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Pov Lauren

Lauren llegó a casa, cerrando la puerta tras ella y el olor a macarrones al horno le inhundó las fosas nasales. Moría de hambre. Encontró a su madre en la cocina, ni rastro de Roger. No le extrañó, a veces Roger desaparecía incluso por 24h, tampoco es que le importase, pero el inútil siempre volvía, como buen grano en el culo que era.

Terminó de comer junto a su madre y se subió a su cuarto. No tenía deberes esa tarde así que decidió jugar a videojuegos. Tampoco estaría toda la tarde, pues había quedado con Camila.

Jurgó por un par de horas, hasta que decidió prepararse. Se quitó el uniforme del colegio y se metió en la ducha. Minutos después se dirigió a su armario a elegir su atuendo. No hacía mucho calor, pero todavía no hacia frio del todo. A decir verdad, ella prefería el frío al calor, prefería vestir con ropa de invierno, pero se apañaba.

Se puso colonia y miró la hora, 18:50

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Se puso colonia y miró la hora, 18:50. Se lavó los dientes y salió en su moto, no sin antes mandar un mensaje.

Lolo😍💙🌚: Ya salgo hacia el puerto

Condujo por las calles dirección al puerto. Era un sitio raro para quedar, de hecho, nunca habían quedado ahí pero tampoco se quiso comer la cabeza con eso. Cuando llegó al puerto examinó la zona. Buscó en su bolsillo la nota que Camila había dejado. Habían quedado en la azotea del almacén, examinó el perímetro y avistó el almacen. No estaba segura de lo legal que era colarse en ese edificio, pero la puerta estaba abierta y sin vigilancia. Si Camila le había pedido ir allí, será porque no hay peligro. Pasó entre grandes cajas hasta llegar a las escaleras de metal. Las subió y siguió el pasillo que conducía a una puerta. La abrió y entonces la vista del horizonte del oceano se hizo presente. Empezaba a entender el porque Camila le habia pedido ir allí, eran unas vistas hermosas.

Caminó por la azotea, sin encontrar ni rastro de su novia. Frunció el ceño y analizó el terreno. Habían algunas cajas de madera desaliñadas tiradas por ahí, se acercó al borde de la azotea. Justo en el bordillo que hacía esquina había una caja, con mejor aspecto que el resto, sobre ella un objeto que no diferenció hasta estar muy cerca. Una pistola.

Pero que cojones...

Pensó. Miró a su alrededor sin ver a nadie y se dispuso a pensar. Se rumoreaba que ese puerto era un buen foco de desembarco de pequeñas y medianas redes de narcotrafico. No era un puerto grande ni con una extrema vigilancia, así que a la ojiverde no le soreprendería que los rumores fuesen ciertos. Desde luego ese arma no estaba en el mejor lugar. Y desde luego este no era el lugar más seguro para una cita.

Mierda... Camila...

Miró la hora;19:27. Aún era algo pronto pero, Camila estaba bien no? Sacó su movil y entró en el chat de la joven latina. No le llegaban los mensajes. Raro, muy raro. A la par que preocupante.Su pulso se aceleró un poco y sintió toda una maraña de tensión en el pecho. Había un puto arma en el sitio en el que había quedado con el amor de su vida. La cogió y la examinó, parecía real. Le quitó el cartucho, llevaba dos balas. Lanzó el arma havia el mar con todas sus fuerzas. Viendo como esta chocaba y se hundia en las profundidades. Todo con una respiración pesada.

I'm just a line without a hookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora