𝙷𝚘𝚠𝚕𝚒𝚗𝚐 𝚆𝚘𝚕𝚏 (𝚈𝚘𝚘𝚗𝚔𝚘𝚘𝚔)

Lobo De Piedra

–Te ves bien, papi –fue lo primero que dijo Jackson cuando entré al taller al día siguiente –¿Qué sucede con esos saltitos en tu andar?

Era domingo, el día del Señor como me habían enseñado, pero pensé que el Señor estaría de acuerdo si venía a esta casa de la alabanza en vez de a la suya. Había aprendido sobre la fe en el taller de Jin Young.

–Debe tratarse de alguna chica bonita –bromeó Jaebum desde donde estaba, inclinado sobre un ridículo auto deportivo que se podía encender solo con el sonido de la voz –Ahora es un verdadero hombre. ¿Tuviste una revolcada de los dieciséis anoche?

Ya estaba acostumbrado a lo grosero, no lo hacían con malas intenciones. Aunque eso no impidió que me sonrojara intensamente.

–No. No sucedió nada de eso –respondí.

–Oh –replicó mientras se deslizaba hacia mí, oscilando sus caderas de manera obscena –Miren ese rubor.

Pasó su mano por mi cabello, su pulgar sobre mi oreja.

–¿Es bonita, papi?

–No hay ninguna chica.

–¿No? Entonces, ¿un chico? Aquí en la casa de Young no discriminamos.

–¿Y Jumgjae? –pregunté luego de empujarlo, Jackson rio sin parar.

–Fue a ver a su madre –respondió Jaebum –Algo del estómago otra vez.

–¿Está bien?

–Tal vez. Aún no lo sabemos –Jackson se encogió de hombros.

–¡Yoon! ¡Trae tu trasero aquí! –gritó Jin Young desde la oficina.

–Oye. Ten cuidado, papi, alguien no se levantó de buen humor hoy –dijo Jackson con una pequeña sonrisa.

Y así se oía: la voz tensa y áspera. Me preocupé, no por mí, sino por él.

–Simplemente está molesto porque Yoon necesita la próxima semana libre para la escuela. Sabes cómo se pone cuando él no anda por aquí –murmuró Jaebum.

Me sentí fatal.

–Tal vez podría…

–Tu cierra esa boca –dijo Jackson presionando sus dedos contra mis labios. Pude degustar el aceite – Necesitas enfocarte en la escuela y Young puede soportarlo, la educación es más importante que sus rabietas.  ¿Estamos de acuerdo?

Asentí y retiró sus dedos.

–Estaremos bien. Solo pasa todos tus exámenes y tendremos todo el verano, ¿de acuerdo? –agregó Jaebum.

–¡Yoon!

Jackson murmuró algo en ingles que sonó como si estuviera llamando a Jin Young un maldito dictador imbécil, había descubierto que era adepto a los insultos en otros idiomas.

Caminé hacia el final del taller, en donde Jin Young estaba sentando en su oficina. Su frente estaba arrugada mientras tipeaba con un solo dedo. Jaebum lo llamaba su busco luego, picoteo, Jin Young no pensaba que fuera divertido.

–Cierra la puerta –ordenó sin mirarme.

Obedecí y me senté en el asiento vacío al otro lado de su escritorio. No dijo nada, entonces supuse que sería mejor que yo comenzara. Jin Young era así en ocasiones.

–¿Estás bien?

–Estoy bien –frunció el ceño mientras veía la pantalla de la computadora.

–Bastante inquieto como para estar bien.

–No eres gracioso, Yoon.

Me encogí de hombros. Eso era cierto y lo sabía.