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Inconciente. Durmiendo. Perdido en la conciencia de su cerebro.
Chuuya sabía que lo estaba. Que acababa de usar Corrupción y todo el cuerpo le dolía. Que probablemente estuviera solo en medio del bosque y que el maldito de Dazai le había dejado atrás...
Y odiaba eso. Porque cuando se despierte, sienta lo pesado de su cuerpo, el dolor y las punzadas que tendría por las consecuencias de liberar su habilidad, y el frío de la noche, sabía que le costaría un poco llegar a las instalaciones de la Port Mafia. Pero, ¿entonces preferiría que Dazai se hubiera quedado junto a él hasta que despierte? ¿Que le ayude como hacía cuando trabajaban juntos? ¿Que le acompañe hasta las cercanías del edificio?
Sí... Muy a su pesar, sí. Y tal vez era el cansancio el que estaba hablando, las pocas ganas que tenía de caminar, pero deseaba despertar, y ver al castaño a su lado sonriendo como idiota y molestándolo.
Sin embargo, cuando despertó, solo vio su ropa doblada a un lado, las estrellas brillando alegremente en el cielo y los árboles moverse al son del viento, ni una señal de Dazai Osamu...
Trató por mover un brazo primero, casi en seguida sintiendo una punzada en este.
—Mierda... —susurró para si, moviendo ahora una de sus piernas solo para sentir el mismo dolor de antes.
Para su suerte y, con mucho trabajo y dolor, logró sentarse al menos. Pero ahora el problema era tener que pararse y, para su desgracia, caminar. ¿Y si mejor se resignaba y se volvía a acostar? Total, no cree que haya algún psicópata en el bosque que le trate de matar o secuestrar, además, podría usar su ropa doblada como sábana y-
—Veo que estás teniendo problemas, chibi.
Oh.
¿Acababa de escuchar bien? ¿Dazai...?
Cuando Chuuya alzó la vista y se encontró con esos ojos color avellana sobre él, sintió que se iría para atrás, a la vez que un poco de alivio que, claramente, no iba a admitir.
—¿Q-qué haces acá?
La pregunta pareció confundir al castaño, quien dobló un poco la cabeza hacia un lado, su expresión neutra mientras observaba al pelirrojo que yacía sentado en el suelo.
—¿Ayudándote?
Los ojos de Chuuya se abrieron un poco por la sorpresa, reprimiendo una sonrisa estúpida... Hasta que vio que Dazai llevaba ciertas cosas entre brazos.
—¿Qué es eso? —preguntó confundido, no distinguiendo del todo los objetos.
—¡Rocas! Verás, mientras dormías, empecé a recorrer todo el bosque en busca de las más bonitas, y estás tres me gustaron —explicó Dazai con sonrisa de niño de cinco años, observando las rocas entre sus brazos como si fueran oro.
Chuuya no sabía si reír, si hacer como que no entendió nada, o si pretender que se desmayaba.
—¿Y... qué harás con ellas?
—¿Hm? ¿Chuuya quiere alguna?
Si a Chuuya no le doliera mover cada maldito centímetro de su cuerpo, se hubiera pasado toda la mano por la cara a la vez que le insultaba.
—¿Cómo por qué querría una roca, idiota?
Dazai posó su mano sobre la barbilla, como si lo estuviera pensando de verdad.
—Podrías hacer una colección de las más bonitas —dijo risueño, sus ojos brillando con la sola idea.
Y Chuuya estaba harto de todo, solo quería llegar a su casa, tomar un baño de burbujas por dos horas, comer y dormir. Así que, sin querer meterse en una pelea estúpida por una piedra con Dazai, dijo lo que el castaño quería escuchar.
—Dame una y ayúdame a llegar a los cuarteles —pidió casi como súplica, sus grandes ojos azules observando a Dazai casi expectante.
Dazai sonrió más para si, esa sonrisa que le dio segundos antes de que el pelirrojo se desmayara después de usar Corrupción, la sonrisa que solo le da al enano cuando se encontraban solos, en este tipo de situaciones.
—Ven acá.
Cuando Chuuya vio que Dazai escogió una de las diez rocas que tenía, la metió en su bolsillo, se acercó hasta él agachándose a su altura, recogiendo la ropa que había dejado doblada, y rodearle por la cintura con un brazo, no dudó en pasar el suyo por su hombro, quejándose casi al instante en el que el castaño se incorporó de nuevo.
Pero, ¡¿por qué tenía que ser tan jodidamente alto?! Chuuya se sentía como una bolsa de papas siendo cargada ahora, además de que le dolía el brazo al tenerlo alzado hasta el hombro de Dazai.
El castaño pareció notarlo, su propio hombro algo inclinado para que Chuuya pudiera llegar por completo, y... la verdad, sabía que era incómodo para el pelirrojo estar así, llegaría con el brazo entumido a la mafia si caminaban así.
Por lo que, usó la otra opción que tenía en mente.
—Chuuya, ¿no prefieres que te lleve cargado?
Las mejillas del pelirrojo se tiñeron de un lindo color carmesí con tan solo imaginarse la escena de él entre los brazos del castaño al estilo princesa, y negó rápidamente con la cabeza.
—J-jamás.
—¡Pero la diferencia de alturas hacen esta posición incómoda! Mi hombro llegara chueco.
—¡Es tu culpa por ser tan alto!
—¿Hola? ¿Cuánto mides? ¿1.60?
—¡Cállate!
—Dale Chuuya, así llegaremos más rápido.
Pero Dazai ni siquiera esperó respuesta, ya había soltado a Chuuya y este se hubiera caído por completo si el castaño no hubiera sido rápido, poniendo su espalda como soporte, agarrando de repente parte de las piernas del pelirrojo para alzarlo por completo.
Chuuya rápidamente le rodeó con los brazos para no caerse, su cara poniéndose más roja cuando recordó que existía esta forma de caballito para llevar a alguien, sintiéndose algo estúpido por solo pensar en el estilo princesa.
—¿Ves? Es mejor —escuchó a Dazai decir por adelante.
Chuuya decidió mejor no decir nada, dejando su cabeza recostarse, oliendo disimuladamente al castaño... Era un olor que extrañaba, que le recordaba buenos tiempos del pasado, cuando hacían misiones juntos casi a diario, cuando Dazai se auntoinvitaba a su casa, cuando tomaban juntos y... No supo en qué momento empezó a perder la conciencia otra vez, si fue por el calor de Dazai, su olor y el cansancio, pero estaba seguro de que se había dormido.
Y Dazai, cuando empezó a escuchar los ronquidos del pelirrojo, sonrió.
—Descansa, compañero —susurró.
Chuuya despertaría luego en la enfermería de la Port Mafia, con una roca en mano, una con tonalidades azules muy parecidos a sus ojos... La conservaría, pero no porque se la diera Dazai. Pff, claro que no, solo porque se parecía a sus ojos, solo por eso, claro que sí.
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Soukoku Fluff Week 2021
Fanfiction7 días de Dazai y Chuuya simplemente siendo ellos, la pareja más explosiva y divertida de BSD. Ninguno de los personajes me pertenece, créditos a Asagiri Kafka y equipo❣️ Créditos a la hermosa imagen de la portada a @HiChuya (Ecru) en Twitter, vayan...