Las personas estúpidas se quedarían el día entero pensando el significado del sueño. Meditando si era solo un sueño, una visión del futuro o incluso un avistamiento del mismo presente.
Yo no puedo tomarme el lujo de quedarme pensando el día entero, y aunque pudiera, no perdería el tiempo en algo como eso. Dicho esto, voy a olvidarme de Jiran y su carnotauro imaginario.
Desde que Jiran se fue, llegaron toda clase de dinosaurios heridos al oasis.
Yo hacía lo posible para ayudarlos. Pero la mayoría estaban muy heridos.
Cherven intentaba ayudarme lo mejor que podía. Traía a los heridos lo más rápido que podía, pero la mayoría no llegaba muy lejos. La mayoría moría en el camino, y Cherven no podía hacer nada.
Las heridas de los dinosaurios eran espantosas. Heridas de mordidas o de garras, y la mayoría eran tan grabes que muchos dinosaurios morían.
Me rompía el corazón no poder hacer nada cuando un herido moría en mis brazos, pero además de todo, algo no estaba del todo claro. Por ejemplo, ¿Quién es tan cruel como asesinar a sangre fría a medio millón de dinosaurios? Y algo que me pregunté desde el primer dinosaurio herido, ¿Por qué los dinosaurios no tienen medicamentos?
Estaba curando a un parasaurolophus con una pata rota y una horrible y sangrante herida sobre ojo derecho. Al principio solo me preocupé de entablillar su pata y limpiar su herida, así era más fácil sanarla. Pero cuando terminé de limpiarla le vi algo brillante incrustado en la carne.
Se lo retiré con mucho cuidado y lo observé detenidamente. Era pequeño, cilíndrico y dorado, con una pequeña punta en un extremo. De la nada se me vino a la cabeza la imagen de Jiran en un... No, imposible, lo más probable es que Jiran esté atacando a los dinosaurios porque es un maldito idiota.
Seguí curando a los dinosaurios heridos de a dos o de a tres, ya que muchos estaban malheridos y necesitaban atención inmediata.
Encontré balas de pistola en las heridas de muchos dinosaurios. Ese idiota me las va pagar... Alto, respira Sophie, no pierdas los estribos, hay dinosaurios que necesitan tu ayuda. Luego te vas a vengar de ese estúpido.
>>>
En las horas siguientes, tuve que atender dinosaurios de a muchos. De a tantos, que por poco necesito otros siete pares de brazos.
Los dinosaurios seguían llegando. Yo estaba cansada. Por fin, al anochecer, terminé con el último herido.
Me lavé las manos en el lago, y me dirigí hacia los frutales. Agarré unas cuantas frutas, y volví con los dinosaurios.
Me entristecía ver a tantos dinosaurios heridos por culpa de Jiran. Lo peor de todo, es que yo si podía pararle los pies, pero aunque lo intentara él me ganaría.
Podría esperar a que se le acaben las balas, aunque eso signifique sacrificar a muchos dinosaurios.
Mientras le repartía frutas a los heridos, y me aseguraba de que todos los dinosaurios estén cómodos y que no tengan problemas unos con otros ya que lo último que quería era que haya una pelea a muerte entre dos dinosaurios, pensaba en todo el daño que había causado Jiran. Todo el daño que había causado porque yo no le pude dar la bienvenida al oasis. Todo el daño que causó porque no me pude preocupar por él.
Luego de un par de minutos, entré en nuestra cueva y me recosté, pero no me dormí, tenía una idea de lo que debía hacer, y cuando tengo una idea, es difícil que mi cerebro se calme como para dormirme.
ESTÁS LEYENDO
Atrapada con dinosaurios
AdventureA Sophie D' Angelo siempre le llamaron la atención los dinosaurios. Los consideraba fascinantes. Un día como cualquiera, Sophie se sube a una máquina del tiempo, aparentemente segura, con el propósito de viajar a los próximos dos meses. La máquina...