overthinking and others feelings.

¿podrías amarme? y otras dudas.

¿Podrías enseñarme el significado de un "te amo"?

Bueno quizás esa no es la pregunta, sino más bien un ¿Quieres?, Porque estoy segura de que poder, puedes, pero cada incesante segundo que pasa, pierdo la esperanza de pensar que realmente quieres.

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DUDAS.

Eso soy, un demacrado pero  perfecto manojo de intensas e incomprensibles dudas.

No sé qué hago, me da miedo pensar en que voy a hacer y me autotorturo constantemente con cada cosa que hice. No puedo vivir siendo dudas, ya no aguanto. Ya no más.

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NO MAS CRUSHES INSERVIBLES.

Ya dejé de buscar entre la gente, identificar camionetas blancas, mechones enredados de suaves rizos, y sonrisas burlonas, un tanto estancadas.

Ya no más vergüenza.
Ya no más decepciones.
No las quiero.
No las necesito en mi vida.
En este momento no, no las soportaría.

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Desolación.

Muchas veces representada en mis canciones, con sus -segun mi punto de vista- vibras tranquilas pero angustiantes para cualquiera que se encuentre fuera de mi cabeza. 

Solía agobiarme hasta presentarse físicamente con una sensación de ahogo, y no voy a mentir, aún lo hace, pero es distinto cómo "decido" sentirlo. 

Cómo siempre, la constancia, de lo que sea, bueno o malo, tarde o temprano se vuelve costumbre.

Así que sí, me acostumbre a la desolación, y sigo practicando en cuanto a la angustia.

La presión en el pecho es tan insoportable, como cuando te masturbas de una manera que te hace sentirlo insoportable y un tanto sin gusto, pero al final, en ese punto, todo parece magia, como si esa molestia que puede hacerse algo desesperante llega al punto de ser querible, complaciente.

Bueno, quizás la desolación me abrumó tanto que la costumbre me hizo ver lo cómoda que podía ser compadecerla si la dejaba entrar, si dejaba de hacerme la difícil y me rendía ante eso que no era tan debatible como creía. 

Es un poco masoquista para cualquier ente externo, pero así soy, extraña, autodestructiva, adicta a cualquier cosa que pueda hacerme mal hasta que le empiece a sentir el dulce sabor por el cual padezco, sin importar si a veces tengo que inventarlo.

La verdad es que quiero dejar de inventarlo, pero otra verdad es que soy mentirosa y casi nunca sé lo que quiero.