Luego de decirme aquellas palabras, me tomó de la mano y entrelazó sus dedos con los míos, se acercó a mí y con su otra mano me acarició la mejilla —se siente tan bien cuando me toca así—, empezó por darme un suave beso en la frente, luego en mi nariz y por último en los labios...
Me acompañó hasta mi apartamento, la noche era hermosa, se podía ver la luna brillante y las estrellas en el cielo despejado.
—Ya llegamos señorita, sana y salva hasta su puerta.
—Te agradezco que me acompañaras, fue un lindo gesto y gracias por decirme la verdad... Ahora me siento apenada, reaccioné mal en ese momento.
—No te preocupes, yo hubiese reaccionado igual o peor que tú... Me alegra que todo se haya aclarado.
—Bueno, aprovechando que estamos aclarando las cosas... Quería preguntarte quién es...
—¿Quién es la chica que me besó en el bar, cierto? —se adelantó a mi pregunta— Su nombre es Mona y también es actriz, solía trabajar con nosotros, pero tuvo mejor suerte en una gran agencia al sur. Solíamos salir, pero terminamos hace más de un año.
—Ah, entiendo —mi voz salió casi como un susurro, inmediatamente me empezó a decir lo que quería oír.
—No tuvimos nada serio, solíamos salir a divertirnos, pero los compromisos de ambas eran más importantes, no siento nada por ella y lo del beso me tomó desprevenida...
—Pues deberías alejarte de ella —me dí cuenta de como había sonado mi voz, una mezcla de celos y autoridad. Me sonrojé un poco y ella solo me sonrió.
Pasaron algunos días y las cosas entre Yulia y yo volvían a estar bien. Ella hacía sus funciones en la obra que se presentó durante varios días en la ciudad, yo seguía ocupada con mis pinturas, pero siempre encontramos el tiempo para nosotras.
Su actitud hacia los demás chicos que trabajaban con nosotras, había mejorado desde el día en que le llamé la atención por haber sido grosera con Vlad.
Al principio le costaba un poco ser más amable, decía que esa forma de ser era como una armadura para ella, pues en el pasado muchas personas en el medio artístico no la tomaban en serio o la trataban como si ella fuese inferior.
Era eso justamente lo mismo que estaba haciendo ella con los demás, tal como habían sido con ella, ella era con todos, excepto con Katya y conmigo.
Pero luego, puso de su parte en mejorar y yo lo notaba día a día, se veía que sinceramente se esforzaba.
Claro que en el edificio todos se dieron cuenta del cambio de Yulia y también supieron de la cercanía que había entre ella y yo...
Pero Yulia y yo no habíamos definido nada sobre nuestra relación y eso se lo hice saber una tarde en la que estábamos en una cafetería.
—Yulia, quería preguntarte una cosa.
—Sí, dime Lena...
—¿Qué relación tenemos, somos amigas, compañeras de trabajo, novias o qué?
Se sobresaltó un poco con la pregunta, no pude evitarlo me gusta ser directa cuando hablo.
Quería saber que tipo de relación llevábamos, era obvio que ni amigas ni compañeras, pues las amigas no se besan en la boca y las compañeras de trabajo menos. Pero tampoco ninguna de las dos nos habíamos declarado novias oficialmente.
—Pues... ¡no lo había pensado Lena! —me miró divertida— Ya sé, pídeme que sea tu novia y yo me lo pensaré, ¿está bien?
—¡Yulia es en serio! Además, ¿por qué tendría que pedírtelo yo? —hice un puchero.
Yulia me miró a los ojos.
—Vale, la verdad es que yo he estado pensando en eso, quiero que sea especial sí, dame un poco de tiempo...
Una semana después de eso, había terminado por fin mis pinturas. Era una serie de cinco cuadros, con mi propia perspectiva de las noches en París. Cada trazo, cada mezcla de color, cada detalle por mínimo que fuese llevaba un pedacito de mí.
Estaba entretenida contemplando el resultado final...
—¡Impresionante Lena! —escuché una voz detrás de mí.
—Gracias Katya, al fin pude terminar —le sonreí.
—De verdad con cada trabajo que realizas, me demuestras que no me equivoqué en hacerte parte de este equipo.
—Y yo me siento muy agradecida contigo por darme una mano cuándo lo necesitaba.
—Sabes Lena, éstas pinturas merecen ser exhibidas. ¿Te gustaría que las expusieran y que otros pintores y amantes del arte te conozcan? Tengo unos contactos que nos podrían ayudar a que tus pinturas se expongan en El Salón de los Independientes...
No lo podía creer, por supuesto que le dije que sí, Katya era una mujer con mucha influencia en el medio artístico y tenía muchos contactos, lo que se proponía lo cumplía.
Un mes después, la obra de Yulia llegó a su final, se habían presentado en varios teatros de la ciudad y de áreas cercanas. Hubieron días en los que nos veíamos solo por momentos, pero los aprovechamos al máximo...
Nos habíamos conocido muy bien, era lindo charlar con ella, saber de su vida, cuando salíamos a caminar o cenar era lo máximo, me sentía como en las nubes. Yulia fue mi primer amor desde el día uno.
Katya había conseguido que mis pinturas se expusieran en El Salón de los Independientes, estaba muy nerviosa el primer día de exposición. Yulia me acompañaba y me dio la confianza que necesitaba...
Fue todo un éxito, las lágrimas de felicidad salían por si solas de mis ojos. Yulia me abrazó muy fuerte sintiéndose conmovida, sabía que ese era uno de mis sueños y se había hecho realidad.
Pintores reconocidos como Picasso y Émile Appay se encontraban allí y al ver mis pinturas me felicitaron por mi técnica. Sin duda uno de los mejores días de mi vida.
Al salir de la exposición, Yulia me invitó a cenar a uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad, era muy bonito y tranquilo. Adoraba las atenciones que tenía hacía mí, siempre ha tratado de ser muy detallista y siempre me sorprende.
Luego de la magnífica cena, caminamos un rato por uno de los parques y ya siendo de noche me pidió que la acompañara al atelier.
La miré confundida, ¿por qué quería ir allí?
Ella notó mi confusión y dijo que quería mostrarme algo. Al llegar allá, la sorpresa que me llevé...
Entramos y había un camino de pétalos de rosas desde la entrada, yo la miré asombrada eran rosas rojas, amarillas y lavandas.
Subimos al piso del atelier y había un cartel allí suspendido a lo alto frente a los ventanales, pude leer que decía: ¡Gracias por llegar a mi vida!
Cubrí mi boca con una mano y al momento de voltear a ver a Yulia, ella se encontraba con una rodilla al piso y una sonrisa de las más hermosas que le he visto.
—Quise que fuese aquí, pues este fue el lugar en el que nos conocimos... Bueno, nos conocimos afuera en la calle con la lluvia cayendo de par en par, pero si lo hacía afuera en la calle, no hubiese estado tan bien que digamos el que haga esto.
Reí un poco por lo que había dicho, muchas veces en nuestras conversaciones se desviaba del punto, yo lo veía como algo particularmente gracioso en ella. Prosiguió.
—El punto es que, cuándo te veo siento que contigo la vida toma sentido, me siento muy feliz cuando estoy a tu lado, gracias a ti siento emociones que nunca antes había sentido y si tú aceptas, haré que valga la pena cada día que estemos juntas así que, ¿Lena, aceptas más que ser mi novia, ser el amor de mi vida?
Se levantó y su mirada nunca se apartó de mis ojos, estábamos frente a frente y no lo resistí más, la besé. La besé con locura, con amor, con ternura.
—Claro que acepto —le dije entre el beso.
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Detrás de sus ojos azules/ Versión Corregida
FanfictionEl amor es verdadero si lo ves con los ojos correctos, con los ojos del alma. Lena Katina y Yulia Volkova tienen que luchar contra los prejuicios de una época en la que el amor entre personas del mismo sexo es un tema controversial, pero ellas le...