Tenía razón

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Kyrie moría por una copa de helado y crema, su cuerpo lo pedía a gritos pero también quería comer jamón ahumado con papas al horno.

Suspiraba derrotada porque sabía que eso hoy no iba a comer. La comida ya iba a estar lista, solo faltaba Nero, quien llegaba de trabajar en la compañía de su tío.

-Hola cariño.-ella lo recibió con los brazos abiertos y el contento la alzó como siempre lo hacía.

-Hola baby, ¿Cómo te fue en el día?.

-Bien, solo estoy algo cansada.-el la besa fugazmente y se fueron a la cocina para comer la cena.

Ya sentados y saboreando la comida, se pusieron al día con sus cosas.

-¿Cómo te fue en la escuela?.-Kyrie sonrió como siempre hacia cuando hablaba de su trabajo.

-Bien, los niños están tan grandes. Isa fue a visitarnos con los chicos. Estaba tan contentos, ella es como la madre de todos ahí adentro, la admiro tanto.-Kyrie empezó a trabajar en el colegio orfanato en dónde los niños que algún vez tuvo en su cuidado, estaban ahí. Ella era maestra dentro del instituto y estaba más que feliz, hacía algo lo que ella más amaba y era estar rodeada de niños.

-Ay mi tía, no sé cómo lo hace. Parece la mujer más fría del mundo y aún así los niños la siguen a todos lados.-Nero se rió y Kyrie empezó a sentirse algo mal.-¿Estás bien?.

-Si, solo es un mareo.-ella le sonrió tranquila.

Cuando terminaron de comer, Nero lavaba los platos y ella solo acomodaba un poco la casa. Pero sintió otra vez esos mareos acompañados de náuseas. Se dirigió rápidamente al baño y devolvió todo lo antes comido.

Se quedó un buen rato sentada en la tapa del inodoro recuperando las fuerzas. Sin darse cuenta, dejo la puerta abierta, Nero se acercó con cuidado y la miro muy fijamente a los ojos.

-No es nada malo Nero, estoy bien.-el la miró no muy convencido.

Pasaron las semanas y la situación iba a peor. Kyrie vomitaba todo lo que comía, estaba más cansada que de constumbre y no tenía ganas de hablar o de hacer cosas, como caminar o hacer preparativos para su curso del colegio.

Nero noto este cambio y estaba más que seguro lo que pasaba.

Kyrie salía del baño, luego de vomitar la porción de tarta de manzana que le regaló su suegra. Se sentó en el sillón y volvió a atacar la porción. Nero suspiro derrotado, bajo el libro que estaba leyendo y la miro muy fijamente.

-Deja eso, otra vez vomitaras.-la chica levantó su mirada hasta a él y dejo el tenedor en el plato derrotada.

-Es que no puedo evitarlo, está tan rico y no sabes el antojo que tuve por comer esto.-la chica se tiró en el gran sillón y él se rió.

-Lo se, tienes bastantes antojos, mareos, cansancio y vómitos.

-Lo se, que pesadilla. De seguro es porque se acerca mi periodo, es por eso.-Nero se rió más fuerte. La chica no entendía a qué venía eso.-¿Qué?.

-¿No te das cuenta?.-ella lo miró esperando que continúe y el se acercó, se puso a la altura de estómago y acaricia muy suavemente esa zona.-Podria ser que estés, ya sabes, embarazada.-Kyrie lo miró asombrada, se enderezó en el sillón y luego negó con emoción.

-No puede ser posible Nero, yo me cuide. Estoy tomando las pastillas.-Nero levantó los hombros y le sonrió con picardía.

-A Dante le pasó lo mismo y ahora tiene tres hijos. Bueno uno no es hijo propio pero los que vinieron después fue promoción de 2x1.

One Shots Devil May CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora