Pude sentir la vibración de mi espada bajo el tacto de mis manos. El olor a sangre y a muerte gobernaba en las calles de esta mugrosa ciudad de fanáticos religiosos.
Guarde a Yamato en su funda y decidí seguir mi camino. No puedo detenerme un minuto, debo encontrar algún escondite. Mis talones son pisados por los malditos demonios y por los insoportables mortales de esa orden.
Estoy fastidiado, desde que pise este lugar no eh podido parar. Los problemas son el pilar de este lugar. Pensé que al ser una ciudad religioso y apartado del mundo moderno, podría encontrar algo de paz para poder seguir buscando lo que tanto anhelaba. Pero la suerte no está de mi lado desde que tengo memoria.
Me encuentro aquí, varado entre la certidumbre de los problemas ajenos.
Seguí recorriendo hasta que encontré un lugar un poco apartado. Parecía una choza antigua, la madera están quemada y negra. Pero aún se mantenía de pie, no me importaba. Es un lugar para pasar la noche, no puedo quedarme en un solo lugar.
...
Me levanté con un poco de dolor de espalda. Odio mi condición humana, la odiaba a montones. Quiero dejar de sentir dolor de cualquier tipo y mi parte humana no me ayuda.
Mi humor se puso peor cuando ví que afuera había un diluvio horrible. Me estoy hartando de todo esto, espero que las cosas que este buscando estén a mi alcance porque si no, voy a terminar destrozando toda la ciudad con sus habitantes incluidos.
Dejo que mi capa me tapara el rostro y mi pelo, mas que nada mi pelo. Si uno de estos malditos fanáticos ven mi pelo van a lograr que me ponga de más mal humor.
Gruñía a todo. Tenía frío y la lluvia me había empapado casi todo. Pero veo la biblioteca de la ciudad muy cerca, esto es perfecto. Digamos que podría tener algún tipo de información pero de seguro la información más calificado va estar oculto por los miembros de la orden.
Entre al lugar y estaba vacío, solo yo estaba, lo que me parecía un poco raro, el personal que debería de atender a las personas no estaba. Pero poco me importa, cuánta más gente no me vea o no me hable es mejor.
Sacudo un poco mi abrigo y entro con el puesto. Mis pasos sonaba por los pisos de madera haciendo eco entre los solitarios pasillos del lugar. Me dispuse a encontrar la sección que quería, fue algo difícil pero no imposible. Divisé algunos libros que quería para llevar a cabo mi plan.
Suspire y agarre uno de color rojo. Era viejo, el polvo me hizo picar la nariz haciendo que estornude.
-Salud.-una pequeña y dulce voz surgió en algún sitio. Mire para a mis lados y la encontré. Una mujer de estatura pequeña, ojos marrones oscuros, una melena roja también oscura. Estaba parada viéndome con curiosidad. Por alguna razón sus ojos me dieron escalofríos pero nunca me doble enfrente ella. Me sonrió y la dejé de mirar, cuánto más la ignore va ser mejor. Oí como se acercaba y pude oler su olor a lavanda, su vestido de color rosa pálido estaba desgastado y un poco viejo.-Si vas a mirar mi vestido, ten decencia de mirar a los ojos.
¿Pero qué se cree está estúpida mortal?. La volví a mirar bajo mi capucha, siempre ocultado lo más posible mi rostro. Su sonrisa no desapareció.
-El libro que tienes no es muy correcto que digamos. Si busca la historia de esta ciudad con detalle, lee los de tapa azul oscuro. Esos están hecho por ciudadanos de aquí los otros son extranjeros. A no ser que quieras tener doble opinión, que no me parece mal. Ampliar el campo de conocimiento es lo mejor.-estoy a punto de apuñalarla con Yamato y dejar su cuerpo en un arroyo. Como no dije nada, siguió hablando muy contenta.-Me alegro que te interese la historia de mi ciudad, la verdad es un poco llamativa. Demonios, Sparda, brujas. Toda una película de Hollywood. Impresionante, pero bueno, yo no creo en esas cosas pero de seguro que tú si no.-yo solo agache mi cabeza al libro y trate de seguir leyendo.-Bien creo que sí.-se río y me volví a estremecer, la lluvia, es la lluvia, hace mucho frío por eso me estresmezco.-Soy la bibliotecaria, si necesitas algo ya sabes que puedes preguntarme. Te ví entrar por la puerta pero ignoraste mi presencia. Luego recordé también dónde me sonabas familiar, luego de la misa tú estabas en las calles antes de ayer.-la volví a mirar, maldición, la chica está me reconoció. ¿Y como no?, Mi ropa es una asco y en esta isla todos se conocen.-Bueno me voy a seguir trabajando, solo llámame. Soy Katherine, pero dime Kathy, bye
Al fin me dejó la insoportable mujer, suspire con calma. Me queman las ansias de mandarla a volar a cualquier lado pero muy lejos de mi.
Pasaron algunas horas, la joven tenía razón. Los libros azules son más precisos y más informativos. Pero hay mucha redundancia, no me sirve mucho, quiero más, se que hay más.
Cansado, deje los libros a dónde estaban y me dispuse a irme. La joven no la ví, lo que fue mejor porque no quiero volverme a cruzar. Habla más de la cuenta.
Pase por unos pasillos y ví unas escaleras de metal rodeada de libros. En ella estaba la joven, está distraída, mejor. Mi huída va ser silenciosa y rápida. Pero me detuve a escuchar un ruido fuerte. Se había resbalado y su cuerpo iba a caer.
Pero no conté que mi propio cuerpo no hace caso a mi cerebro. Con rapidez llegué a ella y pude agarrarla entre mis brazos a tiempo.
A centímetros de su rostro, sus ojos estaban como platos, viéndome tan detenidamente. Nos paramos con lentitud y ella seguía viéndome muy atentamente. ¿Qué le pasa?, Toque mí rostro y entendí todo. Vio mí rostro.
Me apresure a buscar mí capa y la encontré tirada a unos pasos de mí. Me acerque a ella y me la puse sin pensarlo. No la volví a mirar, solo me retiré.
-Espera.-no voy hacerte caso, solo quiero irme.
Eso fue lo que hice, sin mirar atrás. La dejé en ese lugar.
...
-¿Amor qué haces?.-mi querida esposa, apareció desde la puerta con su camisón violeta de seda. Con solo mirarla me estresmezco y suspiro como idiota.
-Nada solo leyendo algunas redacciones.-ella se acerca y se sienta en mi regazo. Me besa la frente y yo la rodeó con mi brazos.
-Vamos a la cama.-me reí por su repentina respuesta.
-¿No puedes dormir?.-ella me miró divertida, sus ojos brillaban de diversión y mordía sus labios conteniendo sus ganas de reír.
-Nooo, lo que menos quiero ahora es dormir.
-Mhh, entiendo, entiendo.-bese su barbilla y me la llevé a nuestro cuarto.
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One Shots Devil May Cry
FanfictionPara poder leer algunas de estas historias, tendrás que leer mi novela, Destiny soul. Ahí encontrarán el origen e historia de los personajes. Gracias por leer :)