Garras Y Dientes

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Cumplí diecisiete y le dije adiós a mi penúltimo año de instituto. Tres meses sólidos de trabajo, manada y Jessie se extendían delante de mí. No creía del todo que las cosas estuvieran sucediendo de la forma en la que lo hacían. Parecía demasiado bueno, demasiado parecido a un sueño.

Todo fue normal por un tiempo.

–Será bueno tenerte  de nuevo aquí todo el día –declaró Jin Young.

–¿Crees que deberíamos hablar sobre conseguirte algo con ruedas? Estoy segura de que Young podría darnos una mano –pensó mamá.

–¡Feliz cumpleaños! –exclamaron todos.

–En verdad necesito acostarme con alguien –dijo Jin.

–Eso es algo que jamás hubiera querido escuchar –respondió Taehyung.

–¿Puedes llamar a la señora Lee y decirle que su Jeep ya está listo? Lastimé mi maldito pulgar y hay sangre por todos lados –se lamentó Jaebum.

–He superado mi fase verde. Ya era hora. Ahora pienso en Picasso y el azul. ¿Qué opinas, Yoon? –preguntó Soojin.

–Me alegra que estés de vuelta a tiempo completo, papi. Jin Young es más agradable cuando estás aquí –comentó Jackson.

–¿Sabías acerca de Platón y la alegoría  de las cavernas? ¿No? Está bien. Solo no creas que las sombras son todo lo que es real –me aconsejó Hang.

–Le gustas, Yoon, le gustas mucho. No la lastimes porque tendré que lastimarte, o si ella es la que te lastima, dímelo y patearé su trasero. No te metes con la familia –dijo Jumgjae.

–Cada día haces que él esté un poco mejor. Yoon, estoy tan feliz de que te hayamos encontrado –se alegró  Mark.

–¡Yoon! ¡Ey! Tienes que venir conmigo ahora mismo. Encontré estos… son como… estos árboles y son una locura y creo que podría ser un fuerte o algo. ¡Aún no lo sé! Solo debes venir a verlos –Kook estaba muy entusiasmado.

–Creo que deberíamos tener sexo –fue lo que Jessie soltó.

* * *


–¿Qué? –pregunté sin poder apartar la vista de ella.

–Deberíamos tener sexo.

–Tu hermano me asesinará –fue lo primero que vino a mi mente.

Ella puso los ojos en blanco y levantó sus pies sobre mi cama. Tenía los dedos delgados, sus uñas estaban pintadas de rojo, de algún tipo de rojo que me parecía sexy. No sé por qué, pero me fascinaba.

–Somos lo bastante mayores como para cometer nuestros propios errores.

–Eh, tenemos diecisiete. Y no creo que la mejor forma de seducirme sea llamándolo un error.

–Seducir. Oh, Jesús –rio y golpeó mi brazo –Entonces… –elevó una de sus cejas.

–¿Tal vez? –mis palmas estaban sudorosas y se me había secado la garganta –Tal vez no.

–Eso es… claro, como siempre.

–No soy… bueno para las cosas.

–Eso no es para nada cierto –contestó.

Y me sedujo.

* * *

Yacíamos en mi cama, sudado y saciados. Mi boca le había hecho cosas y la suya me había hecho cosas, pero no teníamos condones, así que no hicimos más que eso. No importaba porque mi mente estaba extasiada y vacía. 

𝙷𝚘𝚠𝚕𝚒𝚗𝚐 𝚆𝚘𝚕𝚏  (𝚈𝚘𝚘𝚗𝚔𝚘𝚘𝚔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora