t r e c e .

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   Taehyung no supo qué esperar en el momento en el que Jungkook le dijo que sus amigos vendrían un sábado por la noche, después de que Hyejoo estuviera en la cama. Al principio se ofreció a ir a su habitación para que pudieran pasar un rato a solas, pero el mayor se empeñó en que se quedara y los conociera. Y, bueno, no pudo evitar derretirse un poco ante eso.

   Las cosas entre ellos definitivamente no eran ambiguas, pero no es que fueran a lanzarse a nada. Los días estaban llenos de besos robados cuando Hyejoo estaba en otra habitación o cuando estaba dormida. Debía admitir que le encantaba conocer ese lado del pelinegro.

   Esperaba que se convierta en algo con el paso del tiempo, pero también entendía que Jeon no quisiera precipitarse. Esos asuntos eran siempre delicados cuando había niños de por medio, así que decidió que podía y quería esperar.

   Pero también por eso, tras aceptar salir con Jungkook y sus amigos, se preguntó cómo debía actuar con ellos. Además, el otro no le había dicho si sus amigos sabían o no lo que pasaba entre ellos, y no quería ser él quien se lo dijera.

   Así que, a falta de respuesta, por la que por alguna razón no quiso preguntar, decidió optar por la opción más lógica; actuar platónicamente.

   Los amigos de Jungkook eran Kim Seokjin, Jung Hoseok y el infame Park Jimin del que tanto hablaba Hyejoo. No se quedarían mucho tiempo, explicaron, ya que planeaban salir a tomar algo.

   "No hasta tarde", dijo el azabache, y Hoseok puso los ojos en blanco tras él.

   "Sólo salid y divertiros, sabes que puedo manejar a Hye", insistió el castaño.

   Era entrañable ver cómo Jungkook se comportaba con sus amigos íntimos, con la gente de su edad. El lado del mayor al que estaba acostumbrado Taehyung era el del padre cariñoso y atento. Y no era así como actuaba con él, exactamente.

   Con Taehyung era más bromista y coqueto, y no se conocían desde hacía mucho tiempo. Era muy diferente, pero también refrescante, ver al níveo en su elemento. Bromeando con sus amigos, poniéndose un poco más fuerte, riéndose de viejos chistes y hablando de gente que el otro no conocía.

   Y a pesar de eso, no se sentía fuera de lugar ni incómodo. Jungkook y sus amigos hacían todo lo posible por incluirlo, y la personalidad extrovertida suya ayudaba. Y, debía admitir, se sentía bien al ver que encajaba en el mundo de ese hombre.

   Insistió en ayudarle, y cuando se prepararon para irse, llevó a la cocina los vasos con los que habían estado bebiendo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Jimin le había seguido, cogiendo los cuencos donde habían servido los aperitivos.

   "Ah, muchas gracias", musitó el acanelado, cogiendo los cuencos de las manos del rubio con una sonrisa. Podía escuchar a Seokjin y Jungkook discutir desde la sala de estar, lo que le hizo sonreír aún más.

   "¡No hay problema!", dijo Jimin, sonriéndole cariñosamente. "Además, ¿cómo os va a ti y a Jungkook viviendo juntos? ¿Os lleváis bien?"

   "Va muy bien", respondió, con sinceridad, "funciona bien para los dos y es más barato así. Además, quiero a Hye y me alegro de ayudar a Jungkook."

   "Eso está muy bien", dijo Park, asintiendo. "Es bueno que te tenga para ayudar con ella. Desde que su mujer se fue, apenas había podido vivir, todo lo que hizo durante un tiempo fue trabajar y quedarse con ella hasta que me ofrecí. Hacía tiempo que no teníamos una noche así para nosotros."

   "Sí, me lo imagino", musitó el contrario. "No hablamos mucho de ello, pero sé cómo es por las pequeñas cosas que me cuenta Hye."

   Jimin rio entonces. "Sólo quiero que sea feliz", confesó. "Es como un hermano pequeño para mí, así que verlo tan consumido como el año pasado...", suspiró, "me gustaría que encontrara a alguien y reconstruyera su vida, eventualmente."

Aeipathy | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora