La vida con Hyejoo y Jungkook resultó fácil, tan fácil que en un par de días casi le parecía surrealista a Taehyung que no hubiera tenido eso hacía tanto tiempo. Se repartían las tareas de la casa, se turnaban para cocinar y cuidar a la pequeña, bañarla y prepararla para el colegio. Era tan, tan fácil caer en la rutina, más fácil de lo que el ojimiel había previsto.
Algo que había notado era que últimamente el mayor tendía a quedarse mucho más tiempo en la oficina, llegando a casa más cansado que nunca. Una noche le dijo que eso siempre ocurría cuando se acercaba Navidad y que, en cuanto terminara diciembre, su horario volvería a la normalidad; que no se preocupara. Pero el de mejillas esponjosas seguía preocupado, ¿cómo no iba a estarlo?
Así que decidió preparar algo para el ligeramente más pálido últimamente y cocinar la cena para los tres. Normalmente preparaba la cena para Hyejoo y le daba de comer antes de que su padre llegara a casa, y luego, cuando ella se dormía, ambos cocinaban algo juntos. Pero como hoy era viernes y eso significaba que la hora de acostarse de la cría era más tarde, decidió que sería una buena oportunidad para que los tres comieran juntos, para tener una comida adecuada.
Empezó temprano y, si era sincero, debía admitir que agradecía que Hyejoo hubiera decidido ser buena y jugar sola en el salón, lejos de la cocina, durante la mayor parte de la noche. Le preocupaba un poco que no hubiera sido oportuno, pero al final consiguió hacer todo a tiempo, justo antes de que el fornido hombre llegara a casa.
Su cara cuando vio lo que había hecho Taehyung no tuvo precio, ojos grandes y negros abriéndose de par en par mientras lo asimilaba. Su hija estaba colgada de su cuello, charlando con él, pero el acanelado se dio cuenta de que durante unos segundos Jungkook no la escuchó, mirando los platos.
Le lanzó una mirada al menor, una que dijo que ya hablaremos más tarde, y Taehyung se limitó a sacarle la lengua mientras los tres tomaban asiento en la mesa.
No tuvieron oportunidad de hablar hasta que Hyejoo se fue a su dormitorio para prepararse para dormir, cuando el ojimiel había comenzado a recoger los platos de la mesa.
"En absoluto", farfulló el de pelo obsidiana, sujetando su muñeca. "Hoy has hecho más que suficiente. Yo lavaré los platos y limpiaré, vamos."
"Ya, ni hablar", protestó entonces el más bajito, levantando una ceja hacia él. "La razón por la que lo hice es porque sé que estás estresado estos días. Dejarte limpiar sería injusto."
"Y dejar que lo hagas tú solo sería aprovecharse de ti", respondió, sin parecer que fuera a ceder.
Taehyung era terco, pero sintió que Jungkook era aún peor que él. Así que al final, terminó sugiriendo, "podemos dividirlo. Tú lavas y yo seco. ¿Qué te parece?"
Y eso fue lo que acabaron haciendo al final, que resultó ser todo profesional, ya que además terminaron mucho antes de lo esperado. No era que hubiera mucho que lavar, así que terminaron relativamente pronto, con Hyejoo aún despierta y dando vueltas.
"Bueno, ya está", dijo entonces el más alto, cogiendo una toalla para secarse las manos. Luego levantó su derecha, la palma hacia Taehyung. "Hacemos un buen equipo, ¿no?"
Éste le chocó los cinco, riendo. Algo le dijo que no se refería sólo a ese episodio en particular. Probablemente al tiempo desde que el castaño se mudó, o incluso antes. Se sintió como si fueran un equipo desde hacía tiempo.
"Absolutamente", respondió, orgulloso, Jeon le sonrió suavemente. "Hacemos el mejor equipo."
Y si la mirada del mayor en ese momento hiciera que a Taehyung se le saltara el corazón, nadie tenía por qué saberlo.

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Aeipathy | KookV
FanfictionDespués de interminables meses de haber buscado un trabajo, Taehyung finalmente encontró algo que parecía hecho para él. Pero al conocer a Jungkook y a su hija, lo que sólo se suponía que era un trabajo, se acabó convirtiendo en mucho más; incluso e...