Solo una pequeña luz

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-Vamos Evi.-Noir, el niño de 7 años corría con sus primos e incitaba a su pequeña prima de 6 años a corre con ellos.

-Pero chicos yo.-Evi no puedo terminar la frase ya sus hermanos y primo había corrido más rápido que ella, demostrando su potencial no común en niños. Ella algo desanimada intento llegar a ellos y al lograrlo sus pulmones no daban más de la sobreexplotación que ejerció en ellos.

-Miren.-todos prestaron atención a Tony, el niño de 9 años pudo hacer una burbuja de agua en el aire. Evi quedó maravillada por el don de su hermano mayor y luego su hermano menor, quién era algo tímido, hoy demostró una parte de su poder.

-Yo puedo hacer esto.-agarro un poco de tierra del suelo y al abrir sus palmas, una hermosa flor blanca pequeña crecía de la tierra libre y hermosa.

-Eso es genial Adrik, eres muy bueno.-su hermana mayor lo abrazo contenta por el y el pequeño albino le dió la flor con cuidado.-Gracias, es muy bonita.-la tomo con delicadeza y vio como su primo se paraba enfrente de todos, con aire de grandeza proclamó.

-Yo puedo pisar muy fuerte.

-¿Pisar muy fuerte?.-los tres hermanos se miraron sin entender hasta que el otro albino levantó su pie en el aire y luego con fuerza sobrenatural abrió el suelo sin mucho esfuerzo. Los chicos estaba facinados por eso y preocuraron que sus padres no vieran el gran hoyo del suelo.

Al seguir jugando en el bosque y contar con cuántos insectos habían en los árboles ya ahora viejos. Escucharon los gritos de sus madres.

-¡NIÑOS!.-él grito de sus madres los hicieron vuelven muy rápidamente, su velocidad deslumbraba en el aire pero la niña que dejaban atrás, ya resignada a seguir con su pasó. Se puso a pensar en algo que hacía tiempo que su pequeña e inocente mente producía.

-Evi, nena. Ven vamos a comer.-su padre, Dante la llamo para que se sentará a su lado. Ella contenta, mostrando una gran sonrisa a su mayor, se sentó a su lado y comía la carne asada que su madre preparo.

El almuerzo al aire libre fue agradable y placentero. Toda la familia estaba reunida, hasta el bebé de Nero disfrutaba de la comida que su madre le daba.

Todos conversaban y reían, hablaban del trabajo, el colegio, la casa, los niños, los padres. Conversaciones que siempre salía entre ellos, a pesar que con frecuencia se reunían en familia. Ya deberían saber cada uno la vida del otro, pero el fuerte lazo los hacía vagar en pequeñas e irrebelantes situaciones cotidianas.

Fue donde Evangelina se dió cuenta de algo. No era igual a ellos, en la forma que miraba a sus padres, ellos eran fuertes y sus hermanos nacieron con ese don que ellos mismo poseen. Pero ella no, jamás sintió una energía suya en su interior. Solo ve a esos seres extraños y gente que nadie más que ella, su madre y hermano pequeño ven. Gente muerta, como dice su madre, pero para ella siguen estando vivos. Que sepa los muertos no hablan, ellos lo hacen, ¿O no?.

Su madre se levantó de la mesa y fue a la cocina sola. Fue el momento que su pequeño coraje la invitó a seguir a su a madre y enfrentar a lo que tanto ella veía con tan solo 6 años.

Isabel, lavaba y acomodaba los platos con tranquilidad. Tarareaba una canción y movía sus caderas con relax.

La niña se quedó viendo la espalda de su madre y fue donde su coraje la dejo sola con invitación y todo. Suspiro derrotada, a punto de irse su madre la llamo.

-¿Qué sucede Evi?.-Isabel se dió vuelta y miró a su hija con cariño. Se acercó a ella y la sentó en la isla gigante de su cocina. La niña se mordía el labio algo inquieta, su madre se rió y beso su frente con dulzura.-Tienes el mismo mal hábito que tú madre. Nos encanta lastimar nuestros labios cuando estamos nerviosas.-la niña la miró y se rió.-Eres tan linda y muy parecida a mí. Aunque más hermosa que yo es de lo seguro.-la madre le pico un costado de sus costillas y la niña se rió a carcajada por la cosquillas.

One Shots Devil May CryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora