One Shots Devil May Cry

Comienzo

-Sabes me muero por una cerveza y pizza.-Vergil suspiro cansado por mi comentario, lo mire y me sonreí divertido.

-Lo se, repites eso desde que llegamos aquí.-mire al paisaje infernal. Desolado y con un olor azufre que al principio puede quemarte tus fosas nasales pero ya no tengo olfato. El maldito árbol destruyó mi sentido olfativo por la sangre pudriéndose en el.

Mi hermano se mantuvo otra vez en silencio total, eso no me daba buena señal. En su cabeza podría arma el plan más psicópata más retorcido en nuestra historia o tan simplemente está pensando en abandonarme aquí y a la mierda toda la reconciliación de hermandad impuesta por mi sobrino.

Sobrino, el mocoso arrogante Nero. Supe desde el principio que era su hijo, sus ojos, sus movimientos y su espíritu me dieron con la certeza que ese niño era su hijo. De seguro ahora me odia, jamás le dije en todos estos años que el pertenecía al gran linaje de Sparda. Pero tenía miedo, si miedo.

No es bueno perder a toda tu familia, a amigos y gente que tienes más que estima por su vida. La vida no me sonrió de cierta forma, la muerte me acecha bastante. Decirle eso a Nero podría ponerlo en peligro por culpa del pasado de mi padre, sería suficiente para él. Lady y Trish sabían de eso, lo comenté una vez pero siempre les dije que era una sensación, nada fuera de lo común.

Pero lo sabía, lo sentía, el era mi sobrino. Mirarlo de cierta forma fue tener la oportunidad de formar una familia, algo chica pero en si una familia. El miedo se apoderó y me hizo recordar a lo que yo alguna vez llame familia.

No podía perder esa oportunidad, jamás esperaba decirle así como así. No tenía permitido hacerlo de esa forma pero se lo merecía y las circunstancias se dieron. Fui muy seco e impulsivo, espero que sepas perdonarme crío.

Aunque, la sorpresa mas grande me la llevo yo. La lotería de la vida me dió en la cara de una bofetada, Vergil lo supo en el mismo precisó momento de que Nero era su hijo. El hijo de perra lo sabia, "eso fue hace mucho tiempo". Mis huevos, el maldito bromeó con eso y no parecía sorprendido, al revés parece tranquilo.

Ver qué su propio hijo le dió una paliza, me dió tanta risa. La verdad el niño heredero ese carácter de la madre porque ninguno de nosotros somos así.

¿Quien sería su madre? Joder, de seguro fue un pan de Dios. Mire a mi hermano mayor y me sonreí, seas santa entre las mujeres madre de Nero.

-¿Sabes dónde tenemos que cortar toda esa raíz enorme?.-le pregunté algo más obvio y serio, quiero llamar su atención.

-Digamos que tenemos que hacerlo por dentro.-el señaló alguna parte de la raíz. Toque su hombro y le sonreí, él me miró extrañó.

-Me alegra verte de nuevo.-mentira lo hacía para desmascarar su plan, me golpeó con el mango de Yamato y yo me sobe el chichon en mi cabeza.-Maldito agresivo.

-Respeta mi maldito espacio sino quiere que te rebane en cincuenta pedazos.-me separé de él y seguimos por el sendero, entre el mar blanco de pasto y las piedras rojas.

-Sabes, este lugar me agrada.-me miró y dijo.

-Estas de broma, aquí no hay nada. Hace rato decías que mataba por una pizza y cerveza, ahora dices que te agrada el lugar. Dante ve a un psicólogo.-lo mire herido y me detuve enfrente suyo, alcé mis brazos hasta mi pecho y el suspiro peor.

-Si tuviera dinero me pagaría todo un tratamiento psiquiátrico.

-Entonces ponte a trabajar, maldito vago.-me pegó en el brazo con la funda Yamato y me hizo correr de su camino.

-Estas de broma, las mujeres en mi vida me absorven el bolsillo. Son unas malditas perras, nunca me voy a casar. Voy a morir soltero con barba y con pizza.-vimos a la lejanía unos demonios que comían muy tranquilamente un pedazo de carne.