Capítulo 8

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Llevábamos tanto tiempo peleando que ya había olvidado el motivo. Estás de pie frente a mí y con los ojos rojos, yo estaba llorando.

—… ¿¡Qué demonios pasa contigo Antoinette!? — me gritabas enojada, siempre soy Antoinette para tí cuando estamos peleadas.

—Cheryl… Yo… Yo… — no podía hablar, estaba temblando de los nervios.

—No tienes ninguna excusa que justifique lo que has hecho. Y lo sabes. — me das la espalda. — Te dije específicamente que no quería que esto pasara de nuevo. Y en cambio vas y lo haces, ¿Por qué? Vi los mensajes que Verónica te dejó en tu celular… — Honestamente, dejé de escucharte en este punto, quería creer que no hecho eso, porque llegar a ese punto ya es traspasar los límites de la confianza, y sé que desconfías de mí, pero dime ¿Hasta dónde eres capaz de llegar?

—Aguarda. Cheryl, ¿Acaso acabas de decir que revisaste mí teléfono? ¡Claro! ¡¿De qué otra forma pudiste haber leído mí conversación con Verónica?! ¡Es increíble que hayas caído tan bajo! — veo pánico en tus ojos, tu expresión corporal ha cambiado y ya no eres tan firme como hacía unos minutos cuando me gritabas por mí error, ¿Y el tuyo dónde queda?

—Está bien… TT, tienes razón… No debí haber tomado tú celular ni mucho menos revisarlo… — Te interrumpí. Has bajado la guardia y ahora hablas despacio, ya no soy Antoinette.

— ¡No! ¡No me vengas con eso ahora! ¡Nada de TT! ¡Revisaste mi teléfono Cheryl! ¡Eso está mal, muy mal! ¿La confianza dónde queda?

— ¡Pues lo siento, Toni! ¿¡Pero cómo quieres que confíe en ti cuando te he dado miles de oportunidades y siempre terminas hacían do lo que te digo que no hagas!? — te difiendes a capa y espada. Ya dejé de ser TT otra vez, ahora estoy en un punto intermedio, soy Toni.

— ¿¡Que tu me has dado qué!? ¡Perdón pero la loca psicópata celosa aquí no soy yo!

— ¿Cómo acabas de llamarme? — preguntas indignada.

— ¡ERES UNA MALDITA CELOPATA CHERYL! — te grito en la cara y tu me miras con los ojos vidriosos mientras las lágrimas caen por tus mejillas, perdón, ¿Acabo de herir tu ego diciéndote una verdad que te negaba a aceptar? — Y honestamente ya estoy harta de eso. No aguanto más que me quieras controlar, que me manipules a tu antojo, que me quieras tener aquí encerrada como si yo fuera la princesa y tu el dragón, que me apartes de todos mis amigos, ya. Basta ya Cheryl. — no aguanté más. Explote. Te dije cada cosa que había estado callando desde que empezaste a actuar así.

—Toni… Yo… Todo lo que hago es por el bien de nuestra relación. ¿No lo entiendes? — estas haciendo otra vez esos ojitos de perro y te muestras indefensa, como si yo fuera la mala de la historia.

—No Cheryl, no me vengas con ese cuento ahora. No caeré.

—Es que… Dios… No puedes culparme por tratar de preservar la única relación buena que me queda, mi única familia. Sí, tengo a los gemelos pero si Polly un día aparece y quiere llevárselos yo no podré negarme, aunque tenga legalmente la custodia de Darguth. No podría hacerle eso a mí prima. Y Nana Rose está bastante vieja, y enferma, podría abandonar este mundo en cualquier momento, y dejarme sola, por eso yo… — rompes en llanto frente a mí, te victimizas y yo caigo en tu trampa. Corro a sostenerte pues tus piernas flaquean y casi caes al suelo, derrumbada. Tienes razón, has pasado por mucho y yo no debí haber actuado así.

—Bebé, lo lamento tanto. ¿Cómo puedo hacer para arreglar esto? ¿Cómo puedo hacer para que me perdones? — te pido mientras te abrazo y te acuno entre mis brazos para calmarte.

—Ya sé que no debí haber revisado tú teléfono pero es que… Es que… — no paras de llorar. Y eso me hace sentir terriblemente mal, no era mi intención hacerte llorar ni mucho menos herirte.

—Shh… Basta ya, no hablemos más de eso. — te beso y sabes salada, las lágrimas habían alcanzado tus labios, y aún seguían cayendo. — Deja de llorar Cher, por favor, te lo imploro, me duele infinitamente verte así.

—Promete que no me ocultarás nada más, y no quiero que te sigas viendo con Verónica mientras yo no esté presente. Tampoco con Jughead, Kevin o Fangs.

—Pero Cheryl… — trato de objetar pero me interrumpes.

— ¿Quieres que arreglemos esto o no? Además, siempre haces cosas malas cuando estás con ellos. Yo prometo no volver a tomar tu teléfono sin tu consentimiento, y no leer más tus conversaciones, ¿De acuerdo?

—Creo que es un trato justo… — acepté no muy convencida.

—Ahora, por qué no mejor nos vamos a la cama, creo que debemos limar asperezas todavía. Y conozco una buena manera de hacerlo. — Te veo sonreír y eso me hace sentir mejor, me hace sentir que todo esto vale la pena si al final obtendré una hermosa sonrisa como la que me acabas de dar.

Empiezas a besarme apasionadamente y es verdad eso que dices, es como si ambas nos estuviésemos desquitando de todo lo que sentimos. Nos tumbamos sobre la cama aún besándonos y la pasamos increíble. Al acabar me miras y acercas tu mano a mi rostro, luego colocas un mechón de cabello detrás de mí oreja y te acercas para hablarme con voz seductora.

—Todo lo que hago es por nuestro bien, al final de todo, Betty tiene a Jughead; Verónica tiene a Archie, y tú me tienes a mí y yo te tengo a ti, nos tenemos la una a la otra, no lo olvides. Sé que esto puede ser duro amor, pero es por nuestro bien. — depositas un tierno beso en la comisura de mis labios mientras me sostienes de la barbilla y luego me abrazas.

Todavía no me puedo creer cuantas vaces caí en ese estúpido juego tuyo, cuantas veces me dejé engañar y cuantas veces me puse a tu merced para que hicieras de mí lo que quisieras. Y casi pasa lo mismo de nuevo. Sé que volverás por más, que no te quedaras tranquila, pero esta vez soy más valiente que antes y te diré no las veces que sean necesarias hasta que desistas.

No te dejaré volver a entrar en mí vida Cheryl Blossom.

A TOXIC CHONI NOVEL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora