A TOXIC CHONI NOVEL

Capítulo 3.

Por primera vez en días salgo al mundo exterior, siento que la luz del sol me deja ciega. Voy en el auto con Verónica y Archie. Betty y Jughead nos siguen muy de cerca en la moto de nuestro líder serpiente. No vamos tan rápido así que puedo contemplar el paisaje. El lado norte de Riverdale siempre fue hermoso, nada en comparación con el horrible lado sur en el que pasé mi adolescencia, antes de mudarme a Thisle House con ella, y en el que  ahora estoy de vuelta.

Me recuesto y cierro los ojos. No se lo digo a los chicos para no preocuparlos pero ahora mismo, estoy pensando en ella, en sus labios rojos, en sus ojos cafés, en su inmensa cabellera anaranjada, en su perfecto cuerpo, en su sonrisa, en el sonido de su voz… No he podido dejar de pensar en ella desde que salí de Thisle House.

Decidí colocarme la chaqueta de serpiente bajo la mirada de aprobación de Jughead y los demás. No sé por qué lo hice, pero mis amigos estuvieron felices de que lo hiciera, tal vez porque con eso me sentiría más segura.

“No me digas… Una Cherry Cola para Cheryl Bombshell” le dije aquella noche en el cine.

“Ay Dios, ¿Qué quieres? ¿Y por qué estás siguiendome?” me respondió con fastidio.

“Olvídalo, vine a acompañar a Fangs y él me abandonó” ella hizo una mueca. “¿Estás bien?” yo sabía que no lo estaba, era obvio.

“No tengo acompañante, e intento alejarme de mí madre que convirtió nuestra casa en un prostíbulo. Así que no. En realidad no” la veo sufrir claramente. Aún así sonrío. Sonrío porque ella bajó la guardia conmigo, no como el día anterior en la escuela. Esa noche se abrió a mí.

“Bueno, tenía pensado sentarme sola… A  menos que quieras algo de compañía… Pero… no hay presión” recuerdo lo coqueta que estaba. Ella tomó de su refresco intentando ocultar una sonrisa, cosa que no hizo muy bien ya que yo la vi claramente.

Aquella sonrisa…

Suspiré.

— ¿Todo en orden, Topaz? — me preguntó Verónica desde el asiento del copiloto, claramente me oyó suspirar.

—Desde luego…

Al menos no me presionó para que hablara, debido al mal momento por el que estoy atravesando ahora, ella fue bastante comprensiva y lo dejó pasar, gracias a Dios.

Al llegar a Pop’s nos sentamos todos juntos y compartimos anécdotas muy randoms, todos intentaban evitar a cualquier costo la mención de la chica Blossom. Pero por suerte, Jughead y Betty han tenido suficientes aventuras por su cuenta como para contar algunas en las que ella no estuviera involucrada.

—Chicos, no tienen que hacer eso. — les dije, los veía a todos muy robóticos, evitando tener contacto físico o hacer eso que las parejas siempre hacen y todos los demás solo piensan “wow qué lindos son” y todo por mi actual situación.

— ¿Hacer qué? — preguntó Verónica pero el sonido de la campana en la puerta me interrumpe antes de que pueda proferir palabra alguna.

Era ella.

Entró como siempre, llamando la atención de todos, radiante, inmaculada, poderosa. Comencé a contener la respiración mientras la veía caminar hacia el mostrador y hacer su orden. Llevaba unos shorts rojos oscuros con un sujetador de igual color, encima, una camisa corta de malla, que originalmente era mía, y la iconica chaqueta de las pretty poisons. Su cabello le caía en forma de cascada sobre la espalda y hacía resonar sus tacones (rojos, naturalmente) con cada paso que daba.

No puedo evitar centrarme en su llamativa boca cuando me regala una sonrisa torcida y hasta diría yo, malévola. Me quedo congelada cuando empieza a caminar en mi dirección. Trato de no demostrar ninguna de las muchas emociones que estoy sintiendo en este momento.

—Creí que nunca más volverías a saber qué era estar a la luz del sol, Topaz. — escupió de manera insufrible sin quitarme su fría mirada de encima.

— ¿Qué es lo que quieres Cheryl? — le preguntó Jughead.

—Parece que estás demás aquí TT. ¿Por qué no mejor vienes a tomar una malteada conmigo y conversamos un poco sobre cómo arreglar mejor nuestras diferencias? — tragué grueso al oír de nuevo el apodo que ella me había puesto incluso antes de ser novias.

—Dejala en paz Cheryl, ella no va a volver contigo. — me defendió Verónica algo molesta.

—Nadie te está hablando a tí, esto es entre mi novia y yo.

—Sí, sólo que ella no es más tu novia Cheryl, ya mejor vete ¿Quieres? Ya le haz causado a Toni suficiente daño. — Quién habló esta vez fue Betty.

—Prima, yo nunca me interpuse en tus asuntos con Jughead. Así que…

—… Así que mejor toma tu orden, que ya está lista y vete de vuelta a tu mazmorra, Blossom. ¿Recuerdas quién es la dueña de este lugar? — habló Verónica ahora con autoridad y levantándose de su lugar para enfrentar a mi ex. — Mejor será que te largues de aquí por las buenas.

—Esto no se quedará así. Ellos no te protegerán por siempre, algún momento estaremos a solas tu y yo Topaz. Y arreglaremos cuentas.

Se dió la vuelta con rapidez, tomó su orden y dejó dinero en el mostrador para pagar no sólo por lo que había llevado, sino que más tarde nos entraríamos que también pagó por mi malteada y mi comida.

Verónica siempre fue buena para combatir en contra de Cheryl y ponerla en su lugar. Yo solía hacerlo también, pero ella me debilitó hasta el punto en el que ya no sé si puedo cuidar de mi misma, me hizo ver que no existía un mundo fuera de los muros de Thisle Haouse. Me hizo creer que no podría tener una vida sin ella a mí lado. Y viví con miedo por mucho tiempo, gracias a esa mentira.