Capítulo 5

635 58 0
                                    

No puedo dormir, son las dos de la mañana y yo no he podido pegar un ojo en toda la noche. Verónica se encuentra a mi lado profundamente dormida, hasta podría decir que está soñando con Archie ya que se la ve muy relajada (casi feliz). Ella insistió en que después de nuestro encuentro en la tarde con Cheryl, sería mejor que no me quedara en casa de mí tío sola, y me ofreció quedarme en el Pembrooke con ella. Yo acepté sumisa, no tenía sentido que me pusiera a discutir con ellos, solo quieren lo mejor para mí, y ya los desobedecí por mucho tiempo, es hora de que empiece a asentar cabeza y a escuchar los consejos de los demás. Todo hubiese sido tan distinto si tan solo hubiese tenido esa mentalidad desde el principio.

Cierro los ojos y me fuerzo a mí misma a dormir pero sigo sin poder conciliar el sueño.

“¿Te hicieron una lobotomía en la mañana? Usas mi color distintivo”. Me dijo ella saliendo del baño, me pareció. Yo llevaba ropa roja y muy ajustada, no voy a mentir, tal vez quería provocarla un poco. Habíamos terminado hacía un par de días y me había estado haciendo la vida imposible en los ensayos del musical. Se suponía que yo era la coreografa pero ella se empeñaba en hacer sus propios pasos en conjunto con Betty y Verónica. Ahora era mi turno de fastidiarla.

“No eres dueña del color rojo, este existió mucho antes que tú” me acerqué un poco más a ella. Se la veía realmente molesta. Los ojos rojos casi al borde del llanto, aún así mantenía una postura firme ante mí.

“No en esta escuela, aquí, yo inventé el rojo, soy el rojo” luego chasqueó los dedos y dos de sus secuaces se posaron detrás de ella, una a cada lado, se acercó más a mí para tratar de intimidarme y por alguna extraña razón, funcionó. “Perdón, pero esta escuela no basta para nosotras dos falsa dama rosada, y yo llegué primero. Así que vete a Centerville o a Westerbern, a dónde quieras, pero tienes hasta la primera hora del lunes para borrar todo rastro de ti en estos pasillos ¿Comprendes?” me miraba con ira, mis ojos se habían tornado rojizos al igual que los suyos, que ya estaban así desde antes de empezar. A ambas nos dolía lo que estaba pasando, y el que ella me tratara de esa forma nos afectaba a las dos por igual. Luego agitó su cabellera pelirroja en mi cara y se fue, seguida de sus vasallas. Yo apenas podía creer que algo de lo que acababa de ocurrir era real. ¿Cómo pasó de decirme te amo a ordenarme que me le largara de Riverdale High?

No puedo evitar pensar en lo mal que me trató durante nuestra pequeña ruptura, era incluso peor que antes de ser novias, porque antes ella solo me trataba mal por ser una serpiente, me daba el mismo trato que a todos los demás sureños, no era nada del otro mundo. Después fue porque ya tenía algo personal en mí contra, ¿Y todo por qué? Por decirle que no quería estar todo el día encerrada en Thisle House, en su casa, en su cuarto. Entonces ella sugirió que debía irme de su casa y pues terminamos. No se lo tomó para nada bien.

—Dime por favor que no estás así por lo de hoy con Cheryl… — preguntó Verónica entre susurros, frotándose los ojos con los puños cerrados. ¿En qué momento se despertó?

Es imposible no estarlo…

— ¿Te desperté? — pregunté en cambio, eso de evitar una pregunta haciendo otra pregunta es bastante factible.

—No, en realidad estás muy quieta. Aunque no lo suficiente como para dormir tus ocho horas como Dios manda. Créeme Topaz, las ojeras no lucen nada bien…

—Recordé el musical de Heathers… — dije pensativa con la mirada perdida, tal vez debería optar por mirar el techo, eso sería menos raro.

—Ah… Claro… ¿Ustedes habían cortado cuando eso no? — preguntó sentándose en la cama.

—Ajá, ella se había tomado muy mal el que yo quisiera… Mi espacio… solo me pareció que mudarme con ella fue demasiado pronto…

“Cheryl, te amo…”

“Pero…”

“No puedo pasar todo el tiempo encerrada en esa casa, en tú cuarto…” me interrumpió.

“Nuestro cuarto amor” había dolor en sus ojos.

“De eso se trata, no se siente como nuestro, es todo tuyo. Tu espacio”

“Parece, Toni, que te arrepientes de mudarte conmigo” ella estaba al borde del llanto y yo solo pude bajar la cabeza, la conversación que estábamos teniendo era difícil para dos adolescentes.

“Quizás fue demasiado pronto… Y rápido”

“Ah… En ese caso… Tal vez mudarte de nuevo es exacto lo que tiene que pasar” su voz se había vuelto filosa y apenas terminó de hablar se levantó a toda prisa dejándome sola en la taberna de Verónica.

—Alto… Alto… ¿Esa pelea fue en la Bonne Nuit? — Verónica me detuvo, le estaba contando sobre nuestra primera ruptura, el motivo que me impedía dormir.

—Sí, no quieres saber qué más pasó ahí esa noche.

—Jac… Cheryl Blossom siendo tóxica desde tiempos inmemoriables… ¿Cómo es que nadie se dio cuenta de que esa era su verdadero yo?

Me quedé callada ante el comentario de Verónica, no por el hecho de que a pesar de que estábamos separadas, me seguían doliendo todas las cosas malas que decían de ella, sino porque Verónica tenía razón. Y yo era incapaz de admitirlo en voz alta.

A TOXIC CHONI NOVEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora