Dante observaba a Isabel con demasiado interés. No podía entender esos sentimientos encontrados en su pecho. Jamás había sentido algo así por una mujer, al menos que la sensación se alojará en sus pantalones. La pequeña Reina hacía que todo su cuerpo sintiera cualquier sentimiento que a sus 40 y picos eso se lo podía dejar a su juventud.
Sus ojos descendía a su anatomía que para el era perfecta. No veía la hora de abrazarla o tocar libremente sin recibir una golpiza de su parte. Entonces se preguntó.
¿Qué hubiera pasado si la hubiera conocido a mis 20 años?
-Joder.-Dante, hijo del legendario caballero Sparda, luchaba por encontrar un buen lugar para comer. Su estómago rugía por comer algo en estos momentos, pero su billetera, brillaba de ausencia de dinero. El último trabajo fue un desastre, la paga fue asquerosa y no le quedó de otra que terminar de pagar la cuota pendiente para que le dieran su cartel de neón.
Su agencia estaba establecida, ya tuvo una anterior pero su hermano la destruyó cuando invoco a la torre espeluznante. Los gasto fueron atribuidos por ayudar a la ciudad y endeudándose con Lady, que la muchacha le dió por algunos meses un lugar para vivir.
Al principio Dante podría verla como una amiga con derechos, pero la Santa Lady le dijo que si le tocaba solo un pelo, iba a volar sus bolas con sus propias pistolas. Entonces le quedó en claro que solo era colegas, tampoco le tentaba. Había otras mujeres más hermosas y con unos buenos pechos que lo podría satisfacer. Bueno, es lo que el pensaba.
Saliendo de esos pensamientos miraba con lujuria como una pareja se llevan una majestuosa y deliciosa pizza.
-Malditos, carajo solo quiero comer.-se sentó en una banca enfrenté del local y suspiró derrotado.
-Te atreves a tocarme maldito viejo rabo verde y te dejó marcado mi puño.-alzo sus ojos a una muchachita, era de secundaría. Su uniforme escolar la delataba y su mochila. El albino quedó maravillado antes el hermoso ejemplar femenino. Pelo negro pero brillante y con ondas, ojos marrones hermosos al igual que sus labios. Carnosos y bien definidos.
La chica miró de arriba a bajo al hombre que intentó tocarla, este se rió en su cara y ella aún más molesta lo miró.
-Vamos hermosa.
-Tocame y te castró.-el hombre le tomo el brazo y ella sin pensarlo mucho le dió un buen puñetazo en su mandíbula. El hombre cayó al suelo y sus demás compañeros quería atacarla, pero Dante salió a defender a la damisela.
-Creo que la señorita ha hablado, corran.-los hombres al reconocerlo, porque si era bastante famoso entre los barrios bajos por meterse en varias peleas y siempre mandar alguno al hospital. Todos salieron de ahí sin pensarlo. Dante se dió la vuelta para enfrentar a la pequeña mujer, quién lo miraba algo neutral, "esos ojos son hermosos".-¿No te duele?.-él señaló su puño que tenía un poco de sangre, ella mira sus nudillos y los limpia con un papel desechable.
-No es mi sangre, estoy acostumbrada a esto.-tira el papel en un basurero de cerca, se gira al hombre frente a ella, que lo encontró mirando sus piernas. Ella le sonrió con la amabilidad que su madre siempre le insistía poner.-Gracias por ayudarme, no era necesario pero gracias.-Dante sonrió galantemente y acomodo su abrigó contento.
-Cuando quieras cariño.-le hizo una reverencia y su estómago rugió en lo alto otra vez. Él se maldijo por lo bajo y al levantar su rostro encontró a la chica sonreírle con diversión. En su pecho, Dante sintió una sensación tan oprimida y a la vez relajante. "Es la sonrisa más hermosa que visto en toda mi vida".-No culpo a mi estómago, la verdad que tengo mucha hambre.-ella lo mira y se acerca más a él, tragó saliva y sintió subirle un calor a su cara, eso no podía ser así, tendría que sentir calor en otro sitio.
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One Shots Devil May Cry
FanfictionPara poder leer algunas de estas historias, tendrás que leer mi novela, Destiny soul. Ahí encontrarán el origen e historia de los personajes. Gracias por leer :)