d i e c i o c h o .

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   Jungkook se desplazó en la cama, moviéndose hacia el centro de esta y llevando a Taehyung con él, antes de tumbarse de nuevo sobre su espalda. Pero esa vez el menor no se tumbó con él. Se arrodilló con las piernas a cada lado de las caderas del pelinegro, cerniéndose sobre él, quién le miró con una ceja levantada.

   "¿Qué haces?"

   "Oh, nada", murmuró, sentándose encima de los muslos musculosos y yendo a por su cinturón. "Sólo, ya sabes. Acomodándome."

   Jungkook se sentó un poco, apoyando el peso de la parte superior de su cuerpo en los codos para poder mirar lo que hacía su novio. No era que no fuera obvio, o que necesitara mirarlo para saberlo. Aun así, Taehyung podía sentir los ojos del otro en sus manos, observando atentamente cómo desabrochaba y abría el botón de sus vaqueros.

   No era la primera vez que lo hacía, por supuesto. Y aunque no lo hubiera hecho tantas veces, juraba que en ese momento lo sintió casi como segunda naturaleza. Pero, al mismo tiempo, se sintió nuevo. Diferente, probablemente.

   Llamadlo estúpido, pero para él eso tenía un significado; llegar hasta el final con Jeon significaba algo. Y esa noche, la forma de ser y actuar del uno con el otro era claramente diferente de todas las otras veces que habían sido sexuales entre ellos. Había una conexión y una intimidad que, aunque siempre había estado ahí, parecía más fuerte que nunca esa noche.

   El ojimiel creyó que la diferencia radicaba en el hecho de que esa vez no estaba impulsada por el deseo. Esa vez era sobre sus sentimientos, sobre el hecho de que ahora eran una pareja. Y, en cierto modo, Taehyung pensó que esa vez podría ser también sobre su futuro.

   Se deshizo de los vaqueros de Jungkook y los tiró al suelo, dedicándole una sonrisa tímida. Se sentía confiado, si era sincero. Parecía que estar con el mayor le daba un subidón; se sentía querido, se sentía deseado, se sentía sexy. 

   Él lo miró con ojos llenos de lujuria, ya empalmado en su ropa interior, y todo por sólo besarse. Y... bueno, Taehyung estaba igual. Lo que sería vergonzoso, si no fuera por el hecho de que era el pelinegro.

   "Tu cintura parece diminuta con los pantalones así", comentó Jungkook entonces, rodeando con las manos las caderas de Taehyung. Tenía razón, aunque su cintura ya era lo suficientemente estrecha, la forma en la que sus pantalones caían alrededor de su cuerpo daba la ilusión de que era aún más pequeña. El acanelado le sonrió.

   "Tu cintura es diminuta", entonó, cubriendo las manos del azabache con las suyas. Porque, sí, si el menor tenía la cintura estrecha, la de Jeon era aún más estrecha. Lo que le daba las proporciones corporales más maravillosas, cintura y caderas delgadas en contraposición a la anchura de sus hombros y sus grandes muslos. "Pequeña, pequeña. Tan linda."

   "Ven aquí", farfulló el más alto, enganchando dos de sus dedos en la cintura de los pantalones de Taehyung y tirando hacia abajo. "Quiero besar a mi novio."

   El contrario se rio, inclinándose para que su frente estuviera presionada contra la nívea, sus narices tocándose. "¿No vas a quitarme esta ropa primero, eh?"

   Jungkook chasqueó la lengua. Taehyung sabía que se estaba burlando, pero lo hizo a propósito. No sólo porque le gustaba burlarse del pálido, y lo hacía mucho en realidad, sino también porque se estaba impacientando. Y sabía cómo reaccionaba él cuando le tomaban el pelo.

   Por eso el castaño no se sorprendió cuando el pelinegro le rodeó la cintura con un brazo y le dio la vuelta, dejando a Kim de espaldas y a Jeon arrodillado entre sus muslos separados. Una pequeña sonrisa apareció entonces en su rostro, al notar la forma en que los ojos obsidiana recorrieron su cuerpo.

Aeipathy | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora