

Espero no serlo.